La Jornada 11 de mayo de 1998

Elogió el aspirante oficialista la aportación del encarcelado Oviedo

Stella Calloni, enviada, Asunción, 10 de mayo Ť Música de polka de fondo y hasta mariachis. Ante miles de simpatizantes, Luis María Argaña, histórico líder del Partido Colorado, al anunciar la presunta victoria del oficialismo, calificó a la Alianza Democrática de ``antipatria, anticolorada y antiparaguaya'' y aseguró que su organización ``gobernará para todo el pueblo''.

Un discurso encendido como Argaña, quien fuera presidente de la Corte Suprema durante la dictadura de Alfredo Stroessner y luego canciller del gobierno del ya fallecido general Andrés Rodríguez, quien en 1989 derrocara al dictador. Sus palabras fueron saludadas con cohetes que parecían cañonazos.

Le sucedió en la palabra quien se considera ya virtual presidente electo, Raúl Cubas Grau.

``Despues de este memorable día quiero felicitar al pueblo colorado, el verdadero triunfador, cuando se pensaba que el Partido Colorado no tenía condiciones de rehacerse. Se ha comprobado que la democracia en Paraguay comienza y pasa por el Partido Colorado'' dijo Cubas Grau en un tono más mesurado.

Pero no olvidó a su ex compañero de fórmula. ``Quiero en esta oportunidad recordar que no está con nosotros alguien que trabajó por este triunfo: Lino César Oviedo. Hoy venimos a confirmar que el Partido Colorado será nuevamente gobierno no solamente porque boca de urna nos haya dado ganador; se ve en las calles que este es el partido. Mucha gente ha querido crear duda sobre la posibilidad de gobierno''.

``Si en catorce días nos unimos, este gobierno tiene muchas posibilidades de gobernar este país, Debemos ser humildes en esta victoria. Ya demostramos fuerzas . Y debemos trabajar para que todos tengamos buenas condiciones de vida. Para eso se fundó este partido, y con Argaña vamos a trabajar para que los proyectos lleguen a todos, gobernar para todos'', continuó.

Así aludió al hecho de que hasta hace poco más de dos semanas, Argaña era el más enconado rival de la dupla Oviedo-Cubas, que lo había derrotado en las internas de septiembre pasado. Pero cuando la Corte Suprema privó a Oviedo de la candidatura presidencial al confirmar la sentencia a prisión por diez años, Cubas --ingeniero con escasa vida política y poco carisma en comparación con el general retirado-- debió pasar al frente. Como candidato a vicepresidente, la justicia electoral colocó a Argaña, pues su lista quedó en segundo lugar en las internas.

Sin embargo, la mayoría de las pancartas electorales decían Cubas-Oviedo. Y el candidato a presidente volvió a insistir hoy en que su gobierno buscará la ``justicia'' en el caso de Oviedo. Y aunque ha aclarado que no prepara un indulto, habla de la revisión del caso.

Cubas --uno de los Barones de Itaipú, como se conoce a quienes amasaron fortuna trabajando en la construcción de la represa de Itaipú-- se preparaba esta noche para ir a la sede del regimiento de Infantería a visitar a Oviedo.

Había ciertos temores de que los seguidores del militar intentaran ``rescatarlo'' de la prisión. La policía había formado una barrera humana para impedir el paso de eventuales manifestantes. Sólo su familia, sus abogados y autorizados como el propio Cubas Grau, pueden visitar al general retirado, otrora hombre fuerte de Wasmosy y que, aun en prisión, fue el fantasma que recorrió la campaña electoral de la que muchos consideraban las primeras elecciones verdaderamente libres de la transición democrática paraguaya.