La Jornada 16 de abril de 1998

UNESCO: inquietantes, los niveles de violencia

Angeles Cruz Ť Los niños de la calle son un efecto más del sistema económico neoliberal, generador de exclusión y miseria, por lo que para resolver el problema es indispensable la voluntad política del gobierno y la conjunción de esfuerzos con la sociedad, afirmó Germán Carnero Roqué, director de la Unesco en México.

En México, aseguró, el fenómeno ya presenta niveles de violencia ``ciertamente inquietantes'', por lo que en el interés de un desarrollo equitativo de la sociedad es necesario ir más allá de la difusión y sensibilización del problema, para lograr mecanismos de cooperación y concertación articulados y eficaces.

Al inaugurar el taller Prospectiva y Concertación Estratégicas para la Atención de Menores en Situación y Riesgo de Calle, Carnero Roqué señaló que aunque existen esfuerzos para atender a los niños de la calle, se requiere evitar la duplicación de acciones, además de lograr una mejor interrelación entre los diversos actores: gobierno y organismos civiles.

Sin dejar de reconocer la complejidad del problema de los niños de la calle, el funcionario destacó que el mismo no se terminará mientras no haya un replanteamiento del sistema económico. En tanto, precisó, se puede avanzar en la concertación de esfuerzos.

En entrevista, Carnero Roqué comentó que el de los menores en situación y riesgo de calle es un fenómeno que existe ya en todo el mundo, incluidos los países desarrollados. La solución, dijo, es responsabilidad tanto de los gobiernos como de la sociedad en su conjunto.

El taller que ayer comenzó tiene como objetivo sentar las bases de coordinación y concertación para atender a los niños. La Unesco pretende que la situación no siga como hasta ahora y que la ayuda a los menores excluidos sea real. ``Debemos invertir en esta empresa de justicia y amor'', enfatizó Carnero Roqué.

De hecho, el organismo internacional ha empezado a realizar algunas actividades con los niños de la calle (miniolimpiadas y mundialitos, ofrendas callejeras de día de muertos, entre otras). Carnero Roqué destacó que, de concretarse el proyecto en México, podría servir de modelo para instaurarse en otros países.

Según dijo, aquí existe una situación particular, porque el gobierno del Distrito Federal, encabezado por Cuauhtémoc Cárdenas, ha mostrado voluntad política para atender el problema, además de que existen diversas organizaciones civiles que trabajan en favor de los menores.

Por su parte, Unesco cuenta con una sólida plataforma de principios y capacidades para contribuir a la creación del espacio en que pueda desarrollarse una cultura de cooperación y compromiso colectivo, apuntó.

En la solución del problema de los niños de la calle, enfatizó, no caben los protagonismos ni las banderas políticas. Al mismo tiempo subrayó que es urgente encontrar vías de solución, antes de que se llegue a las ``deformaciones sociales'' ocurridas en Colombia y Brasil, donde los menores han sido asesinados.