Es mentir.
Ricardo Salinas Pliego, presidente de Elektra, se ha vuelto modesto y la semana pasada informó que su negocio de agiotismo obtuvo, en 1997, 5 millones de dólares de ganancia por transferencias monetarias de los trabajadores mexicanos de Estados Unidos hacia México. Para ilustrarnos, afirmó que Elektra maneja el 30 por ciento de las remesas y que de éstas su comisión en promedio es del 17 por ciento, pues ``la gran mayoría se la queda Western Union'', su socio en Estados Unidos.
Definido como un servicio ``caro'' y con ``riesgo financiero elevado'', Elektra y Salinas Pliego se volvieron modestos ante sus competidores, Telecom y Banamex, y para explicar con racionalidad su humilde ganancia citó a Lincoln como prueba de que el pueblo no se deja engañar y que eligen sus servicios ``millones y millones de personas'' que los prefieren hasta diez veces por año, ya que, pese al robo, son los mejores y eso requiere comprensión de los usuarios ante el peligroso negocio de Ricardo Benjamín.
Acostumbrado a hacer de la información basura, insistió en que Western Union es el verdadero agiotista y que ellos en realidad son víctimas de las circunstancias del mercado y las transferencias; casi casi es un servicio social y humanista de TV Azteca que para financiarse tuvo que emprender el riesgo de dedicarse a la venta de electrodomésticos nacionales a precio de dólar, siguiendo el ejemplo de Carlos Salinas que convirtió a la pobreza y la extrema pobreza en uno de los mejores negocios. Elektra-TV Azteca son en realidad abarroteros de pueblo; basta ver cómo mueven la programación de sus canales con la misma mentalidad que el tendero de la esquina en tiempos de crisis: no te vende azúcar si no le compras un kilo de huevo; en este caso, puedes ver telenovelas, siempre y cuando les consumas a la Chacala Alatorre y su sangriento noticiario.
Al grano: en 1994, según el Programa para las Comunidades Mexicanas en el Extranjero de la Secretaría de Relaciones Exteriores, a partir de datos del Banco de México, el monto de las remesas de Estados Unidos por los trabajadores connacionales fue de 4 mil 31 millones de dólares, es decir, el cuarto nivel de ingresos de divisas en el país, luego de exportación de manufacturas, petróleo y turismo. Los ``turistas'', que en realidad son mexicanos de visita en su país, en 1994 representaron 30.5 por ciento de los visitantes a México, lo cual significa que los mexicanos en Estados Unidos, sean trabajadores o turistas, son en conjunto la tercera y segunda fuente de divisas en el país.
Si hacemos cuentas con esta cifra, con los mismos porcentajes que proporciona Salinas Pliego resultaría que 30 por ciento de las remesas enviadas que maneja Elektra sería de mil 209 millones de dólares, y el 17 por ciento de sus ganancias confesas serían no los modestos 5 millones de dólares que declara haber ganado Ricardo Benjamín, sino 205.5 millones de dólares, es decir ¡4 mil 100 por ciento! más, a menos que se haya desplomado el negocio entre 1994 y 1998.
Curiosamente, en protección a este negocio privado ``caro'' y ``de alto riesgo'', la Union State Service Postal (USPS), una de las 500 empresas más grandes del mundo, se ha venido oponiendo al convenio propuesto por el Servicio Postal Mexicano (Sepomex) para establecer una red pública para envíos de remesas, lo cual perjudicaría a narcotraficantes y especuladores, ya que todo envío dejaría huella y dejarían de jinetear este capital y de cobrar comisiones por lo que el jugoso negocio se convertiría en un servicio público. USPS afirma que no puede establecer estos convenios con su contraparte mexicana aduciendo ``problemas técnicos'', y esta falta de reciprocidad entre el correo norteamericano y el mexicano resulta perjudicial para los especuladores de allá y de acá.
Pablo Collado, director de Servicios Financieros de Elektra, afirmó que la empresa sólo manejó el año pasado 700 millones de dólares de la remesa total; esta cifra, según Salinas Pliego, vendría siendo el 30 por ciento del total de las remesas de los que obtuvieron, según Collado, 2.5 por ciento de comisión: 17.5 millones de dólares, mientras el modesto Salinas Pliego aseguró en la nota vecina (La Jornada, 17/04/98, p. 21) que la comisión de Elektra fue de 17 por ciento o sea 119.0 millones de dólares, ¿tendrá considerada la Secretaría de Hacienda esta diferencia de ganancias? Lo cierto es que Collado y Salinas Pliego no se pusieron de acuerdo en la mentira, y por ese complejo este último considera que mentir es el mejor negocio en el país, para eso se compró su canalote el buen abarrotero de la comunicación, para contribuir a que México siga haciendo la peor televisión del mundo.