Tres militares, un periodista y un abogado, en una banda de plagiarios
Rubén Villalpando, corresponsal, Ciudad Juárez, Chih., 17 de mayo Ť Agentes de la Policía Judicial del Estado detuvieron a una banda de siete secuestradores, integrada por tres militares con licencia habilitados como agentes de la Policía Judicial Federal (PJF), un periodista, un abogado y dos madrinas, que acababan de cobrar un rescate de 100 mil dólares por una mujer a quien mantenían en cautiverio desde el 6 de mayo.
Los agentes fueron identificados como Froylán Castillo García, originario del estado de Puebla; Manuel Lara García, del Distrito Federal, e Iván Bañuelos Velázquez, con residencia permanente en Mexicali, quienes presuntamente están adscritos al grupo de la Procuraduría General de la República (PGR) que investiga el secuestro y desaparición de más de 100 personas en esta ciudad.
Además, se logró también la detención de David Alejandro Niebla Ibarra, abogado originario de Durango; al madrina Salomón Salas, de Torreón; a Heriberto Tarango Salas, periodista local, y a Gerardo Ruiz Sánchez.
La policía detuvo a los madrinas y a los agentes federales luego de una persecución y balacera por varias calles de las más transitadas de la ciudad y éstos señalaron el lugar donde el resto de la banda tenía a la mujer plagiada, quien fue rescatada con vida en una vivienda del fraccionamiento Los Parques.
Extraoficialmente se menciona que faltan por ser detenidos dos secuestradores que alcanzaron a huir y que al parecer también son efectivos de la PGR.
A nivel local se presentaron funcionarios adscritos a la delegación de la PGR y PJF, quienes negaron que los agentes pertenecieran a esa corporación; sin embargo, se comprobó que están adscritos a la brigada especial que investiga las desapariciones de presuntos narcotraficantes.
Más de cien efectivos de la PJE y de la policía municipal participaron en el operativo. Los detenidos fueron golpeados a patadas y con los cañones de rifles de alto poder que portaban los agentes, quienes además trataron de evitar de manera violenta que los reporteros gráficos realizaran su trabajo.