Se recordó a Paz en la entrega del Premio Cervantes a Cabrera Infante
Juan Manuel Villalobos, especial para La Jornada, Alcalá de Henares, 23 de abril Ť Con un texto sui generis dedicado a la memoria de Octavio Paz, Guillermo Cabrera Infante recreó, en la entrega del premio Cervantes que se le concedió el año pasado, una cena ficticia con Miguel de Cervantes, ``ocurrida'' el día de su muerte.
Cervantes, dijo el escritor cubano, ``murió el 22 de abril de 1616. Curiosamente el 22 de abril es el día de mi cumpleaños, pero prefiero que siempre se celebre el día de Cervantes el 23. Ese día comenzó su inmortalidad''.
En presencia de los reyes de España; del presidente del gobierno español, José María Aznar, y de los miembros del jurado, entre ellos Camilo José Cela, Mario Vargas Llosa y Fernando Lázaro Carreter, director de la Real Academia Española, el autor de Tres tristes tigres se refirió a un juego literario, ``un salto mortal sin red: ¿Con quién famoso te gustaría cenar esta noche?''
Adiós gracias, adiós donaires
Con estas palabras comenzó Cabrera Infante: ni con Petronio, ni con Shakespeare, el primero por el latín, el segundo por el inglés. El premio Cervantes 1997 hizo honor a este día y eligió al autor de El Quijote, y con él, a la lengua castellana.
``Creo que el estudio propio de la literatura no es la obra sino el escritor'', justificó el autor de La Habana para un Infante difunto, al recrear el diálogo entre Miguel de Cervantes y él mismo.
``Para mí --le dice Cabrera Infante al símbolo de la literatura castellana-- todos sus libros son un libro: único, real y maravilloso, el mejor que se ha escrito en nuestro idioma.
``--Si no fuera por mis años y el sol de estas Castillas que me han curtido, me sonrojaría.
``--Ya sé que usted no ha padecido nunca de vanidad ni de envidia literaria.
``--Nunca --dijo enfático Cervantes.''
Este hombre que dejó Cuba en 1965 para no volver hasta la fecha, reinventor de géneros, reivindicó en su peculiar diálogo al autor de El Quijote.
Habló del gusto que Cervantes tenía por la música, y de las palabras de Lope de Vega que negaban talento al autor de aquellas líneas, hoy famosas: ``En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme...''
``No soy yo el que ha perdido el idioma, sino es el idioma que me ha perdido a mí'', dice Cervantes en voz de Cabrera Infante y agrega: El Quijote ``es la parodia de una alegoría. Mi Quijote no es más que la parodia de los libros de caballería. Ni más ni menos''.
Las palabras se extinguen y la voz de Cervantes en labios de Cabrera Infante se hace propia. El cubano recuerda una cita del autor español: ``Mi vida se va acabando, y al paso de las efemérides de mis pulsos, que, a más tardar acabarán este domingo. Adiós gracias, adiós donaires, adiós regocijados amigos, que yo me voy muriendo y deseando veros prestos contentos en la otra vida''.
Cervantes, dijo Cabrera Infante, dejaba de ser un mero mortal para pasar a la inmortalidad.
``Permítanme una palabra o dos antes de irme. Puedo decir que en España han sido en extremo generosos conmigo. Todos saben cómo he perdido a mi lector natural, pero no lo lamento. He ganado otros aquí y en todas partes. Mis pares me concedieron este premio Cervantes, que atesoro'', agregó.
--¿Cómo se siente después de todo esto?
--Muy bien. Es evidente que provoca en mí un antes y un después...
Emocionado recuerdo
El rey de España, Juan Carlos I, inició su discurso con palabras dedicadas al poeta mexicano Octavio Paz.
``Entristece nuestra celebración, dijo, la reciente desaparición de Octavio Paz, eminente gloria del pensamiento y de la literatura en lengua española, a quien tuve la satisfacción de entregar este premio Cervantes en 1981 y a quien quiero dedicar hoy muy especialmente un emocionado recuerdo.''
Asimismo, el rey se refirió a Cabrera Infante como ``uno de los más conspicuos escritores que ha dado la isla: el feliz autor de Tres tristes tigres, monumento a la versatilidad de nuestro idioma, a su aguda comprensión del mundo, a sus infinitas capacidades de manifestación estética''.
Juan Carlos I agregó que Cabrera Infante tendrá siempre un lugar de honor en la historia de la literatura. Este premio, dijo finalmente, es ``causa de su excelencia como escritor y como hombre''.
El premio Cervantes es el máximo reconocimiento literario en lengua castellana con el que se distingue, desde 1976, a un escritor que por sus obras, su calidad literaria y su contribución al legado hispánico se ha hecho merecedor de él.
La entrega del galardón, que se celebra cada 23 de abril en la ciudad natal de Miguel de Cervantes, con motivo de su aniversario luctuoso, coincide con el día internacional del libro.
Han obtenido el premio en ocasiones anteriores, Jorge Luis Borges, Juan Carlos Onetti, Octavio Paz, Rafael Alberti, Carlos Fuentes, Adolfo Bioy Casares, Mario Vargas Llosa y Camilo José Cela, entre otros.