La Jornada 30 de abril de 1998

Hay 7 mil niños trabajadores en la ciudad de México; representan 7% de la PEA, informa Casa Alianza

Elia Baltazar Ť La infancia no es una ni la misma para los más de 5 millones de menores de 15 años que viven en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México.

Maltrato, abandono, explotación, pobreza y enfermedad son los rostros de una misma realidad que alcanza a miles de niños capitalinos, cuyo número exacto no alcanzan las estadísticas a revelar ni nuestros ojos a descubrir. Se trata de niños y niñas que trabajan, padecen sida, viven en la calles o soportan el maltrato físico o psicológico de padres y tutores.

Martín tiene 13 años y desde los ocho trabaja en la Central de Abasto como diablero. Vive con sus padres y es el segundo de seis hermanos. Gana entre 40 y 50 pesos diarios, pues no sólo la hace de estibador, también lava camiones y limpia bodegas. ``No me gusta, pero qué le hago. Ya me acostumbré''.

Casa Alianza México, institución dedicada a la atención de niños de la calle, revela que aproximadamente 7 mil menores entre los 5 y los 14 años de edad trabajan en el Distrito Federal y representan 7 por ciento de la población económicamente activa (PEA).

Otras voces alertan sobre el trabajo infantil, pues aun muchos de los pequeños que viven en el núcleo familiar están obligados a colaborar con el gasto. Según cifras proporcionadas por el DIF capitalino, 62 por ciento de los niños que trabajan en la ciudad son menores de 13 años; seis de cada 10 desertan de la escuela antes de cumplir los 14, y más de 10 mil trabajan entre cinco y siete días a la semana, en jornadas que van de 5 a 14 horas diarias.

María Luisa, de 14 años, vive en San Isidro, estado de México y viaja diariamente a las calles del Centro Histórico para emplearse de mandadera. Va y viene por las calles, con encargos de las tiendas. Es la mayor de tres hermanos y sólo vive con su madre. ``No sé dónde está mi papá, pero ahí nos arreglamos para comer. Me preocupan mis hermanos, porque sí quiero que estudien''.

Las principales actividades en que se emplean los niños son la pepena, la estiba y la mendicidad, según un censo levantado por las autoridades del Distrito Federal en 1992. El documento también aborda el caso de las menores, pues de un total de 4 mil 212 niñas censadas, 70.6 por ciento trabajan en la calle y mantienen relación con su familia; 23.3 por ciento son indígenas emigradas a la ciudad, que viven o trabajan en la calle. El mayor porcentaje, según informa el DIF, se dedica, predominantemente, al comercio ambulante, la mendicidad, la limpieza de parabrisas, la actuación y la prostitución.

Dura infancia

A la explotación laboral se suman otros males de la pobreza, como las enfermedades, el abandono, el maltrato y la deserción escolar. Según cifras proporcionadas por la diputada local Angélica Luna Parra, 19 por ciento de los menores que cursan la educación básica -un millón 41 mil según cifras de la SEP-, 19 por ciento padece problemas de desnutrición. Además, agrega, una de las principales causas de mortalidad infantil siguen siendo la neumonía y los problemas respiratorios, pues de los 661 casos registrados en 1995, 86 por ciento terminó en deceso.

El sida también es una realidad que ya viven los menores en la ciudad y el país. El Consejo Nacional para la Prevención y Control de Sida ha advertido que en el país existen 643 casos registrados de menores de 15 años, de los cuales, 410 son varones; 233, mujeres. Además hay 184 casos de bebés con sida.

No obstante, los especialistas aceptan que el número de niños seropositivos reportados es menor que la verdadera cantidad de casos de sida ya diagnosticados, pero aún no notificados o que nunca se sabrán.

La violencia cerca la infancia de muchos menores, objeto de maltrato en sus casas, escuelas o en la calle. La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal ha informado que en sus oficinas de Atención al Menor se reciben, al menos, entre 30 y 40 llamadas diarias que reportan maltratos.

Las zonas marginadas de la ciudad son puntos de deserción escolar de un gran número de niños que no cuentan con las condiciones básicas para llevar a cabo sus estudios.

Aprovechamiento más bajo

La Subsecretaría de Servicios Educativos para el Distrito Federal ha señalado 10 puntos en los que se registran las calificaciones más bajas de alumnos de primaria y secundaria, de acuerdo con los exámenes que aplica por igual en todos los planteles capitalinos.

Se trata de 584 escuelas repartidas en las 16 delegaciones, las cuales cuentan con casi 200 mil alumnos cuyos resultados de aprovechamiento, en conjunto, son los más bajos de la ciudad, pues sus promedios no rebasan el 3.4 en primaria y 4.7 en secundaria.

Una de ellas, de nombre Símbolos Patrios, se encuentra en Iztapalapa, en San Miguel Teotongo, donde el maestro Joaquín Arvis comenta: ``La mayor parte de los niños no termina ni la secundaria, porque tienen que ayudar al gasto familiar. Son pequeños provenientes, principalmente, de Oaxaca y Guerrero, cuyos padres no terminaron ni el cuarto año. La falta de recursos económicos y el descuido impide que muchos de ellos rebasen la secundaria y, en algunos casos, la primaria''.


Elia Baltazar Ť Durante los últimos 10 años, aproximadamente 1.5 millones de menores murieron en conflictos armados y más de 100 millones son niños de la calle, según un estudio realizado por Human Development Report, dado a conocer por la Comisión Mundial de Cultura y Desarrollo (UNESCO) en el informe Nuestra diversidad creativa.

Se apunta: ``Viejos problemas como los malos tratos, la explotación y el trabajo forzado han vuelto a aparecer con más fuerza, por lo que millones de niños en el mundo deben ser rescatados de las degradantes condiciones del trabajo forzado que minan su salud, educación y bienestar''.

En el estudio avalado por la UNESCO se revela que 40 por ciento de los habitantes de los países del sur, considerados del Tercer Mundo, tienen menos de 15 años, frente a 20 por ciento correspondiente a los del norte o desarrollados.

``El porcentaje de la población de 5 a 15 años en edad escolar es, por consiguiente, dos veces mayor, aunque los ingresos nacionales de los países en desarrollo son, en el mejor de los casos, una vigésima parte de lo que obtienen las naciones ricas''. A pesar de los bajos ingresos, muchos países destinan recursos a ``inútiles proyectos de prestigio, empresas públicas deficitarias que subsidian a la clase media y, sobre todo, a gastos militares.''

Países como Irak y Somalia, se agrega, gastaron cinco veces más en su ejército que en educación y salud. Etiopía, Nicaragua, Pakistán y Siria, de dos a tres veces más y aun Tanzania gastó más del doble.

Llega marcha contra el trabajo infantil

Según la Organización Mundial del Trabajo, en el mundo están empleados 73 millones de niños, y si se incluye a todos los menores de 14 años económicamente activos, agrega, la cifra podría rebasar los 250 millones.

Por todo lo anterior, el 27 de febrero de 1997 se celebró en La Haya, Holanda, una reunión acerca del trabajo infantil en el mundo, en el cual participaron 27 países de varios continentes.

De ese encuentro surgió la idea de impulsar la Marcha contra la Explotación del Trabajo Infantil, la cual llegará hoy, a las 8:50 de la noche, al aeropuerto capitalino, para visitar después Monterrey, Nuevo León y Tijuana, Baja California. Su destino será Estados Unidos.