La Jornada 21 de mayo de 1998

Los secuestradores del ejecutivo de Chrysler, policías o guerrilleros

Humberto Ortiz Moreno Ť Serían ex policías judiciales los secuestradores del director general de Accionistas de la Chrysler de México, Elio Margoli Friedman o, incluso, no descartan investigadores del caso, un comando guerrillero.

Por la forma de operar de los ocho sujetos armados que plagiaron anteayer al empresario, las autoridades optaron por el hermetismo a petición de la familia y para proteger la vida de la víctima.

De acuerdo con versiones extraoficiales, la Procuraduría capitalina montó desde temprano un operativo de inteligencia que, bajo estrategias de situaciones de crisis, permita rescatar sana y salva a la víctima.

Un rescate multimillonario en dólares habrían exigido ya los secuestradores por entregar a Margoli Friedman, alto ejecutivo de Automotores de México Chrysler, S.A. de C.V. y dueño de 19 concesionarias de esta compañía.

Los sujetos sabían por quién iban y conocían, según expertos, todos sus movimientos, de modo que la hora y el lugar escogidos facilitaron su cometido y la fuga sin obstáculos.

Los investigadores presumen que Margoli Friedman ya fue sacado de la ciudad y de la negociación que emprendan familiares y asesores depende la vida del empresario. Pudo saberse que los captores ya se comunicaron con estos de manera por demás enérgica.

Expertos en secuestros recomiendan que ningún pariente cercano del plagiado negocie con los delincuentes, porque son vulnerables a la manipulación, y sugieren que sea una persona que conozca el campo, con buen recorrido en las relaciones personales y laborales; inteligente, calmada, segura de sí misma, mesurada, hábil, calculadora en el momento de tratar con los secuestradores y, ante todo, que le guste negociar, discutiendo en los mismos términos que lo hacen los hampones y aceptando que, ante todo, la liberación del afectado es ``un canje comercial''. Así, aseguran, hasta podría lograrse una disminución ostensible del pago solicitado en primera instancia.

Hasta ayer, el hermetismo sobre el plagio de Margoli Friedman fue la tónica, a petición de la familia y de la propia empresa Chrysler de México que, incluso, tenía en él a una de sus cartas fuertes para la presentación, en los próximos días, de una nueva línea de producción.

Por otro lado, de confirmarse que los plagiarios son un comando de guerrilla, la situación cambia y los tratos serían más complicados, porque esos grupos poseen staff de inteligencia que determina los blancos y otros que realizan operaciones de choque, además de que cuentan con ``negociadores curtidos'' que obstaculizan el proceso. Llevan una secuencia de secuestros que les permite darse el tiempo necesario en cada negociación sin requerimientos monetarios.

En ambos casos, delincuentes comunes o guerrilla tienen recursos para costear el tiempo de reclusión de su víctima, si bien los secuestradores de la primera categoría revisten mayor riesgo porque su tiempo vale oro y saben que a mayor tiempo de espera superior es el riesgo de ser ubicados e identificados y caer en manos de las autoridades.

El secuestro ``express'' en taxis

Fuentes de la Procuraduría capitalina reconocen que hay infiltraciones de bandas organizadas de asaltantes en taxis ecológicos que les han permitido, en determinados casos, anticiparse a los operativos policiacos.

Estos grupos operan en zonas geográficas bien delimitadas en la ciudad y rotación de unidades para burlar las acciones judiciales; escogen previamente a sus víctimas, quizás con minutos de anticipación, pero de segura redituabilidad económica, y ``trabajan'' con rapidez. Y todo dentro de un modus operandi que les ha permitido aprender de los movimientos de las autoridades y con ello poder cometer un promedio de 100 asaltos por banda hasta caer en manos de las autoridades.

Incluso, hay investigadores que presumen la existencia de un cerebro de alto nivel que patrocina y maneja a estos grupos delictivos.

Son los temidos asaltantes abordo de taxis y que han encontrado, aparte de un medio de sustento, la forma de burlar los dispositivos policiacos para cometer sus fechorías. Su especialidad sigue siendo el secuestro ``express'', que significa llevar al ciudadano durante horas y por diferentes cajeros automáticos para sacar dinero, o pedir rescate inmediato a los parientes de la víctima. O simplemente lo roban dentro de la unidad, siempre con lujo de violencia.

Fuentes de la PGJDF reconocieron que la dinámica de estos hampones no podría entenderse sin la colusión de policías con ellos. Admiten que la institución está infiltrada por delincuentes que les informan de los operativos.

Nada menos entre anteayer y ayer, la Policía Judicial del Distrito Federal (PJDF) logró capturar a cinco miembros de distintas bandas de pseudotaxistas asaltantes.

Dos de ellos, cuyos nombres se omiten para no entorpecer las investigaciones, ya habían cometido no menos de 80 asaltos junto con otros delincuentes que ya son perseguidos por las autoridades. Los sujetos fueron detenidos en flagrancia, rastreados desde hace días por elementos policiacos tras intensas pesquisas.

Habían subido a una mujer a la que siguieron pacientemente. La metieron al cajero automático y fue entonces cuando, una vez liberada la víctima, los judiciales los sometieron. En estas acciones, dicen los investigadores, lo importante es evitar a toda costa que el hampón pueda tener la pistola en la mano y así impedir enfrentamientos armados que implicarían costos en vidas o lesionados.

Otro taxista delincuente fue aprehendido por secuestrar a una joven en calles de la colonia Cuauhtémoc. El vehículo de alquiler es robado. Su matrícula es la L38626. Los hechos ocurrieron a las 10:30 horas, a la altura del número 83 de Río Sena. Ella abordó la unidad y el chofer cambió la ruta, para permitir a sus dos cómplices subir al automotor. Sus gritos de auxilio fueron escuchados por dos tripulantes de otro carro, quienes avisaron a una patrulla de la SSP. Sin embargo, los criminales notaron la presencia policiaca, dos lograron huir y sólo fue capturado el conductor, de apellidos Sánchez Díaz