Podría comprar Marina a EU otra de las criticadas fragatas Knox
Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 17 de abril Ť La Secretaría de Marina está considerando comprar otra fragata clase Knox a Estados Unidos, a pesar de que las dos naves similares que obtuvo anteriormente todavía no están en condiciones operantes y sus capacidades para tareas antinarcóticos han sido cuestionadas por varios analistas militares aquí.
Las fragatas clase Knox, que fueron la columna vertebral de la flota antisubmarinos de Estados Unidos en los años ochenta, son naves de 439 pies de largo con motores de vapor y equipadas con sofisticados sistemas de torpedos y detección por sonar.
México compró dos de estas naves --el ex USS Stein y el USS Shield-- el año pasado, sin llevar a cabo una revisión adecuada de las fragatas, para descubrir después de que llegaron que necesitarán por lo menos de unos 400 mil dólares en gastos de reparaciones.
La Jornada se ha enterado que varios almirantes de la Armada de México llegaron a Estados Unidos este año para inspeccionar la fragata clase Knox USS Brothers Roark. ``Hay discusiones en curso sobre el posible traslado del Roark (a México)'', confirmó un vocero de la Armada estadunidense a este diario.
El Roark, añadió, es una de las fragatas clase Knox más viejas de la flota de Estados Unidos, ha estado almacenada casi una década y probablemente no está en condición operativa. ``Esto es esencialmente equipo que ya no necesitamos y se ofrece tal como está, donde está, y no ofrecemos ningún testimonio de qué tan bien funciona'', agregó. Sin embargo, el equipo de inspección mexicano que vino a evaluar esta fragata --como fue en el caso de las otras dos-- fue conformado sólo por altos oficiales de la Armada y no incluyó técnicos o especialistas de esa rama militar, que podrían examinar el equipo, los motores y la condición operativa de las naves.
``Estábamos algo asombrados'', comentó un funcionario estadunidense entrevistado. ``Es como comprar un auto usado sin probar el motor, las llantas o ver si de hecho funciona''. En muchos casos, el gobierno estadunidense otorga estas naves gratuitamente a gobiernos aliados y varias de este tipo han sido trasladadas a Turquía y Pakistán de esta manera.
``Es una buena pieza de equipo'', insistió un capitán de la Armada de Estados Unidos, quien ha tenido este tipo de barcos bajo su mando. ``Pero es de alto mantenimiento y en gran medida diseñada para guerra antisubmarinos''. Señaló, por ejemplo, que las naves no están diseñadas para despliegue rápido, tienen una velocidad máxima de 28 millas náuticas por hora y requieren unas seis horas de calentamiento antes de estar listas para zarpar.
``Es una carcacha'', dicen los senadores Grassley y Feinstein
La venta propuesta de estas fragatas ha irritado a varios legisladores aquí y hoy los senadores Charles Grassley y Dianne Feinstein enviaron una carta al secretario de Defensa, William Cohen, protestando por la posible adquisición de México del USS Brothers Roark.
``Esta carcacha ha estado almacenada casi diez años. Es una antigüedad interesante, pero difícilmente un objeto apropiado para asignar al ambiente actual de narcotráfico, de alta velocidad'', escribieron. Los senadores agregaron que ``las dos fragatas ya trasladadas a México continúan inoperantes y necesitarán una nueva inversión significativa para hacerlas funcionar. Complicar este error con otro sería algo desafortunado'', advierten.
Grassley y Feinstein también señalaron que México ha decidido comprar los barcos en vez de recibirlos como donativos, para evitar la aplicación de un monitoreo de uso final riguroso de Estados Unidos.
El Pentágono estará obligado a monitorear este equipo, que estará dedicado a esfuerzos antinarcóticos, pero las condiciones del monitoreo son menos estrictas que en el caso de fragatas obsequiadas.