DobleJornada, 4 de mayo de 1998
Oaxaca, Oax. En un acto que bien puede marcar un hito en la historia de México, el pasado 21 de abril se instaló la Coordinación General de Programas para el Desarrollo de la Mujer en el estado de Oaxaca, la única entidad del país en la cual se han hecho modificaciones a las leyes fundamentales para sentar las bases de equidad y género que nuestro gobierno federal firmó en Beijing, China, en 1995, y que se pondrán en práctica a través de un convenio interinstitucional que operará más allá del sexenio.
La instalación de esta coordinación, que cuenta con un consejo consultivo de mujeres que refleja la pluralidad política, regional, social y étnica de la entidad, puede calificarse como la conclusión de una serie de acciones encaminadas a dar marcha hacia una sociedad donde hombres y mujeres tengan igualdad plena y efectiva de derechos y oportunidades. Marcha calificada en ese acto como irreversible.
En palabras del gobernador Diódoro Carrasco Altamirano, el desafío inmediato es garantizar que los preceptos jurídicos y las acciones de gobierno se traduzcan en equidad para la mujer, en la práctica cotidiana y en todos los ámbitos del quehacer social e individual. Porque, refirió, la causa de la mujer es la causa de todos los hombres.
Así este abril en Oaxaca revistió un significado simbólico de aliento nacional. Ahí estuvieron reunidas para atestiguar las acciones gubernamentales y por la convocatoria de Clara Scherer Castillo un grupo de destacadas activistas, funcionarias y académicas de la causa de la mujer. Los reconocimientos no se hicieron esperar porque la causa de la igualdad impulsada por las mujeres, dijo otra vez el gobernador, ha logrado avances muy siginificativos y dijo que ha sido la tenacidad, la sensibilidad y el compromiso de las propias mujeres lo que ha sido fundamental para estas acciones.
En el patio del Jardín de Niños del DIF, el gobierno de Oaxaca también firmó un convenio con el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM) para llevar a cabo acciones de defensa de los derechos humanos de las mujeres; se recibió la Cartilla de la Salud que se impulsa nacionalmente para combatir el cáncer cérvico uterino, primera causa de muerte en mujeres de edades productivas y reproductivas; se entregaron reconocimientos a los medios de comunicación locales, y se reconoció el valor y la trascendencia del Programa Nacional de la Mujer que impulsa el gobierno federal.
Ahí también se reconoció la tarea de Leticia Mendoza Toro, rectora de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, y de la rectora de la Universidad Pedagógica, Concepción Núñez Miranda; a ambas por su importante trayectoria en favor de las mujeres.
Acciones legislativas
A siete meses de que concluya el gobierno de Carrasco Altamirano se hizo el recuento. Durante los primeros 100 días de gobierno, se instalaron dos agencias especializadas de atención a los delitos sexuales; paralelamente se dio respuesta a través de la Procuraduría de la Defensa del Menor, la Mujer y la Familia a la violencia intrafamiliar; en diciembre de 1997 el Congreso del estado aprobó reformas a la Ley Estatal de Educación tendientes e eliminar la discriminación de niñas, niños y mujeres; se modificó la Ley Estatal de Salud que busca evitar el carácter negativo de la violencia en el seno de la familia; se modificaron el Código Civil, el Código de Procedimientos Civiles y el Código Penal del estado.
En Oaxaca la Ley Electoral incluyó la cuota reglamentada de representación de hombres y mujeres a los puestos de elección popular y la creación de la Coordinación de Programas de la Mujer garantiza la igualdad.
También se dijo ahí que a lo largo del actual gobierno se ha luchado contra la marginación y la pobreza en programas de Aula Abierta y Progresa, de modo que se propicien, dando preferencia a las niñas y las mamás, las condiciones de equidad; se intensificó el apoyo a madres que trabajan a través de guarderías y centros de desarrollo infantil, con especial atención a la nutrición.
Asimimismo se han otorgado recursos crecientes y acciones de capacitación a programas que impulsan proyectos productivos atendidos por mujeres en zonas campesinas e indígenas.
Sin embargo ``queda un muy largo camino por recorrer'', afirmó Carrasco, porque todavía las mujeres no ejercen a plenitud sus derechos ni ocupan el lugar que les corresponde en la letra de la ley y en la vida cotidiana, en el seno de la familia y en los centros de trabajo, en el gobierno, en las organizaciones civiles, en el arte y en la academia.
