La Jornada 18 de mayo de 1998

Al menos 10 muertos en nuevo ataque paramilitar en Colombia

Afp, Reuters, Ap y Dpa, Santafé de Bogotá, 17 de mayo Ť Al menos 15 muertos y 25 desaparecidos fue el saldo de la incursión esta madrugada de un grupo de paramilitares en Barrancabermeja, capital del nororiental departamento de Santander, informaron las autoridades.

La noticia de la matanza se conoció en momentos en que el diario El Espectador informaba que el ex ministro de Defensa, Fernando Landazabal, quien fue asesinado el miércoles pasado, pudo ser ``víctima de la extrema derecha para crear caos en el país y tratar de darle a entender a la opinión pública nacional e internacional --principalmente de Estados Unidos-- de que la izquierda también asesina en Colombia''.

Por su parte, los integrantes de una Misión Internacional de Respaldo a los Defensores de los Derechos Humanos de Colombia, encabezados por la abogada y humanista chilena Fabiola Letelier, se manifestaron en esta capital ``muy conmovidos'' por los recientes asesinatos de los abogados Jesús Valle Jaramillo y Eduardo Umaña, así como de las matanzas de civiles, como la ocurrida este fin de semana en Barrancabermeja.

``Entre los muertos y desaparecidos son 30'', dijo en un principio por teléfono a Reuters el alcalde Barrancabermeja, Elkin Bueno, pero el jefe de la policía regional, coronel Joaquín Correa, calificó entonces la cifra como una ``exgeración''.

La policía precisó que el balance del ataque era de 15 muertos y 25 desaparecidos, quienes estarían en secuestrados en una zona rural próxima a Barrancabermeja, donde se encuentra ubicada la principal refinería del país.

Unos 50 hombres encapuchados, portando fusiles de asalto, y que se desplazaban en dos camiones, irrumpieron esta madrugada en una zona de barriadas obreras, en donde con lista en mano, como suelen hacer los paramilitares, llamaron a 32 personas, todas ellas de entre 20 y 25 años de edad, indicaron autoridades y testigos.

Ocho de las víctimas, quienes al parecer se negaron a ir con los atacantes, éstos esvestidos de negro, fueron asesinadas en el lugar.

Otros dos cadáveres fueron encontrados en un suburbio pobre de esa localidad, poco más tarde, y del resto se desconoce su paradero; por su parte, el alcalde Elkin Bueno manifestó:``temo que todos estén muertos... Se presume que era un grupo paramilitar''.

Poco antes, el jefe de la policía del departamento de Santander, general Tobías Durán Quintanilla, había dicho que ``hay 10 muertos y estamos hablando de unos 20 desaparecidos, posiblemente algunos se escondieron cuando vieron el desarrollo de la situación, pero otros aparentemente se los llevaron (los paramilitares)... Estamos investigando para ver si esta gente aparece viva o muerta''.

De confirmarse la muerte de los desaparecidos sumarían ya más de 80 el número de personas asesinadas por los grupos paramilitares sólo en el último mes, en lo que analistas consideran una escalada de la violencia de cara a las elecciones presidenciales, cuya primera vuelta se celebrará el próximo día 31. El general Durán explicó a la prensa que la zona donde se perpetró la matanza no es patrullada por las fuerzas del orden, pues, añadió, ``si entraban no salen, porque (a las patrullas) las incendian o los policías son atacados a balazos'', tras subrayar que ahí operan milicias del Ejército de Liberación Nacional (ELN), grupo al que se le atribuye un atentado ocurrido hace dos semanas contra el gobernador de Santander, Miguel Arenas, y el alcalde de Barrancabermeja, Elkin Bueno.

Fuentes militares atribuyeron inicialmente el asesinato del general Landazabal también al ELN, pero el diario El Espectador, que citó a fuentes próximas a la investigación, señaló que los asesinos del militar emplearon los mismos métodos usados en los asesinatos de los abogados Valle Jaramillo y Umaña, así como la dirigenta comunista María Arango.

El crimen, obra de profesionales

En todos los casos, ``los disparos fueron certeros y a la cabeza, y se advirtió un excesivo profesionalismo a la hora de matar'', dijo un investigador .

Las autoridades confirmaron que uno de los automóviles utilizados por los asesinos de Landazábal fue robado por paramilitares en la suroriental localidad de Puerto Gaitán, considerada como un fortín de los escuadrones de derecha, indicó El Espectador.