Acribillan ocho gatilleros a cuatro policías capitalinos
Bertha Teresa Ramírez y Humberto Ortiz Ť Quinientos cartuchos percutidos dieron cuenta de la mortal agresión de ocho sujetos en contra de cinco policías preventivos que los descubrieron cuando se deshacían de los cuerpos de una pareja. Con metralletas cuernos de chivo mataron a cuatro de los uniformados y dejaron gravemente herido a otro.
Así, un probable ajuste de cuentas entre narcotraficantes alcanzó a los agentes de seguridad pública que hacían su rondín por las calles de Unión y Torres de la Unidad Habitacional Portes Gil, en el perímetro de Tlalpan.
De acuerdo con las primeras investigaciones los policias no tuvieron ni siquiera tiempo de repeler la agresión y fueron acribillados.
Los uniformados pertenecientes al sector 51 de Tlalpan detectaron que de una camioneta Suburban y un Automóvil Pontiac color blanco descendía un grupo de aproximadamente ocho sujetos cargando dos bultos en forma sospechosa.
Fue entonces cuando Raúl Díaz Arriaga y Fermín Aburto Bernardino decididieron interceptar la maniobra de los desconocidos pero en el acto fueron rechazados con una ráfaga de metralleta AK-47, mientras que sus compañeros Arturo González Médina, Armando Granados Morales y Ladislao Santoyo Espinoza trataron de cubrirse.
En el lugar cayeron muertos Raúl y Fermin y quedaron lesionados Arturo y Armando; más tarde estos dos últimos murieron en el hospital Dalinde. Ladislao sólo recibió un tiro en la pierna derecha. Fue tan rápida la acción de los agresores que no hubo tiempo de pedir refuerzos.
Los hechos ocurrieron a las 6:30 de la mañana cuando a bordo de las patrullas 11137, 11855 y 11849, los uniformados circulaban en convoy y a la altura del Hospital de Pemex se percataron de que varios sujetos arrojaban dos bultos de una camioneta Ram de color gris; al llegar hasta el lugar, desde otro automóvil Estratus color blanco les dispararon ráfagas de metralleta.
En el lugar se encontraron más de 150 casquillos. A unos 300 metros de donde ocurrió la balacera se encontró abandonado el Pontiac blanco con placas 453-JUB; el auto tenía 11 impactos de bala.
La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal informó que los dos cadáveres --de un hombre y una mujer adultos-- que fueron lanzados envueltos en una cobija por los agresores pudieran haber sido los que tripultaban del Pontiac.
En la averiguación previa 65/682/98-04 se indica que hasta el momento se desconoce la identidad de las personas que fueron arrojadas en la calle de la Unión y Torres, así como la identidad de los agresores.
Hasta el medio día del pasado domingo una fuerte movilización policiaca se registró en la zona, sin que la policía pidiera detener a alguno de los agresores. En lugar peritos, judiciales y preventivos trabajaron con la finalidad de recoger evidencias de la mortal balacera.