VENTANAS Ť Eduardo Galeano
La fiesta
El 10 de mayo de 1987, el Club Nápoles se consagró campeón de Italia por primera vez en 60 años. La ciudad fue vengada por las artes de un mago petiso y ruludo, llamado Maradona, que hacía cantar a la pelota. Y un terremoto de fiesta estalló y lanzó a bailar por los aires a la gente que tenía la jodida costumbre de perder en el fútbol y en todo lo demás.
Al fin de esa noche, un enorme cartel apareció en el cementerio de Nápoles. No se dirigía a la calle, sino a las tumbas. El cartel decía:
¡LO QUE SE PERDIERON