Al pueblo chamula, que no deja de asombrarnos
Centenares de campesinos e indígenas de las organizaciones independientes y sus dirigentes se encuentran presos en las cárceles chiapanecas. Los chamulas Domingo López Angel, fundador del CRIACH que hoy profesa la religión islámica, y el evangélico Manuel Collazo, dirigente de la OPEACH están presos en el penal de Cerro Hueco. Fueron capturados durante el operativo de Semana Santa que cientos de militares y policías realizaron en la colonia La Hormiga en busca de ``armas'' y ``drogas''. Sin embargo, podemos hacer las siguientes consideraciones relacionadas con la coyuntura por la que transita la guerra en Chiapas.
1. La región de los Altos --habitada en su mayoría por tzotziles y tzeltales-- se ha modificado sustancialmente a partir del levantamiento armado. Se rompió el arcaico modelo de control caciquil, y en su geografía se consolidan los territorios rebeldes y se construyen las regiones y municipios autónomos a pesar del hostigamiento político gubernamental, policiaco-militar y los asesinatos de los grupos paramilitares.
2. En la ciudad de Las Casas --antes ladina y rodeada de los pueblos indígenas-- se asientan miles de indios que han sido expulsados de sus lugares de origen por la violencia económica y política. Han creado decenas de colonias que gobiernan en la lógica de los ``usos y costumbres'' de sus pueblos y recrean su identidad a partir de los dogmas y rituales de las diversas iglesias evangélicas.
3. Son indios que a lo largo de las dos últimas décadas han formado sus organizaciones abandonado a las oficiales y que en la actualidad mantienen bajo su control un amplio territorio de la ciudad, el comercio ``informal'' en sus barrios, calles, mercados y plazuelas, buena parte del transporte de pasaje urbano, foráneo y de carga, cuentan con una amplia red de comunicación y, en algunos casos, han creado grupos de autodefensa, sobre todo, para contener las expulsiones y agresiones armadas de los caciques de San Juan Chamula.
4. Esta fuerza indígena asentada en la racista ciudad de Las Casas es una preocupación para la élite y los grupos de poder tradicional locales que, dependiendo de la coyuntura política, actúan frente a los indios urbanos: negocian y conceden, los manipulan, corrompen o los cooptan, los dividen, desacreditan y reprimen.
5. En el marco de la ofensiva gubernamental y de los operativos militares en las zonas indígenas, podemos afirmar que el asalto a la La Hormiga, asentamiento ubicado al norte de San Cristóbal de Las Casas, es de los primeros que se realizan en el medio urbano. Un ensayo coordinado en el que participaron instituciones de gobierno, autoridades judiciales, diversas fuerzas policiacas y el Ejército federal con fines contrainsurgentes. Un operativo desproporcionado y arbitrario fundado en presunciones y sospechas. Buscaban ``armas de alto poder'' y aseguraron dos pistolas, buscaban ``drogas'' y aseguraron 80 vehículos de ``dudosa procedencia'' y ``madre ilegal''.
6. En la estrategia de desarticular los potenciales movimientos sociales que se pueden sumar a procesos de mayor trascendencia o que en la próxima contienda electoral signifiquen miles de votos para la oposición, apresaron, durante el operativo, a Domingo López Angel y a Manuel Collazo. Se concretó la ``palabra empeñada'' del gobernador en turno después de su consulta amañada y simbólicamente fue un regalo a los coletos que, días más tarde, celebraron la fundación de la ciudad y su tradicional fiesta de la ``Primavera y de la Paz''.
7. Sin embargo, y quizás lo que más preocupa a la élite y a los grupos tradicionales de poder es la posibilidad de perder en un futuro no lejano el control de la ciudad. Los indios urbanos son considerados por los ladinos como desestabilizadores que han creado situaciones de ingobernabilidad pues, además de ser una fuerza social real, se han convertido en un referente político para los indios aldeanos que acuden a San Cristóbal con la idea de fortalecer sus procesos organizativos, solicitar apoyo o denunciar las injusticias y arbitariedades de los caciques indios que a sangre y fuego pretenden conservar sus viejos privilegios en los municipios alteños. San Cristóbal de Las Casas, sometido a un proceso de indianización, se ve en el horizonte, en opinión de un gran amigo, como la capital de los indios de los Altos de Chiapas.