La Jornada 16 de abril de 1998

Zedillo: el EZLN, principal grupo paramilitar

Rosa Elvira Vargas, enviada, Caracas, 15 de abril Ť En declaraciones al diario venezolano El Nacional, el presidente Ernesto Zedillo aseguró que su gobierno no se manchará las manos de sangre indígena, y consideró ``una patraña y una calumnia'' acusar a su administración de rechazar los acuerdos de San Andrés Larráinzar. El EZLN, estableció, ``es el principal grupo paramilitar'' en Chiapas.

En el mismo texto, el mandatario admitió que en México existe un problema de credibilidad, rechazó haber sido ``electo por mi antecesor'' y una vez más sostuvo: ``Mi paciencia para llegar a una solución pacífica en el conflicto chiapaneco es infinita''.

Sobre el caso Chiapas, Ernesto Zedillo afirmó que el Ejército Zapatista de Liberación Nacional ha extraído de los documentos de San Andrés algunas frases aisladas para reclamar, en ``actitud dolosa'', su incumplimiento y usarlo como excusa para no avanzar en el diálogo con el gobierno.

Pero además de lanzar reiteradas críticas al grupo armado, llamándolo intolerante, Zedillo dijo lamentar mucho que en México ``haya personas que le hagan el juego al EZLN. Hay partidos que se mantienen en esa posición, a sabiendas de que están actuando deshonestamente, que rechazan las propuestas del gobierno sin decir a cambio qué proponen y se remiten a algo abstracto como los acuerdos de San Andrés Larráinzar''.

Vacío en cuanto al estado de derecho en Chiapas

Al interrogársele sobre la denuncia de grupos locales y organizaciones independientes en el sentido de que en Chiapas existen grupos paramilitares, y si el gobierno desconoce su existencia, el mandatario respondió:

``El principal grupo paramilitar es el EZLN, desgraciadamente. Y se ha creado desde su aparición un vacío en cuanto al estado de derecho en el estado de Chiapas, y en los vacíos surgen grupos que no se ajustan a la ley. Pudieron haber surgido otros grupos, como ya lo vimos en la matanza de Acteal. Aquí el problema es no caer en un ejercicio inútil de causa y efecto, y lo que creo es que la violencia tiene que ser acotada en todos los frentes.

``No serviría a ningún propósito decir que la causa de esos grupos es el EZLN o que el EZLN existe porque existen esos grupos. Creo que es un juego inútil. Lo que tenemos que hacer es que prevalezca el estado de derecho para todos los grupos en Chiapas, que quienes tengan una preocupación de carácter social o político, pues reconozcan que en nuestras leyes, en nuestras instituciones hay conductos para hacer esos reclamos. Lo que no es admisible, ni por parte del EZLN ni por parte de otros grupos que pudieran sentirse antagónicos al EZLN, es que procuren sus fines a través de las armas y la violencia. Eso no es aceptable''.

El primer mandatario abogó por las acciones que realiza el gobierno para hacer vigente el estado de derecho y sobre las cuales, para ser exitosas, los actores del conflicto tienen que aceptar la prevalecencia de la ley, pues de otra manera los efectos serán incompletos. ``Es muy difícil decirle nada más a un grupo que no recurra a la violencia, se le tiene que pedir a todos los grupos por igual'', afirmó el Presidente mexicano.

Fue una larga entrevista la publicada por El Nacional --en páginas centrales--, acaso el principal rotativo venezolano con un tiraje de 300 mil ejemplares diarios. En ella, Zedillo habló lo mismo del petróleo que del futuro de las reformas del PRI (básicamente con los mismos conceptos que había expuesto la noche anterior en un programa televisivo llamado Vox populi) y consideró que ``es una interpretación errónea'' afirmar que él será el primer presidente que no elegirá a su sucesor.

``A mí no me eligió mi antecesor. Yo, en una elección que fue considerada por observadores nacionales y extranjeros como limpia, legal, obtuve más de 17 millones de votos. Nadie podría decir que yo fui electo por mi antecesor'', dijo.

De igual modo, Zedillo admitió que en México hay un problema de credibilidad, concretamente en lo que se refiere al esclarecimiento de los crímenes de personajes como el cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo.

``Hay ciertos juicios que ya existen en la gente por algunas buenas razones, pero también por malas razones. Desgraciadamente también por una cierta insistencia en algunos medios de comunicación de que las únicas tesis que pueden valer son las que ellos han propalado y, en ese sentido, las autoridades de la procuración y la impartición de justicia enfrentan un problema de credibilidad'', señaló.

Sin embargo, acotó que nada de ello debe hacer ceder a la justicia en la aplicación de la ley. ``Ya en la historia se hará un juicio más ponderado, más objetivo y más justo de la actuación que ha tenido la justicia. Hay un problema de credibilidad, pero también sostengo que muchas veces ese problema de credibilidad es injusto''.

Tema central en la entrevista fue, ciertamente, el de Chiapas. Zedillo elogió las vías elegidas por el gobierno desde los primeros días de 1994 pues, dijo, como en ningún otro caso en el mundo, ha mostrado una actitud negociadora.

El ejemplo de México es singular, consideró, pues no hay otro caso en el que habiendo un grupo que declara la ``guerra'' entre comillas --``y lo digo con toda la intención del caso''-- y habiendo encarcelado a tres dirigentes fundamentales, fundadores esenciales de la organización, ``esos señores están en la calle gozando de libertades, manifestándose contra el gobierno cuantas veces quieran; nadie los presiona, nadie los molesta. Es un ejemplo claro de tolerancia''.

La intolerancia, insistió el presidente Zedillo, es del EZLN. Todo parece indicar ``que ellos están interesados en que el gobierno acuda a la represión; estoy seguro que eso es lo que quieren... pues se van a frustrar, porque al frente del Estado está una persona que no cree en la violencia y mi paciencia, en ese sentido, es infinita''.