La Jornada 7 de mayo de 1998

Matan paramilitares a 22 civiles en Colombia

Afp, Dpa y Reuters, Santafé de Bogotá, 5 de mayo Ť Los grupos paramilitares de derecha cometieron una nueva matanza en el caserío de Puerto Alvira, departamento de El Meta, al asesinar a 22 personas, secuestrar a otro número indeterminado y saquear y quemar los comercios del lugar.

Los criminales llegaron en cuatro camiones, enfundados en uniformes de camuflaje, con botas, y algunos cubriéndose el rostro con pasamontañas, y acto seguido reunieron a los pobladores en una pista de aterrizaje y, lista en mano, seleccionaron a las víctimas.

Todos los asesinados recibieron un balazo en la cabeza, además de que varios fueron degollados y otros estaban carbonizadas. Incluso, entre las víctimas apareció una niña de cuatro años, cuyo padre quedó herido de cinco balazos.

Los paramilitares, que llevan a cabo una guerra sin cuartel contra la población civil a la que acusan de colaborar con la insurgencia, cargaron con alimentos de todo tipo antes de quemar los comercios del poblado, de poco más de 2 mil habitantes.

Los cadáveres los depositaron en el casco central del poblado y en veredas cercanas y además dejaron letreros, uno de los cuales decía ``la meta es El Meta sin guerrilla``; dijeron ofrecer mil 450 dólares a aquellos guerrilleros que deserten.

El presidente Ernesto Samper emitió una declaración para condenar en forma ``enérgica`` la nueva matanza. Convocó a la solidaridad a sus compatriotas para detener la guerra sucia, de la que responsabilizó a los grupos de extrema derecha.

Añadió que había enviado a la zona de la matanza una unidad de la policía especializada en la búsqueda de grupos paramilitares, creada apenas en diciembre pasado luego de sendas matanzas en el este y centro del país, que entonces dejaron un saldo de 50 muertos.

Asimismo, dijo que enviaría a una comisión de fiscales para investigar el caso.

Previamente, Samper había hecho un llamado a los grupos alzados en armas --en referencia a las guerrillas, pero también a los paramilitares-- a una tregua para permitir las campañas proselitistas con miras a las elecciones presidenciales que se efectuarán este mes.

Al mismo tiempo pidió a los obispos católicos y a los pastores de otras confesiones religiosas a que ``prediquen en favor de esta campaña para bajar el tono al enfrentamiento social y reconciliar los espíritus enfrentados``.

El jefe del Comando Sur estadunidense, general Charles Wilhelm, se entrevistó por su parte con el ministro de Defensa colombiano, Gilberto Echeverri, y con el alto mando de la policía, a fin de analizar la relación que hay entre narcotraficantes y guerrilleros.

Wilhelm y sus interlocutores también pasaron revista a la cooperación bilateral para combatir el narcotráfico, los programas de fumigación de cultivos de coca y amapola --materias primas de la cocaína y la heroína-- y la situación de violencia imperante en el país.

El militar visitante, quien recientemente cuestionó el desempeño del ejército colombiano en su lucha contra las guerrillas, se propone visitar por lo menos dos regiones del sur de este país sudamericano donde, según las autoridades locales, suelen operar los rebeldes en combinación con los traficantes de drogas.

En ese ámbito, se informó que ambos países habrán de intensificar la cooperación y el adiestramiento militar conjunto para combatir el narcotráfico y delitos conexos.