Intensifica Blair la campaña a favor del acuerdo de paz en el Ulster
Jim Cason, enviado, Belfast, 20 mayo Ť El primer ministro de Gran Bretaña, Tony Blair, redobló esta noche sus esfuerzos para promover un fuerte voto por el sí al acuerdo de paz sobre el Ulster, que será sometido este viernes aquí y en Irlanda a un referéndum, y que --según creen sus promotores-- podría marcar el fin de siglos de guerra en esta isla.
Las encuestas señalan que casi una cuarta parte del electorado aún está indeciso sobre si votar sí o no este viernes.
A menos de 48 horas de que abran las casillas, los líderes de los tres partidos más grandes aquí anticiparon que el acuerdo será aprobado, pero hay dudas sobre qué tan fuerte será el voto por el sí en el seno de la mayoritaria comunidad protestante.
Gerry Adams, líder del Sinn Fein, brazo político del Ejército Republicano Irlandés (ERI), afirmó que habrá un ``claro voto a favor'' del sí, mientras David Trimble, dirigente del Partido Unionista de Ulster, declaró que ``la corriente está cambiando en nuestro favor'' en campañas para promover el sí.
Una encuesta publicada hoy por el Irish Independent sugirió que el acuerdo ganará el apoyo de al menos 50 por ciento de los votantes de Irlanda del Norte, contra 23 por ciento que votará no.
Por lo tanto, los políticos se enfocan en el 24 por ciento que permanece indeciso y, al parecer, la mayoría de éstos son de la comunidad protestante.
Los gobiernos británico e irlandés han sostenido que para lograr un resultado plenamente exitoso en el referéndum, el sí tendría que ganar el apoyo al menos 70 por ciento de la población del Ulster.
Opositores al acuerdo continúan atrayendo muchos simpatizantes a sus eventos.
Además, las autoridades revelaron hoy que desactivaron otra carta-bomba enviada a la Junta de Turismo Nacional en el pueblo de Sligo, en un ataque similar a otros que la policía ha atribuido a unionistas de línea dura, que se oponen a todo acuerdo orientado a la integración del Ulster a la República de Irlanda.
Con imágenes de pistoleros vestido de negro como policía y encapuchados, opositores del acuerdo publicaron hoy anuncios preguntando a los votantes si ``será el voto tuyo el que ponga uniformes al ERI''.
Temores en sectores de la población ante la liberación de nacionalistas católicos y unionistas protestantes que han sido encarcelados por sus actividades armadas siguen como un factor clave para los partidarios del no al acuerdo, según varias encuestas difundidas aquí.
Con estos temores en mente, el presidente Bill Clinton publicó una carta abierta al pueblo de Irlanda del Norte comprometiéndose a aislar a todo grupo que recurra a la violencia.
Blair ofreció una promesa, escrita con su puño, a este pueblo de que quienes empleen o amenacen con la violencia serán excluidos del proceso político establecido por el acuerdo.
``El referéndum del viernes establecerá una Asamblea local semiautónoma para el pueblo de Irlanda del Norte, prohibirá todo tipo de discriminación y ordenará que la decisión final sobre si Irlanda del Norte permanece como parte de Gran Bretaña o es integrada a la República Irlandesa será decidida por la voluntad de la mayoría'', dijo.
``No me gusta que todos estos políticos, Blair y Clinton, me estén diciendo que hacer, puedo pensar por mí misma'', comentó una jubilada de 72 años.
Mientras, el ultraconservador ministro protestante Ian Paisley, quien promueve el rechazo del acuerdo, dijo que su partido pondrá sus propios sellos sobre las urnas por temor a que el gobierno británico intente hacer fraude.
Una visita a la base del reverendo Paisley en East Belfast reveló una percepción menos uniforme sobre el acuerdo.
``Soy protestante, pero no tengo mucha simpatía para el reverendo Paisley, porque está loco y está equivocado'', comentó a La Jornada un ciudadano norirlandés, quien en un indicio del temor que prevalece por estos rumbos, pidió no ser identificado para este reportaje.
Al aproximarse el referéndum, gran parte de la atención se enfocará sobre individuos como este hombre, quien aseguró que está inclinado a votar por el sí, pero que aún no esta decidido.
Jim Cason, enviado, Belfast, 20 mayo Ť Al prepararse esta sociedad profundamente dividida para el referéndum de este viernes sobre una propuesta para intentar resolver lo que todos aquí llaman sim- plemente ``los obstáculos'' (the troubles), casi todo grupo organizado tiene una opinión sobre el acuerdo de paz del Ulster, desde religiosos y médicos a líderes empresariales, ex guerrilleros y paramilitares.
Un grupo de 150 evangélicos declaró esta semana que el acuerdo es ``antibíblico'', porque, expuso, ofrece puestos en el gobierno a terroristas.
Pero otro grupo de unos 10 religiosos ofreció hoy otra interpretación bíblica, al sugerir que todo cristiano debería apoyar cualquier acuerdo que pudiera resultar en la paz y la reconciliación.
En la superficie, al menos, la religión juega un papel central en esta sociedad, pero varios entrevistados expresaron frustración ante la continuación de la segregación religiosa en esta isla.
Los protestantes y los católicos nacen en hospitales separados, son enterrados en diferentes cementerios y educados en escuelas separadas.
``Estamos llegando a ser tan malos como Sudáfrica'', se quejó un residente de Belfast, la capital norirlandesa.
Tres médicos que han atendido a víctimas de la violencia política durante los últimos 30 años también hicieron un llamado a que la población ``abrumadamente apoye'' el acuerdo.
``Hemos visto a muchos pacientes con heridas terribles causadas por bombas, balas y golpizas'', declararon los médicos.
La confederación británica de empresas respaldó esta noche el acuerdo, tras señalar que la estabilidad que resultaría de la paz ayudaría a crear miles de nuevos empleos.
``Irlanda del Norte perdió más empleos que los que generó el año pasado'' declaró la directora del Instituto de Ejecutivos, Anne Shaw.
Pero parte del apoyo más fuerte a favor del sí al acuerdo ha provenido de varios cientos de ex prisioneros que otrora participaron en acciones violentas en el Ulster.
La semana pasada un gran número de integrantes del Ejército Republicano Irlandés, entre ellos algunos encarcelados, apoyaron el acuerdo de paz, y varios ex pri- sioneros protestantes hicieron este miércoles lo mismo.
``Este acuerdo es diferente de los pasados'', explicó el ex paramilitar unionista Fred Dobbs.