La Jornada 21 de mayo de 1998

Argentina: hallan muerto a Alfredo Yabrán; suicidio, la versión oficial

Stella Calloni, corresponsal, Buenos Aires, 20 de mayo Ť Un mar de dudas rodea el presunto suicidio del empresario telepostal Alfredo Yabrán, a quien la justicia argentina buscaba desde el viernes pasado tras ser señalado por un testigo como posible autor intelectual del asesinato del reportero gráfico José Luis Cabezas, en enero de 1997 .

El hecho conmocionó al país, ya que Yabrán había sido acusado de liderar mafias enquistadas en el poder. Por ello, varios legisladores llamaron a ser cautelosos para analizar esta muerte. Aunque los medios informaron en las primeras horas de la tarde sobre el suicidio del polémico empresario en una hacienda de su propiedad en su natal provincia de Entre Ríos, las dudas son muy fuertes.

``Yo lo que sé es que hay un muerto, pero hasta no identificarlo plenamente no podemos decir quién es. Asimismo, no se puede hablar de cuál es la causa de la muerte sin investigación seria. Y también estoy conmovido por esta muerte'', dijo esta noche el nuevo secretario de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, León Arslanian, quien prosigue con la depuración de la policía de ese estado.

La captura de Yabrán había sido solicitada por el juez José Luis Macchi --quien lleva adelante, bajo severas presiones, el juicio por el crimen de Cabezas--, después que la ex oficial de policía Silvia Belawsky confesó que su ex ex esposo, Gustavo Prellezzo, inculpado como autor material del crimen, lo había hecho por encargo de Yabrán, y que trabajaba para el empresario y su jefe de seguridad, Gregorio Ríos, también preso actualmente.

El presidente Carlos Menem, quien hace diez meses dispuso que el jefe de su gabinete, Jorge Rodríguez, recibiera a Yabrán, cuando el empresario ya era investigado por una comisión parlamentaria antimafia, evitó hoy hacer comentarios. La víspera había calificado a la oposición de ``miserable'' por ``buscar rédito político'' en el caso Yabrán.

El analista Enrique Sdrech puso esta noche el dedo en la llaga: ``Aún no se ha identificado el cuerpo que se supone que es de Yabrán, e incluso se pedirán varias autopsias, ya que tiene el rostro destruido''. Mostró sus dudas por la rapidez con que varios medios hablaron de suicidio y con la que el gobierno confirmó esa versión. Estas dudas se refuerzan porque a nivel oficial se informó que el arma con que supuestamente Yabrán se voló la cabeza es una escopeta de calibre similar a una Itaka, de caño superpuesto. ``Nadie puede explicar cómo se pudo disparar precisamente en la boca'' con un arma de esas características, dijo Sdrech.

Al principio se dijo que el empresario se había suicidado delante de un jefe de policía provincial, y luego la versión fue que lo hizo encerrado en un cuarto de su hacienda San Ignacio, cuando la policía llegó a revisar la propiedad, y un cuidador les abrió las puertas. Al oír un disparo, el empleado habría gritado a la policía: ``No tiren, que se mató don Alfredo''.

En un país donde se han perpetrado asesinatos presentados luego por la policía y la justicia con autopsias ``fabricadas'', como en el caso Cabezas, donde se ocultaron peritajes, las dudas son lógicas. Esta noche, un hermano de Yabrán dijo solamente: ``me parece que es mi hermano, pero como tiene la cara destrozada...''

La pregunta es a quién conviene el silencio de Yabrán. No parece ser al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Eduardo Duhalde, a quien un custodio del empresario, Carlos Coco Maurino, amenazó hoy ante las cámaras de televisión tras llamarlo ``asesino'' de su ex jefe. Yabrán era dueño de varias agencias de seguridad, y sus propios custodios surgieron de las filas de policías y ex oficiales y suboficiales que participaron como represores durante la dictadura militar (1976-83).

Los abogados de la revista Noticias --para la que trabajaba Cabezas cuando fue asesinado, precisamente después de haber publicado las primeras fotos conocidas sobre el hasta entonces misterioso empresario-- exigen continuar la investigación del caso ``hasta descubrir todos los hilos''.

La muerte de Yabrán, que hace muy poco tiempo vendió sus empresas de correos y carga de Aeropuertos como una exigencia de las compañías estadunidenses, que se quedaron con el negocio, se registra cuando abogados y jueces adictos al gobierno de Menem maniobraban para trasladar el caso Cabezas del fuero provincial al federal, repitiendo la maniobra que permitió la libertad del empresario futbolístico Guillermo Coppola, también cercano al entorno del mandatario.

Muchos de quienes conocieron a Yabrán, incluso el ex diputado radical (opositor) César Jarolavsky, quien nunca negó su vieja amistad con el empresario, sostienen que ``no era una personalidad de la que se podía pensar en un suicidio''. Destacó además que aún quedaban muchas instancias jurídicas, ya que Yabrán estaba siendo investigado, pero como no imputado en el caso, por lo que tenía elementos para afrontar a la justicia.

Pide Cavallo no abandonar el caso Yabrán en bien de las instituciones

El diputado de la oposición de centro derecha Domingo Cavallo --quien en 1995, cuando aún era ministro de Economía de Menem, acusó a Yabrán de ser jefe de una mafia enquistada en el poder-- dijo hoy que aunque éste es un hecho doloroso, ``no se pueden abandonar las investigaciones y es urgente, en bien de las instituciones, que se desmantele el sistema criminal y de impunidad en el que están comprometidos jueces federales, legisladores, miembros del Ejecutivo, que en su momento protegieron'' al empresario.

Por su parte, la Alianza opositora, integrada por la Unión Cívica Radical y el Frente País Solidario (Frepaso) exigieron también la continuidad de las investigaciones por el crimen de Cabezas, y advirtieron que deben quedar en claro ``las circunstancias de la muerte del empresario''.

El diputado Carlos Chacho Alvarez, del Frepaso, consideró irresponsable opinar ``con tantos datos provisorios. Es una muerte muy enigmática. No podemos decirle a la gente algo serio, hay que identificar el cuerpo, saber la causa de la muerte''. La oposición suspendió esta tarde una solicitud para que el jefe del gabinete explicara ante el Congreso por qué recibió a Yabrán cuando su nombre ya había surgido no sólo en torno al caso Cabezas, sino en otras investigaciones sobre mafias en la lucha por controlar los correos.

Por su parte, Wenceslao Bunge, apoderado del fallecido, acusó esta noche a Cavallo y a quienes ``persiguieron jurídicamente'' a Yabrán de ser responsables de su muerte; añadió que éste ``luchó por mantener sus empresas argentinas contra quienes se las disputaron'', en supuesta alusión a la presión estadunidense.

El diputado radical Marcelo Stubrin, de su lado, comparó la situación con lo sucedido en México con el asesinato de Luis Donaldo Colosio, candidato presidencial del PRI, en el sentido de que ``existe una grave crisis institucional que se refleja en todo'', y advirtió sobre agencias de seguridad ilegales, que reúnen aquí casi cien mil hombres armados ``sin control''. En todo caso, hasta esta noche eran más las preguntas que las respuestas en el caso de la muerte del llamado supercartero.