La Jornada 30 de abril de 1998

La certificación de EU, sin cambios en 1999

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 29 de abril Ť La división en el gobierno de Bill Clinton entre los que apoyan el proceso de certificación a otros países sobre su cooperación antinarcóticos y aquellos que se oponen es tan profunda, que Estados Unidos ha decidido dejar sin cambios el mecanismo para el próximo año, y el grupo intergubernamental para el tema ha cesado casi por completo sus trabajos.

Estados Unidos apoyará una propuesta en la reunión de la Comisión Interamericana de Control del Abuso de Drogas la semana entrante para explorar mecanismos multilaterales dedicados a fortalecer la cooperación antinarcóticos.

El zar antinarcóticos de la Casa Blanca, Barry McCaffrey, ha argumentado que un esfuerzo multilateral mediante una instancia de la Organización de Estados Americanos (OEA) podría sustituir el proceso unilateral de certificación que realiza en la actualidad Estados Unidos. ``Eso enterraría la certificación'', comentó McCaffrey en febrero.

Sin embargo, en las discusiones entre diversas agencias del gobierno estadunidense, la sugerencia de McCaffrey de que un mecanismo de la OEA podría sustituir el proceso ha sido rechazada por el Departamento de Justicia y otras agencias del Departamento de Estado.

Un funcionario señaló que la procuradora general, Janet Reno, reafirmó su apoyo al proceso de certificación en febrero.

``Dentro de la comunidad de seguridad pública creemos que el proceso de certificación ofrece las evaluaciones necesarias así como los puntos claves sobre los cuales podemos proceder en la cooperación, tanto interna como internacionalmente'', dijo.

Varios funcionarios del Departamento de Estado han reiterado opiniones parecidas.

Las divisiones dentro del gobierno son tan pronunciadas que hoy no podían enviar a funcionarios del Ejecutivo a presentar su perspectiva en una audiencia del Congreso en torno al asunto de la certificación.

``Simplemente no había acuerdo sobre qué declararían'', explicó un funcionario a La Jornada, y esta falta de consenso provoca irritación entre algunos legisladores que promueven un cambio en el proceso de certificación, pero creen que no es posible antes de que la propia administración Clinton llegue a un consenso interno sobre qué tipos de cambios son apropiados.

En la audiencia legislativa de hoy sobre la certificación, Brent Scowcroft, ex asesor de Seguridad Nacional de George Bush, señaló que la ley de certificación debería ser enmendada para que en vez de castigar a los países que no cooperan, Estados Unidos ofrezca recompensas financieras adicionales a los que sí cooperan con los esfuerzos antinarcóticos de este país.

Bernard Aronson, ex secretario asistente de Estado para Asuntos Interamericanos, también argumento que esta ley debería ser más flexible para permitir discreción del Ejecutivo en su aplicación.

``Hay muchos golpes de México en estos días y es fácil hacerlo-- dijo Aronson al señalar una consecuencia del proceso de certificación--. Pero no ayuda a construir la cooperación, genera titulares, pero no nos ayuda trabajar conjuntamente''.

Sin embargo, este punto de vista fue rechazado por Jeanne Kirkpatrick, ex embajadora del gobierno de Ronald Reagan, quien indicó que los únicos cambios de la ley que deberían ser contemplados son los que la harían aún más dura.

Y Benjamin Gilman, presidente del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara, donde se realizó la audiencia, sólo afirmó que ``la certificación funciona''.

Irónicamente, la audiencia de hoy fue convocada por instrucciones del presidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich, quien sostiene que esta ley socava las relaciones internacionales de Estados Unidos en el hemisferio.

Gilman había maniobrado para no realizar audiencia sobre el tema, pero Gingrich le ordenó hacerlo y permitir que varios testigos fueran invitados para hablar sobre cambios en el proceso de certificación.

Pero sea cual sea la posición final de una mayoría del Congreso, las divisiones en el gobierno de Clinton presentan un obstáculo mayor a cualquier cambio en el proceso y, según varias fuentes, toda discusión seria sobre alternativas a la certificación del Ejecutivo ha terminado, por el momento.

``Vamos a tener certificación el año entrante'' aseguró a este diario un funcionario del gobierno de Clinton.