Robles: pistas sobre los asesinos de los 3 policías
Bertha Teresa Ramírez Ť El Servicio Médico Forense (Semefo) confirmó que los cadáveres de la pareja envuelta en cobijas, que tiraron los ocho sujetos que luego asesinaron a tres policías, no presentan tiro de gracia ni impacto de proyectil, por lo que su muerte se produjo por estrangulamiento y golpes.
El cuerpo del hombre, de entre 45 y 50 años, mide 1.82 metros, es de complexión robusta y también tiene huellas que indican que trató de defenderse, además de un fuerte golpe en el ojo derecho y otro en la espalda. El de la mujer mide 1.83 metros, es blanca y de complexión delgada.
El subdirector del Semefo, Rodolfo Rojo Urquieta, señaló que los cadáveres no presentan ninguna herida por proyectil y que los golpes y huellas de estrangulamiento se clasifican como mortales. De acuerdo con los primeros exámenes de la autopsia, el deceso de la pareja ocurrió la madrugada del domingo.
La masacre que costó la vida a los policías Raúl Díaz Arriaga, Fermín Aburto Bernardino y Arturo González, impactó a la policía capitalina, y con ellos llegó a 19 el número de agentes que mueren en servicio en lo que va del año. ``No hay la menor duda de que el asesinato de los policías es responsabilidad de criminales organizados'' señalaron altos funcionarios de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), e indicaron que el homicidio de la pareja ``obedece a un posible, ajuste de cuentas en el que podrían estar involucrados elementos de otras corporaciones policiacas federales''.
Hay versiones de que la fuga de los homicidas fue protegida y que la masacre en la que perecieron los policías la realizaron profesionales, a quienes no les tembló el pulso para activar con precisión los cuernos de chivo. Sin embargo, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) no aportó información nueva sobre el caso, en tanto la Policía Judicial, mantiene total hermetismo en torno a las investigaciones y sólo se limitó a informar que las indagaciones para el esclarecimiento del crimen siguen su curso.
Por la tarde la SSP, informó que los deudos de los policías serán indemnizados con 200 mil pesos, en promedio, que se obtendrán por seguro colectivo, gastos funerarios, aportaciones de la caja de previsión Social, de acuerdo con las aportaciones y antigüedad.
Daniela Pastrana, Raúl Llanos y José Galán Ť Luego de manifestar que las mafias organizadas serán combatidas con todo el rigor que el derecho permite, la secretaria de Gobierno del Distrito Federal, Rosario Robles, sostuvo ayer que se cuenta con pistas de los sujetos que acribillaron a tres policías en el sur de la ciudad.
Al respecto, dirigentes y legisladores de oposición advirtieron de la evidente descomposición social que hay en la ciudad y criticaron duramente la falta de programas de seguridad del gobierno capitalino.
Por su parte, el líder del PRD-DF, Armando Quintero, destacó que la forma en que se dieron los hechos ``hace creer que fue una provocación''.
Para Manuel Aguilera, líder del PRI-DF, la capital del país está en camino de la tijuanización, o lo que es peor, dijo, de la colombianización, debido a los ejemplos de ajusticiamiento y violencia utilizada en ese caso.
Por su parte, el dirigente local del PAN, Gonzalo Altamirano Dimas, dijo que ni la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) ni la Procuraduría de Justicia capitalina han dado resultados concretos en el combate a la delincuencia. Irónico, señaló al secretario de seguridad: ``(Rodolfo) Debernardi es el único aviador identificado plenamente en el gobierno capitalino''.
En tanto, Armando Salinas, presidente de la Comisión de Seguridad Pública de la Asamblea Legislativa, consideró que el permitir que las calles de la ciudad de México sigan siendo escenario de cruentos enfrentamientos llevará a una ``descomposición social importante'' y a situaciones de ingobernabilidad.
Entrevistados por separado al salir de la reunión de la mesa central para la reforma política, Aguilera Gómez y Altamirano Dimas señalaron que se trata de una situación muy delicada y verdaderamente preocupante, y resaltó que hay una percepción clara en la población de que no se ha logrado bajar los índices delictivos.
A pregunta expresa, el líder priísta rechazó que su partido vaya a pedir hoy la renuncia del secretario de Seguridad Pública, Rodolfo Debernardi, durante su comparecencia ante la ALDF.
Se necesita acción: Salinas Torre
Por su parte, el panista dijo que se trata de hechos muy graves que evidencian la falta de preparación de la policía.
En entrevista, Salinas consideró que la muerte violenta de los policías ``no es más que una muestra sistemática y reiterada de la falta de lineamientos de una política criminal''.
Añadió que ``lo que no es perdonable es que tengamos a un gobernante y a un equipo de gobierno y no tengan un programa que llevar a cabo en el principal tema de la ciudad''.
Salinas Torre manifestó que las actuales autoridades insisten en hacer diagnósticos en materia de seguridad pública cuando lo que se necesita es conocer métodos, programas, proyectos, sistemas para hacer más eficiente y eficaz la policía y la seguridad pública.
Para el legislador panista, ``tenemos casi seis meses de gobierno, cinco de preparación y tres de campaña y no hay otros programas; es decir, la seguridad pública que asume el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas y su partido es la seguridad pública que tanto criticaron al ex regente Oscar Espinosa''.
Sostuvo que ``el único responsable'' de los resultados, programas y acciones que se emprendan en esta materia durante los próximos años, es del Ejecutivo local, ya que es quien acordó con el presidente Ernesto Zedillo los nombramientos de los titulares de las instituciones de seguridad.
Por su parte, Quintero comentó que son ``demasiados errores'' de los agresores para creer que se trató de un encuentro fortuito con los policías.
``Hicieron todo muy obvio, en el Periférico, en un horario en el que no está sola la ciudad, en una zona en la que no está abandonada; francamente creo que no está mal preguntarse si no es una provocación'', dijo el perredista, quien advirtió que son llamadas de atención para tratar de amedrentar a los funcionarios en la lucha contra el narco.