La Jornada 17 de abril de 1998

Llama AI a un ``cese inmediato de la contrainsurgencia'' en México

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 16 de abril Ť ``La situación actual de los derechos humanos en México es crítica'' y se ha deteriorado desde la primera cumbre en 1994, afirma Amnistía Internacional en documentos preparados para circular en la segunda Cumbre de las Américas, que se realiza en Santiago de Chile este fin semana.

El organismo recomienda al gobierno mexicano ``un cese inmediato de sus operaciones contrainsurgentes, que conducen a violaciones de los derechos humanos''.

En México, afirma AI, ``la abrumadora impunidad en que los funcionarios gubernamentales continúan operando ha facilitado más casos de tortura, desapariciones, ejecuciones extrajudiciales y amenazas de muerte. La masacre de 45 personas en Acteal, en diciembre de 1997, fue el más reciente de una serie de incidentes preocupantes. Se cree que por lo menos 150 prisioneros de conciencia se encuentran en cárceles mexicanas''.

AI considera que la situación de los derechos humanos desde la primera Cumbre de las Américas, ``se ha deteriorado'', detalló los casos más conocidos durante los últimos cuatro años, empezando con el conflicto armado de enero de 1994, que generó ``una crisis de derechos humanos en el país''; la ofensiva gubernamental en Chiapas, en 1995; el caso de Aguas Blancas, en junio de ese mismo año; los ``cientos de casos'' de tortura (aplicada por) fuerzas de seguridad en 1996; los numerosos casos violentos de grupos paramilitares en 1997, culminando con Acteal. ``Los paramilitares continúan operando libremente'', señala.

El documento informativo preparado sobre la situación de los derechos humanos en los principales países del hemisferio ofrece cuatro recomendaciones: la conducción de investigaciones con mayor diligencia y a fondo de violaciones de derechos humanos; reconocimiento de la competencia del Comité contra la Tortura de la ONU; fortalecimiento de la rama judicial para asegurar que confesiones obtenidas por tortura sean inadmisibles, y cese inmediato de las operaciones contrainsurgentes y paramilitares.