La Jornada 25 de mayo de 1998

Bombazo en Belfast; culpan a facciones disidentes del ERI

Jim Cason, enviado, Belfast, 24 mayo Ť El arresto de dos hombres en un pueblo fronterizo, al sur de esta ciudad, cuando pretendían introducir mil libras de explosivos a Irlanda del Norte, y la explosión de una bomba que la policía intentaba desarmar aquí en Belfast este domingo, fueron recordatorios de que algunas fuerzas opositoras al acuerdo de paz sobre el Ulster aprobado el viernes están dispuestas a continuar su lucha mediante la violencia.

Las fuerzas de seguridad sospechan que los explosivos descubiertos son responsabilidad de facciones disidentes del Ejercito Republicano Irlandés (ERI), que rechazan el acuerdo por considerarlo una traición a su demanda fundamental a favor de una Irlanda unificada. También existen varias agrupaciones armadas protestantes que rechazan el acuerdo por considerar que hay demasiadas concesiones a los católicos y el ERI, y se cree que éstos son los responsables de dos cartas-bombas enviadas a las oficinas de turismo del gobierno de Irlanda, la semana pasada.

Aunque hay diversas estimaciones sobre el tamaño y potencial de estas agrupaciones armadas, varios analistas aquí sugieren que uno de los grupos, el ``ERI Verdadero'', posiblemente es el más fuerte.

Este grupo se integró en octubre pasado después de que se efectuó una convención militar secreta del ERI en la que esta corriente fracasó en convencer a la organización de abandonar el proceso de paz. El ``ERI Verdadero'' incluye a varios veteranos de alto nivel del ERI como el ex jefe de Estado, Kevin McKenna y, tal vez más importante, oficial del ERI encargado de las armas de la organización.

El ingeniero en jefe, o sea el fabricante de bombas, también se unió al ``ERI Verdadero'' y se espera que ofrezca a la nueva organización su conocimiento técnico sobre armas caseras. Las fuerzas de seguridad locales informaron al periodista y analista Ed Moloney que calculan en 150 tropas las filas del ``ERI Verdadero''.

``Si los disidentes cuentan con 150 activistas, eso podría ponerlos en una posición en la que pueden montar una campaña armada creíble y potencialmente dañina'', consideró Moloney en un artículo. ``En años recientes la fuerza activa del ERI nunca fue calculada en más de 300-400, y ahora parece que los disidentes ya están con una mitad de esa fuerza''.

Se piensa que el ``ERI Verdadero'' está vinculado ideológicamente al Comité de Soberanía de los 32 Condados, grupo disidente dentro del ERI y encabezado por Bernardette Sands-McKevitt, hermana del famoso líder y huelguista de hambre Bobby Sands.

El ERI ha nombrado a un nuevo jefe de Estado, Thomas Murphy, cuya tarea es intentar limitar las defecciones, pero la fuerza del ``ERI Verdadero'' ha crecido en semanas recientes, según fuentes de seguridad pública citadas en los medios locales.

El ``ERI Verdadero'' se opone al acuerdo de paz aprobado este fin de semana porque acepta implícitamente la ocupación británica actual de Irlanda del Norte y establece que esto no variará hasta que una mayoría de electores noirlandeses decidan cambiar esta situación.

Los nacionalistas republicanos (a favor de la integración con Irlanda) siempre han insistido en que las decisiones sobre Irlanda del Norte deberían ser sometidas a todo el pueblo de la isla, es decir, incluyendo a la República de Irlanda. Los disidentes también se oponen a la decisión del Sinn Fein, ala política del ERI, de participar en la nueva asamblea establecida por el acuerdo.

El ``ERI Verdadero'' reivindicó las recientes explosiones de varios coches-bomba, y el mes pasado fuerzas de seguridad interceptaron un gran coche-bomba que el grupo intentaba introducir a Inglaterra. Pero el ``ERI Verdadero'' no es el único grupo armado: otros grupos disidentes del ERI son el ERI Continuidad, escindido en 1986 después de que el Sinn Fein abandonó su política de excluirse de los órganos parlamentarios en Irlanda. Argumentaron entonces que tal decisión era sólo el primer paso para que el Sinn Fein llegara a participar en órganos gubernamentales en una Irlanda del Norte aún bajo la corona británica, tal como se establece en el acuerdo de 1998. Sin embargo, esta agrupación ha llevado a cabo pocas acciones armadas, y los expertos aquí no consideran que esté creciendo.

Un tercer movimiento armado nacionalista es el Ejercito Irlandés de Liberación Nacional, facción de izquierda que salió del ERI en los años setenta y aún pequeña, pero que esporádicamente lleva a cabo acciones armadas.

Amenazas de paramilitares

Por otro lado, aunque varios de los principales grupos paramilitares protestantes han aceptado el acuerdo de paz, se espera que algunos continuarán por la vía armada. El Sunday Times de Londres reportó hoy que se espera que la Fuerza Voluntaria Lealista, escisión de la Fuerza Voluntaria de Ulster, reinicie acciones armadas próximamente. Esta agrupación es sospechosa de ser la responsable del envío por correo de bombas a las oficinas gubernamentales de turismo, la semana pasada.

Con el ERI comprometido con el acuerdo de paz, funcionarios de los gobiernos de Gran Bretaña e Irlanda han advertido reiteradamente durante las últimas semanas que llevarán a cabo una campaña contra todos los grupos armados. El periodista Ed Moloney, del Sunday Tribune de Belfast, comentó a La Jornada que todos los grupos disidentes están infiltrados por espías e informantes de ambos gobiernos.

Durante los últimos dos años, expuso Moloney, agentes británicos frustraron dos intentos de asesinato contra el líder del Sinn Fein, Gerry Adams, por parte de paramilitares protestantes.

Moloney dijo que cuando las fuerzas de seguridad mataron recientemente a Ronan McLoughlin, miembro del ``ERI Verdadero'', lo hicieron para enviar un mensaje. ``Había evidencia de que las fuerzas de seguridad lo habían estado vigilando por algún tiempo, y que antes de que McLoughlin pudiera intentar disparar, simplemente lo mataron'', explicó Moloney.

``Desde el punto de vista británico, era una oportunidad de demostrarle al ERI que sería imposible reiniciar la lucha armada, ese fue el mensaje'', concluyó.