La Jornada 30 de abril de 1998

Vivimos una época de darwinismo neoliberal, afirma Carlos Fuentes

Stella Calloni, corresponsal, Buenos Aires, 29 de abril Ť Como hace unos días, cuando habló sobre Los tiempos de la novela en una abarrotada sala mayor de la 24 Feria del Libro que se desarrolla aquí, el escritor Carlos Fuentes atrapó a un auditorio distinto y con una temática diferente, pero que abarcó los tiempos de una región que él mira transcurrir y cuyos cambios analiza con la profunda reflexión de un desenterrador de espejos.

En la sede de la Fundación Argentina por la Libertad de Información (Fuali), que junto con la Cátedra Julio Cortázar de la Universidad Autónoma de Guadalajara organizaron el acto, Fuentes fue ovacionado por un auditorio que, por momentos, se apasionaba, como cuando el escritor dijo: ``Estamos viviendo un darwinismo neoliberal donde los más fuertes y ricos salen adelante y el resto queda atrapado en las redes de la pobreza y la marginalidad''.

A diferencia de muchos escritores locales, Fuentes nunca se escurrió ni incurrió en ambigüedades, y el público le agradeció esto con una devoción que se mantuvo en cada una de sus conferencias o participaciones. ``¿Cómo acompasar una tendencia internacional globalizadora y otra local, integradora?'', fue una de las preguntas clave en este momento político. Y una frase que se espera oír, en tiempos donde la democracia --tal y como se vive hoy-- ha sido puesta en el banquillo de los acusados. ``Democracia, pero con justicia, pero con memoria y desarrollo económico, pero con destino'', dijo el escritor.

Fue destacada su deferencia en el trato hacia el ex presidente Raul Alfonsín, de la Unión Cívica Radical (UCR), quien lo acompañó en la mesa, junto a otras personalidades. Fuentes agradeció ser presentado por ``uno de los hombres de Estado más querido, más respetado y admirado de América Latina''.

``Darwinismo neoliberal''

Después de los aplausos, Fuentes compartió una cena con Alfonsín y con Carlos Chacho Alvarez, el dirigente del Frente País Solidario (Frepaso) que conforma, junto con la UCR, la alianza opositora que triunfó en las elecciones legislativas de 1997 y un grupo de senadores y personalidades. Allí pudo conocer de primera mano la situación general de Argentina, país al que siempre ha admirado.

Más que las palabras, Fuentes habrá podido percibir el otro país que cada día va quedando bajo las aguas y que puso en evidencia ante el mundo un atraso y pobreza estructurales, como fruto de ese ``darwinismo neoliberal'', que él pudo exponer con belleza y transparencia.

Su paso por Buenos Aires impactó en un público que suele encontrar barreras para aquellas palabras que espera oír, y que se esconden en los discursos laberínticos del posmodernismo reinante. El narrador mexicano compartió las mayores preferencias del público con el poeta uruguayo Mario Benedetti.

Fuentes fue mencionado como uno de los escritores que con mayor fuerza desnudó la compulsiva forma de renovación y con elegancia deslizó los contornos de la frivolización.

Su público fue eminentemente femenino. En tanto, Benedetti, quien vivió mucho años en Buenos Aires, logró algo casi imposible: más de 800 personas, la mayoría jóvenes, asistieron a su recital de poesía, donde presentó su más reciente libro. Afectado por el asma, en una ciudad que destila humedad, el escritor tuvo que hacer esfuerzos sólo posibles si se ama a un público fiel, y si bien el día de su presentación en la feria no pudo firmar libros, lo hizo un día después en una librería, donde también estuvo a punto de desfallecer. Más de 300 personas que formaban una larga cola desfilaron ante un Benedetti agitado, pero siempre sonriente, que firmó libros casi hasta el desmayo.

Esclarecer muertes de Cabezas y Bonino

En la otra cara de la feria, el 25 de abril hubo un momento único. Fue cuando en ese inmenso espacio de la feria se hizo silencio para rendir homenaje al reportero gráfico José Luis Cabezas, en un acto convocado por la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA), la Asociación de Reporteros Gráficos y la revista Noticias, donde trabajaba el fotógrafo cuando fue asesinado en enero de 1997.

Danile Das Neves, de la UTPBA, se hizo oír para anunciar que sólo unas horas antes se había realizado una presentación en la sede de Naciones Unidas en Ginebra, para que ese organismo exija al gobierno el esclarecimiento de los asesinatos de Cabezas y Mario Bonino, y de las más de mil amenazas contra periodistas en Argentina.

Asimismo, denunció ante la ONU el hostigamiento y persecución contra la periodista Ana Carega --cuya madre fue secuestrada y desaparecida en Argentina en 1977-- después de haber colaborado con el juicio que lleva en España el juez Baltasar Garzón.

Ayer, en una sala de esta misma feria, que tuvo como lema los valores humanos, intentó presentar un libro el ex comisario Miguel Etchecolatz, uno de los mayores torturadores de la pasada dictadura militar. Aunque finalmente no se produjo esta presentación, la editorial que lo publicó, Hora Clave, presentó otro libro, Subversión: la verdadera historia, que es el que reparte la Asociación Unidad Argentina entre las fuerzas armadas.

Terminó como era previsible: con varios jóvenes golpeados, quienes protestaban contra estas presencias, así como vidrios rotos. Otra Feria.