``¡GUATEMALA, NUNCA MAS!'', GRITO EN LAS EXEQUIAS DEL OBISPO GERARDI
Afp, Dpa, Ap, Reuters y Cerigua, Guatemala, 29 de abril Ť Miles de guatemaltecos despidieron hoy al obispo auxiliar Juan Gerardi, tras ser enterrado esta tarde en una cripta de la catedral metropolitana al grito de ``Guatemala, nunca más'', en lo que constituyó un acto masivo de repudio a este crimen y los asesinatos del pasado.
Mientras, el secretario del arzobispado, el sacerdote Erwin García, aseguró que el arzobispo de Guatemala, Próspero Penados del Barrio, recibió amenazas de muerte tras el asesinado de Gerardi.
``Tengo conocimiento de que alguna persona se aprovechó de toda esta situación y llamó al arzobispo para informale que él sería el próximo, afirmó el religioso a la agencia Afp.
El sacerdote explicó que Penados del Barrio ``ha tenido en diferentes ocasiones este tipo de amenazas'', en llamadas anónimas, pero fue precisamente en estos días que se incrementaron tras el crimen del obispo auxiliar de Guatemala.
Gerardi, asesinado a golpes en la noche del domingo luego de que dos días antes había dado a conocer un informe sobre las violaciones a los derechos humanos durante la guerra interna por parte de militares y paramilitares de derecha, fue sepultado esta tarde en medio de un conmovedor homenaje de despedida de personas de todos los estratos.
Previamente al entierro, en la misma catedral se celebró una misa de cuerpo presente oficiada por el arzobispo Próspero Penados del Barrio, quien leyó un mensaje del papa Juan Pablo II, y estuvo acompañado de obispos de las arquidiócesis de los países centroamericanos, México y Estados Unidos, entre otros.
El mensaje papal señaló que el asesinato del obispo Gerardi ``atenta contra la convivencia pacífica'' y alertó para que no sean perturbados los acuerdos de paz.
Asimismo, Juan Pablo II reiteró su consternación y sentido pésame, insistió en repudiar este tipo de actos de violencia e hizo votos en favor en diálogo para asegurar la paz y la justicia.
Correspondió al obispo de Alta Verapaz, Gerardo Flores, lanzar un fuerte mensaje al afirmar que ``la voz de Juan Gerardi seguirá como eco eterno en todos los rincones de nuestra patria''.
Aseveró que no acallarán su voz, sino que la han hecho más potente quienes nacieron más vivir en las tinieblas, mientras el mundo avanza.
Flores, un compañero de asesinado obispo, calificó a Gerardi como un activo defensor de los derechos humanos, pues ``luchó por la paz auténtica, no mentirosa, por la paz que se funda en la justicia y la verdad; por eso dio su vida y por eso quisieron acallar su voz, que hoy suena mucho más de lo que había hecho antes''.
El gobierno guatemalteco envió como su representante a la misa y los funerales al vicepresidente Luis Flores Asturias, pues el presidente Alvaro Arzú tampoco se apareció durante la marcha con el féretro que salió de la catedral metropolitana hacia el centro de la ciudad y regresó a la cripta de la misma catedral.
``Guatemala, nunca más'', frase que titula el informe de Girardi sobre graves violaciones a los derechos humanos, fue la leyenda adoptada en gritos y carteles por las miles de personas que acudieron a la despedida del obispo y que de esta manera expresaron su repudio al resurgimiento de los crímenes de las más de tres últimas décadas de conflicto interno.
Hombres, mujeres, niños, ancianos, dirigentes, sociales, indígenas, activistas de los derechos humanos, la premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú, entre muchos otros, acompañaron el sepelio.
Asimismo, a la catedral metropolitana acudieron representantes diplomáticos para ofrecer sus condolencias al obispo Penados del Barrio.
Durante los actos de despedida hubo claves rojos, como símbolo de amor y de protesta por los desaparecidos en todo el país, en tanto que miles de guatemaltecos estuvieron desfilando por la catedral durante toda la madrugada del martes y este miércoles, vestidos de negro, caminando en forma silenciosa y con velas encendidas en sus manos.
En el acto que cerró las exequias, los compañeros del obispo Juan Gerardi que trabajaron con él en la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado, clamaron por justicia y no por venganza.
El crimen, un hecho aislado: URNG
``Les suplico, les imploro, no más muertes, no más violencia. Construyamos la reconciliación nacional que quería monseñor Gerardi'', fue el llamado.
La antigua guerrilla y hoy partido político de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca, por conducto del ex comandante Ricardo Ramírez, consideró el crimen como un hecho aislado que no entorpecerá el proceso de paz.
No obstante, estimó que pudo ser un acto desesperado de aquellos que se sienten afectados por el proceso pacificador.
En San Salvador y Lima decenas de religiosos y activistas de derechos humanos protestaron frente a las respectivas embajadas de Guatemala en demanda del esclarecimiento del crimen del obispo auxiliar Juan Gerardi, en tanto que las iglesias católica nicaragüense y alemana y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia condenaron también el crimen.
Nuevas condenas y exigencias de esclarecimiento del asesinato de Gerardi se conocieron de Venezuela y Ecuador, y el canciller italiano, Lamberto Dini, sostuvo que el crimen de Girardi es ``un acto inhumano'' proveniente de una lógica de pura violencia y que parece encaminarse a detener la democracia en Guatemala.