La zona sur de Veracruz la integran 18 municipios, de los cuales el PRD gobierna diez, el PRI lo hace en 7 y el PAN solamente en uno. El partido del sol azteca encabeza los ayuntamientos más importantes desde el punto de vista económico, político e histórico. Adicionalmente habría que agregar el hecho de que colinda con Tabasco y Chiapas, entidades en donde el PRD tiene trabajo político importante, lo que en conjunto la identifica como una zona estratégica de penetración perredista. ¿Cómo se explica el avance del PRD? La historia particular de la región nos da la respuesta.
Desde que en las postrimerías del siglo XIX, en forma accidental, se descubrieron varios yacimientos petroleros en Coatzacoalcos, y sobre todo cuando posteriormente Pemex (1950) divide el país en tres zonas: norte, con cabecera en Tampico, centro --cuya sede era Poza Rica-- y sur, integrada por todo el sur del país, con su pivote Coatzacoalcos, la región quedó ligada indisolublemente a la suerte que corriera el sector petrolero.
A fines de los años 60, la región sur alcanzó a producir 100 mil barriles diarios. Sin embargo, el mayor auge se inició en la década de los 70, cuando se invirtieron grandes cantidades de recursos para explorar el subsuelo en busca de petróleo a mayores profundidades, con lo cual se descubrieron yacimientos que permitieron producciones hasta ese momento inimaginables. A su vez, Chiapas, Tabasco y posteriormente Campeche se convirtieron en los grandes abastecedores de petróleo y todo el proceso de comercialización se operó desde la sede de la zona sur, Coatzacoalcos. En esa misma década se incrementó a niveles impresionantes la producción azufrera, y se inició la construcción de la primera industria petroquímica (La Cangrejera), la cual en su mayor demanda laboral contrató a 17 mil personas al mismo tiempo.
La importancia de la región sur de Veracruz se evidenciaba en los siguientes datos: a Coatzacoalcos arribaban cinco vuelos diarios y los hoteles estaban ocupados a su máxima capacidad todos los días del año; lo mismo ocurría con los ferrocarriles y muelles. El gerente de la zona sur de Pemex manejaba mayor presupuesto que cualquier gobernador de las 31 entidades del país.
La debacle se inicia a partir de 1982, con una reestructuración de Pemex. Se divide la zona sur en tres gerencias: la sur dejó a Coatzacoalcos como sede, quedó con una jurisdicción muy limitada, y su principal responsabilidad fue la administración de la industria petroquímica; la sureste se encargaría de administrar Chiapas y Tabasco, conocida como la zona Mesozoica, y finalmente la gerencia de Campeche quedó encargada de la zona Marina. A finales de los años 80 desaparecen las gerencias y se crean regiones, con lo cual Coatzacoalcos se ve aún más afectada.
A principios de los años 90 se realiza un recorte de personal que afecta a casi el 50 por ciento de los trabajadores, y 25 mil personas que laboraban en Pemex quedan sin empleo. En las mismas fechas cierran las principales compañías azufreras, lo que en conjunto crea un ambiente social de crisis que lleva a la zona a ocupar el primer lugar de desempleo a nivel nacional, sin que hasta el momento esa situación se haya revertido.
Quienes se beneficiaron de la riqueza generada en los años 80, se llevaron sus riquezas a otra parte; en la zona sur de Veracruz quedó una situación de total estancamiento, altas tasas de inflación, un amplio número de personas que viven en condiciones de extrema pobreza, graves problemas ecológicos y un resentimiento de la población por haber sido saqueada sin que a cambio se le haya devuelto nada.
Eso explica la actual situación social y política de la zona, en donde sus pobladores se han volcado a las urnas en favor del PRD, buscando en éste respuestas a su principal demanda: generación de empleos permanentes. Hasta el momento poco o casi nada han logrado hacer las autoridades municipales, a quienes les ha faltado imaginación y creatividad para encontrar soluciones a la problemática planteada.
Quizá falte el concurso de algún actor local que tome la iniciativa y convoque a sus coterráneos (empresarios, líderes sociales, representantes populares, entre otros) y a otros actores estatales y federales a establecer un acuerdo que tenga como objetivo desarrollar esta región de Veracruz y, en esa forma, revivir las expectativas que todo ser humano requiere para tener confianza en el futuro y un poco de aliento en el presente.