Se aprobó su retiro para que aclare lo que se le imputa: Cárdenas
Daniela Pastrana Ť Después de conocerse la solicitud de licencia del general Héctor Careaga Entrambasaguas a la Secretaría de Seguridad Pública, Cuauhtémoc Cárdenas expresó que se le aprobó el retiro de sus funciones para aclarar las imputaciones que se le hacen. Reacio a ahondar en el tema, el jefe de gobierno sólo dijo: ``Estoy enterado de ello''. Y rechazó responder a más preguntas.
En tanto, dirigentes de los partidos políticos en la capital consideraron positiva y necesaria la remoción de quien fuera subsecretario de Seguridad Pública. Sin embargo, el PRI consideró tardía la rectificación del gobierno y el PAN insistió en que debe renunciar el secretario de Seguridad Pública, Rodolfo Debernardi.
El líder local del PRD, Armando Quintero, consideró que ``era una renuncia necesaria y obligada'' porque cualquier persona que haya participado en actos de represión como el del 2 de cotubre de 19968 ``no tiene lugar en el gobierno perredista y admitió que el hecho de conocerse que Careaga perteneció al Batallón Olimpia afecta al partido porque ``golpea una de las fibras más sensibles del perredismo''. Sin embargo, aseguró que de haber tenido conocimiento de estos hechos antes no se hubiera aceptado la designación. ``No sé si sabían (las autoridades de la SSP); yo, por supuesto que no sabía'', afirmó.
El líder de la mayoría perredista en la Asamblea, Martí Batres, dijo por su parte que el cambio es ``saludable y positivo'', pero consideró ``normal'' que el gobierno evalúe la actuación de sus funcionarios, y tome decisiones en función de ello'', por lo que ``seguramente habrá más cambios''.
La licencia de Careaga, dijo, ``va a permitir que aumente la confianza en el gobierno. Sin embargo, rechazó la posibilidad de que uno de ellos sea el del secretario de Seguridad. ``Todavía no es el momento de la evaluación (de Debernardi), eso será alrededor de su informe en septiembre y se evaluará en función de sus resultados''.
Para el PAN capitalino, la licencia de Careaga es una ``remoción disfrazada'' provocada por la presión de grupos representativos de la sociedad, y reiteró su demanda de que renuncie Debernardi. En un comunicado, la dirigencia panista señaló que ``considera positiva la salida'', pero esta ``no es garantía de que mejore la seguridad''. Y cuestionó: ``¿Cuántos desaciertos más deberán de sumarse para que el jefe de gobierno se convenza de la necesidad de pedir al Presidente de la República la remoción del cargo del Secretario de Seguridad?''.
Vía telefónica, la secretaria general del blanquiazul en el DF, Carmen Segura, comentó que si bien es positiva la rectificación del gobierno, ésta se hubiera evitado ``si efectivamente se hubiera tenido cuidado en buscar un perfil que no sólo sea idóneo para el jefe de gobierno. Yo dudo mucho que no supieran a quiénes contrataban, pero no supieron las consecuencias que esto tendría'', indicó la panista.
Por su parte, el secretario general del PRI-DF, Oscar Levín Coppel, consideró la determinación como ``un hecho más de incoherencia política'', y ``una decisión tardía, como todo lo que han hecho''.
``¿De quién fue el error?'', cuestionó, ``seguramente no de él, sino que claramente hay una pésima elección''.
Sin embargo, el priísta aclaró que su partido no pedirá la renuncia del titular de la SSP. ``No estamos pidiendo ni la cabeza ni nada con Debernardi, ni con el procurador de Justicia, Samuel del Villar, tenemos la idea de darles un año, porque nos parece un tiempo razonable para hacer una evaluación''.