Balean asaltantes a usuarios en un vagón del Metro; tres heridos graves
Humberto Ortiz Moreno Ť Tres heridos graves dejó un enfrentamiento entre usuarios del Metro y un grupo de delincuentes armados que pretendía asaltar a los pasajeros de un vagón de la línea 3 del Sistema de Transporte Colectivo (STC).
Pánico y una intensa movilización policiaca provocó el incidente que tuvo lugar entre las estaciones Guerrero e Hidalgo del STC.
De repente, cuando menos lo esperaban, a las 11:30 horas de ayer, los pasajeros del vagón 5 del Metro, que iba de Indios Verdes-Universidad, se vieron indefensos cuando dos supuestos ciudadanos comunes se transformaron en peligrosos delincuentes al sacar sendas pistolas para amagar en exigencia de las pertenencias de las personas que viajaban en la unidad del convoy.
Armados sólo con su valor, algunos usuarios quisieron repeler la agresión, pero sólo para que los ladrones abrieran fuego en todas direcciones.
Las balas alcanzaron a Guillermina Cadena, de 34 años de edad; a Miguel Muñoz Rojas, de 17, y a otro menor cuyo nombre no fue dado a conocer. El estado de salud de los tres heridos es reportado como grave.
Agentes judiciales y policías preventivos montaron un operativo en las inmediaciones de la estación Hidalgo del Metro para capturar a los delincuentes, pero todo fue infructuoso. El susto entre los usuarios del STC fue tal que corrió el rumor de que los asaltantes aún permanecían en las instalaciones.
Cuando todo regresó a la calma, testigos de los hechos confirmaron que dos sujetos abordaron el vagón en una estación no determinada, pero que en cuanto el convoy cruzó el túnel entre las estaciones Guerrero e Hidalgo mostraron sus armas para despojar a los pasajeros de sus valores.
También corroboraron que algunas personas del sexo masculino buscaron rechazar el atraco y que esto fue lo que provocó la lluvia de balas.
Los gritos de auxilio no pudieron salir porque las paredes del túnel los ahogaron, relató la señora María de la Luz Reyes, madre de Guillermina Cadena, herida en la refriega. Y cuando el operador del convoy abrió las puertas en la siempre congestionada estación Hidalgo, los malhechores salieron huyendo y se perdieron entre la muchedumbre.