Zedillo: en 94 el EZLN ``no hablaba de democracia ni de indígenas''
Rosa Elvira Vargas, enviada, Caracas, 16 de abril Ť En el último día de su visita de Estado a Venezuela, el presidente Ernesto Zedillo dijo a editores y empresarios de la comunicación que no advierte ningún desenlace abrupto para el caso Chiapas. Señaló que no debe caerse en los extremismos de la secesión ni de la represión indígena, y afirmó que cuando el EZLN declaró la guerra al Estado mexicano, en enero de 1994, sus proclamas no hablaban de democracia ni de indígenas.
El mandatario afirmó también que a su carrera política le restan apenas poco más de dos años y medio. Pero defendió su postura de restringir la función presidencial estrictamente a lo que marca la Constitución. Y aseguró que el jefe del Ejecutivo debe dejar de ser el ``gran tlatoani''.
Zedillo asumió que los ajustes presupuestales derivados de la caída de los precios del petróleo acaban teniendo costos económicos y sociales. Sin embargo, defendió la medida gubernamental al señalar que el impacto social se minimiza si el recorte al gasto público se hace ``lo más pronto posible. Pero de entrada, de arranque es una situación inconveniente''.
Durante una larga sesión de preguntas y respuestas de casi hora y media, Zedillo dijo que el Congreso mexicano debe actualizarse para tener capacidad de ejercer las facultades que le otorga la Constitución. ``Soy el primero en reconocer que hay tareas todavía inacabadas, hay un debate y muchas ideas que saltan, y que en su momento el propio Congreso deberá tomarlas y debatirlas. Esa no es una tarea del Ejecutivo''.
Con todo, puntualizó que hace dos años y medio envió al Poder Legislativo una iniciativa de ley para crear un órgano superior de fiscalización y no ha sido procesada.
Zedillo cumplió hoy una apretada agenda, la cual incluyó la inauguración de una muestra pictórica de artistas mexicanos sobre Simón Bolívar, a la que fuera de programa acudió el presidente Rafael Caldera. Ambos presidentes atestiguaron la firma de un convenio de cooperación energética entre sus respectivos ministerios del ramo. Por último, el mandatario acudió a una comida de Estado.
Con los editores de periódicos, Zedillo se quejó también del intento mexicano por establecer un acuerdo de largo alcance con los países de América del Sur: ``Nuestros amigos del Mercosur, como las muchachas bonitas, nos dicen que sí pero no nos dicen cuándo''. Afirmó que su administración será muy paciente para aunque sea poco a poco lograr ese proceso de integración.
En referencia a los temas que abordará la Cumbre de las Américas -empieza formalmente el sábado-, el presidente mexicano reconoció que es muy compleja la construcción de un acuerdo global de libre comercio y que a ello se ha sumado el obstáculo de que el gobierno estadunidense no tiene el fast track para la negociación.
No obstante, dijo que esto último no debe ser excusa para que se pretenda una negociación mucho más dura y exigente de parte de Estados Unidos, con el argumento de deben empezar a atender los intereses especiales de su Congreso durante el proceso.
Entonces, añadió, la Cumbre de Santiago no cumplirá las expectativas que se tenían hasta hace algunos meses, pero eso no significará que no se mantenga el enfoque de lograr un acuerdo continental. México, por su parte, continuará en la búsqueda de acuerdos de libre comercio, de tal manera que, al igual que en el resto de los países, la integración comercial ocurra de facto mucho antes del 2003.
Al principio de la reunión, Zedillo dedicó un largo espacio a exponer sus tesis sobre las crisis de desarrollo que han vivido los países de América Latina, para pasar enseguida a la defensa de su criterio de que hoy existen condiciones de la economía globalizada que deben asumirse como parámetros y parte de una ``realidad irreversible e inexorable''.
Indicó: ``Todos tenemos como rasgo el rezago económico y social; nuestros pueblos sufren la pobreza y la desigualdad. Por ello, ha llegado el punto en que el antiguo debate ideológico entre crecer hacia adentro o crecer hacia afuera, entre promover importaciones o exportaciones, es un debate obsoleto.
``Debo reconocer que es un debate que sigue dándose en América Latina, pero debe superarse muy pronto a partir de reconocer que no hay ningún conflicto, contradicción ni disyuntiva entre el crecimiento económico y la justicia social. Entonces, tenemos que caer en la conclusión de que, o emprendemos las políticas de modernización económica o realmente no estamos proponiendo la justicia social, porque ésta no la vamos a construir con el oxígeno o el nitrógeno que hay en la atmósfera o con el agua salada de los mares.''
Dijo que a partir de esa conclusión es que ha propuesto una política de Estado que deje atrás los debates ideológicos superados y reconocer con toda apertura que en los últimos 20 años los partidos y políticos, de izquierda como de derecha, han tenido que converger hacia el centro porque no es posible ``vivir con graves desequilibrios macroeconómicos''.
Y agregó: ``Quien pretenda gobernar tendrá que aceptar como punto de partida el manejo sensato y responsable de corto plazo en la política macroeconómica''.
El texto parcial de la entrevista de Zedillo con los medios informativos -no con los periodistas- fue entregado por la Oficina de Comunicación Social de la Presidencia 14 horas después de que se produjo el encuentro. Justo cuando la aeronave TP-01 aterrizaba en el aeropuerto de Santiago de Chile, casi a las 23 horas (tiempo de México), fue repartida, y se corta en el inicio de sus explicaciones sobre el conflicto de Chiapas.
La Oficina de Información ofreció a los reporteros que cubren la gira presidencial que mañana dará a conocer la parte complementaria de la entrevista.
Zedillo llegó a Chile por la noche
Santiago de Chile Ť Procedente de Caracas, el mandatario mexicano y su comitiva llegaron al aeropuerto internacional Comodoro Arturo Merino Benítez para participar en la Cumbre de las Américas, la cual se inicia formalmente el próximo sábado.
A su llegada, Zedillo dirigió un breve mensaje, en el que anunció que durante su estancia en el país andino firmará la versión definitiva del nuevo acuerdo de libre comercio entre México y Chile, así como uno más relativo a la doble tributación.
Para este viernes, la agenda presidencial consigna únicamente un almuerzo con el premier de Canadá, Jean Chrtien, aunque de manera extraoficial se comentó que sostendrá reuniones bilaterales con los presidentes Carlos Saúl Menem, de Argentina; Alvaro Arzú, de Guatemala, y Leonel Fernández, de República Dominicana. A la comitiva mexicana se integrarán en Chile el secretario de Educación Pública, Miguel Limón Rojas, y el procurador general de la República, Jorge Madrazo, quien -se dijo- desayunará este viernes con la procuradora estadunidense Janet Reno y almorzará con el zar antidrogas, Barry McCaffrey.
Al presidente Zedillo le corresponde hablar en la primera sesión de trabajo de la Cumbre, el sábado por la mañana, sobre educación. Al parecer la Casa Blanca ha confirmado un encuentro entre el presidente mexicano y su homólogo Bill Clinton, pero en Los Pinos no se comentó nada al respecto.