Soldaron una coladera de la Alameda con 17 niños dentro
Raúl Llanos y Humberto Ortiz Ť Durante más de dos horas, 17 niños de la calle permanecieron encerrados la mañana de ayer en la coladera que ocupan en la Alameda Central, luego de que tres personas que se indentificaron como trabajadores ``del Departamento del Distrito Federal'' aprovecharon que se encontraban dormidos y soldaron las tapas de acceso.
Eran las 10:00 de la mañana cuando los desconocidos sellaban la coladera. Los menores reaccionaron tardíamente, cuando se levantaron para tratar de impedir el encierro ya era demasiado tarde, por lo que comenzaron a gritar en demanda de auxilio.
--¿No manchen, que están haciendo..?, ¿párenle hijos de su pinche madre..?, ¿quién los mandó? --gritaban los niños de la calle, mientras las chispas de la soldadura caían sobre sus cuerpos.
--Somos del Departamento, los de la Compañía de Luz nos ordenaron cerrar esta coladera... además, el delegado ya está cansado de que vivan aquí --respondió uno de los sujetos, vestido con pantalón café, camisa clara y gorra del DDF, según la descripción ofrecida por los niños de la calle.
``¡Ahí se quedan cabrones!'', les espetó uno de los sujetos, mientras abordaban la unidad en la que habían llegado. Otro de ellos decidió arrojarles al interior de la coladera una segueta, subir al vehículo y abandonar el lugar a toda velocidad. Después de intentos infructuosos por forzar alguna de las tapas, Armando ``N'' logró salir por un resquicio y de inmediato pidió apoyo a integrantes de algunas ONG, quienes a su vez llamaron a la delegación. Al mediodía la coladera, localizada a un costado del Hemiciclo a Juárez, estaba ya rodeada por policías preventivos, personal de Protección Civil y de la Dirección de Obras de la delegación Cuauhtémoc, quienes botaron la tapa con la ayuda de barretas.
Posteriormente, el personal de la delegación obligó a los menores a abandonar el lugar, pero de inmediato los niños de la calle manifestaron su inconformidad, y ante el desalojo de que eran objeto varios de ellos se aferraron a los cables de alta tensión localizados en el interior de la coladera y amenazaron con arrancarlos y ``morir de una descarga''.
Ya nadie movió nada.
Minutos después del mediodía llegó la diputada Yolanda Tello, quien dialogó con los menores --de entre 10 y 18 años-- y logró que se realizara una reunión con el delegado en Cuauhtémoc, Jorge Legorreta, y con Rosario Robles, secretaria de Gobierno del DF. En ese inédito encuentro, llevado a cabo en el auditorio de esa jurisdicción, una veintena de niños de la calle, entre ellos Araceli, Raymundo, Elías, Armando, Jorge, Arturo, David y Silvino, narraron a los funcionarios los abusos que sufren a manos de los preventivos; exigieron que se les deje en el interior de la coladera y que se libere a sus 11 compañeros presos desde el lunes pasado, luego de un enfrentamiento con los uniformados, el cual, dijeron, se inició por la agresión de los policías.
Legorreta les hizo saber que ``la orden de sellar la coladera no salió del gobierno capitalino'' y sólo mencionó el nombre de uno de los que encabezaron el ilícito. Después les ofreció reubicarlos en un albergue que se construirá a un lado del deportivo de esta demarcación. De entrada los niños de la calle aceptaron, pero falta su confirmación.
En tanto, Rosario Robles dijo que si en manos del gobierno capitalino está la liberación de los menores aprehendidos, así lo hará.
Por lo que hace a los 11 niños de la calle detenidos después del enfrentamiento reciente con los policías preventivos en la Alameda Central, tienen que cubrir 4 mil pesos por daños a los vehículos oficiales y recibir tratamiento en un centro especializado, cuando menos durante un año, según informes de la PGJDF.
La corporación los remitió ayer a la Dirección General de Prevención y Tratamiento de Menores del Distrito Federal, por daños en propiedad ajena y resistencia de a la autoridad.
Arrestan a explotadores
Por otra parte, ayer policías preventivos arrestaron a cuatro explotadores de menores que obligaban, a punta de golpes, a dos niñas a pedir limosna y vender dulces en las inmediaciones de la Basílica de Guadalupe y el primer cuadro de la ciudad.
Gregorio Valera López, Cesáreo Anastasio Margarito, Crescencia Pánfilo Patricio Torres y José Angeles Martínez fueron identificados por vecinos de la colonia Chalma de Guadalpue, como quienes azotaban a dos pequeñas en el lote 4, manzana 5, de la calle Río de la Laja, esquina con Doctor Río de la Loza. Leticia y Norma Crescencio Pánfilo, de 10 y 7 años de edad, respectivamente, fueron rescatadas.