A pesar de los antecedentes de Durango y Tlaxcala, tal vez el proceso interno de elección de candidato más difícil para la dirigencia nacional del PRI es el de Sinaloa.
Muchos son los factores que contribuyen a generar aristas difíciles en la nominación de candidato del tricolor en ese rico estado del noroeste.
Por principio, Sinaloa es uno de los estados donde se ha registrado mayor crecimiento cuantitativo y cualitativo de la oposición, ya que en los últimos comicios locales el PAN arrebató al PRI las presidencias municipales de las principales ciudades, entre ellas Culiacán y Mazatlán, por mencionar las más destacadas. El PRD no ha tenido mayores éxitos, pero muestra una tendencia creciente.
En consecuencia, si el PRI desea evitar que Sinaloa se sume a las entidades gobernadas por miembros del PAN, necesita presentar un candidato a gobernador que le garantice la victoria y luego reforzarlo con buenos aspirantes a los otros cargos de representación popular.
En el proceso interno para gobernador se inscribieron José Luis Leison Castro, Juan Millán Lizárraga y Lauro Díaz Castro. Todos los enterados consideran que en la práctica la lucha está entre los dos últimos y aquí es donde surgen nuevos motivos de fricción. Por ejemplo, Millán Lizárraga es un destacado miembro de la directiva nacional de la CTM, uno de los pilares del tricolor que a últimos tiempos ha venido a menos.
Díaz Castro surgió de las filas de los agricultores particulares. Fue dirigente de la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa, en la cual surgió también a la vida pública el desaparecido candidato presidencial del PAN, Manuel de Jesús Clouthier.
El hecho de que Díaz Castro le haya por lo menos emparejado en popularidad a Maquío, debería darle suficiente crédito del respaldo de que goza en amplios sectores de la sociedad de su estado. Sin embargo, se ha creado la versión de que su fuerza actual depende del secretario de Gobernación y ex gobernador de Sinaloa, Francisco Labastida Ochoa.
Aquí reside el principal peligro de distorsión del proceso priísta, a pesar de que todos los actores han negado esa supuesta intervención del funcionario federal. Inclusive el supuesto afectado, Millán Lizárraga, ha dicho que no tiene elementos para dar validez a esa versión. Pero como Labastida Ochoa es un precandidato natural a la Presidencia de la República, sus rivales de dentro y fuera del partido del gobierno no dejarán pasar la oportunidad de tratar de desprestigiarlo.
La cosecha
Otro problema para Gobernación es el de los ``observadores'' italianos que se rebelaron ante las disposiciones del gobierno y finalmente fueron expulsados. En la decisión no valieron las amenazas de los italianos de denunciar al gobierno mexicano ante la Unión Europea para tratar de bloquear la firma de un acuerdo comercial con México... A propósito de Chiapas y del indigenismo, será interesante escuchar lo que se diga en la mesa redonda que preparó la representación de Oaxaca en la capital, para este miércoles a las 19 horas. Participarán Armando Labra, Gustavo Esteva, Carlos Tello Macías y Enrique Ku Herrera, además del gobernador Diódoro Carrasco... Oaxaca es el estado con mayor cantidad de población indígena y ha promulgado leyes que reconocen los usos y costumbres para elegir funcionarios y el gobierno de esas comunidades, sin salirse del marco constitucional.
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