Tras la instalación de la coordinación, en un espléndido teatro, la escritora Marcela Serrano, la doctora Margarita Dalton y el director nacional del DIF, Mario Luis Fuentes, presentaron el Manual de Género que escribió la antropóloga y feminista Marta Lamas y patrocinó el DIF para todas y todos los funcionarios de este país. Ahí la elocuencia de la escritora chilena más exitosa de los últimos tiempos conmovió al auditorio:
``Y nosotras... ¿nosotras, qué?, se preguntaba hace unos meses María Cristina, líder mapuche del sur de Chile, al tratar de contar su historia, una pequeña autobiografía para un concurso...''. ``Pienso en las señoras de mi sector que están cuidando en sus casas a sus esposos, a sus hijos... y de ellas ¿qué?''
Miles son los años que encierra esta pregunta, miles las mujeres que se la han formulado. Y miles tambien las que hoy, a costa de lo que sea, han decidido responderla. Y para ese simple acto de respuesta, ella, la otra ella y la otra y la de más allá, han requerido de tal valor, fuerza y entereza, que parecería legítimo pensar: estamos malditas.
Malditas todas: la campesina, la indígena, la ama de casa, la asalariada, la ejecutiva, la intelectual, la escritora. Malditas por nacer en un mundo que no nos esperaba, que no acunaba espacios cálidos para nosotras, que nos apuntó desde la cuna con el dedo en el arbitrario signo de la inferioridad.
``Desde niña tuve un rol recargado por ser mujer. A mi hermano le tenían mucha estima por ser varón, los varones no cocinan, no lavan, él podía jugar, y yo no'' cuenta Aída, del pueblo de Manzanares en el alto Perú''... Y María Santos, de Cajamarca, también dirigente, secunda: ``¡Qué tal raza que sólo mi hermano estudie!''. Y continúan, ya más tristes: ``En un principio mi marido no me ayudaba, se molestaba, me pegaba porque no quería que me reúna con las otras señoras, decía que sólo nos íbamos a chismosear, que la mujer era para que esté en su casa, cuidando a sus hijos o criando a los animales. Yo tenía cólera''...
Cientos de historias de vida de mujeres de América Latina desfilan ante mí, todas tan parecidas, todas circundadas por la pobreza, el dólar y la discriminación, también por el mágico momento del despertar y al fin, por la liberación interior. La misma línea, la misma historia. La misma impotencia. La misma rabia.
Malditas todas, tomaron la maldición por los cuernos, la retorcieron, le dieron mil vueltas, la hicieron aullar hasta que, exhaustas, intentan domarla...
Y a esas historias de vida, agreguemos las que no se han escrito, las que todas, de cualquier pueblo, comunidad o país, podríamos escribir; sumemos las millones de hojas que aún están en blanco y con ellas podríamos tapar el universo entero y dejarlo negro, negro, taparle toda la luz. Páginas y páginas de una larga, única historia (S.L.)
Dra. Margarita Dalton Palomo, de la Casa de la Mujer ``Rosario Castellanos''; Lic. Soledad Baltazar Segura, diputada federal del PAN; Dra. Mara de las Nieves García Fernández, Salud de la Mujer; Lic. Susana Pérez Guerrero, procuradora para la Defensa del Menor, la Mujer y la Familia; Lic. Gloria del Carmen Camacho Meza, Derechos Humanos; magistrada Alicia Alvarez Figueroa, Tribunal Superior de Justicia; Lic. Cielo Cuéllar, abogada; Profra. Concepción Núñez Miranda, UPN; Emilia Guzmán, diputada federal PRI; Lic. Norma Reyes Terán, diputada local PRD; Nancy Mayagoitia, Frente Común contra el Sida; Virginia Hernández, activista política; Julián Contreras, ISTMO Mujeres; Bartola Morales, Mujeres Chinantecas; Uthe Siemers, Mujeres Mixtecas; Silvia Hamilton, artista; Dra. Cristina Galante Di Pace, becaria Fundación MacArthur; Sofía Robles, Mujeres Mixes; Juana Vázquez, Mujeres Zapotecas; Cirila Sánchez, senadora PRI; Georgina Pacheco, Consejo de Discapacitados; Lilia Mendoza, Mujeres del Valle; Luz Divina Zárate, funcionaria; Aurora Acevedo, empresaria; Claudia Martínez, periodista.