El PRD, esperanza de millones de mexicanos, afirma López Obrador
Georgina Saldierna Ť Al celebrar el noveno aniversario del Partido de la Revolución Democrática (PRD), su dirigente nacional, Andrés Manuel López Obrador, dijo ayer que este instituto se ha convertido en toda una realidad política y en la esperanza de millones de mexicanos. ``Otro partido opositor, Acción Nacional, fundado en 1939, ganó su primera gubernatura a los 50 años de brega política, mientras nosotros ya gobernamos la capital de la República, somos segunda fuerza en la Cámara de Diputados y tenemos todas las posibilidades de ganar la presidencia en el año 2000'', subrayó.
Aclaró que el PRD no sólo busca ganar elecciones, sino ser instrumento para que el pueblo mexicano, en particular los sectores más lastimados por la política económica del gobierno, luchen contra la injusticia, la pobreza y el derecho a una vida libre y digna. En suma: el partido está a favor de la paz, pero no de la paz de los sepulcros; está a favor de la legalidad, pero no de la ley del embudo; está a favor de la libertad, pero no de la libertad del zorro en el gallinero, sostuvo.
Sobre el conflicto chiapaneco, ratificó que el PRD no será comparsa del gobierno en su estrategia para enfrentarlo mediante la política de la fuerza. ``Vamos a seguir militando en la causa de la paz por la vía del diálogo, pero siempre al lado de los indígenas'', destacó.
Ante decenas de militantes que abarrotaron el auditorio de la sede nacional perredista, entre quienes se encontraban los principales líderes, López Obrador explicó que lo alcanzado por su partido en nueve años de existencia se logró gracias a que se han mantenido en alto principios y dignidad. ``Nadie puede decir, en honor a la verdad, que nos fortalecimos... en una época generosa de concesiones políticas del régimen''.
Destacó que el PRD se ha levantado desde abajo al luchar siempre contra la corrupción, contra los privilegios y contra el autoritarismo. ``Los hechos así lo demuestran; nunca hemos aceptado componendas ni arreglos cupulares para alcanzar triunfos electorales; nunca hemos negociado nada que signifique mediatizar el avance democrático del país y jamás hemos convalidado la política económica del gobierno que ha generado el empobrecimiento y la miseria de millones de mexicanos'', resaltó.
Para el presidente nacional del PRD, la mayor parte del pueblo sabe que la verdadera opción de cambio es su partido. Sabe que si llegamos al poder en el año 2000 habrá un cambio de régimen, una verdadera democracia y la aplicación de un nuevo proyecto nacional que responda a los actuales tiempos del mundo, pero con prioridad a la demanda de millones de mexicanos que se debaten en la pobreza.
Por tal razón, manifestó que se han incrementado las hostilidades y el acoso del gobierno en contra de su partido. ``Nuestros adversarios saben que el triunfo del PRD significará el fin del Estado patrimonialista, del poder dedicado al saqueo del erario, al abuso y a la impunidad'', subrayó.
Consideró que los tecnócratas jamás aceptarán que el conflicto de Chiapas es producto de la opresión y de la injusticia social. ``Para ellos sigue como un asunto de indios irreductibles, de alzados mesiánicos y de extranjeros provocadores''. Enseguida, ratificó que el PRD no será comparsa del gobierno en su estrategia por resolver el problema a partir de una política de fuerza.
Por otra parte, mencionó que el reloj de los perredistas está con la hora del mundo. ``Pero ser modernos no implica renunciar a las glorias del pasado, sino nutrirse de ellas, porque ante un mundo donde valores, fronteras físicas, comerciales y financieras se han borrado, corremos el riesgo de perder nuestra identidad si no sabemos respetar y honrar nuestro pasado''.
De esta manera, agregó que las luchas y los héroes que los otros partidos y el gobierno neoliberal han olvidado no están en el basurero, como ellos quieren, sino en el corazón de todos los militantes del PRD.
Por último, pidió a los perredistas ser el puente entre las pasadas generaciones y el mundo que vivirán sus hijos. ``No olvidemos a los de ayer, si queremos que nos recuerden mañana. Heredemos a nuestros hijos y a nuestros nietos el orgullo de ser nuestros descendientes; eso sólo lo lograremos luchando por la libertad, la democracia, el progreso y la justicia para este país''.
En la celebración no estuvo presente el jefe de gobierno capitalino, Cuauhtémoc Cárdenas, quien se encuentra de gira por Estados Unidos; en el acto se guardó un minuto de silencio por los perredistas asesinados y se recordó al ingeniero Heberto Castillo.