Tiene la SRE un plan para transferir remesas a México y evitar el agio
David Aponte /II y última Ť La cancillería elaboró un programa de transferencia de remesas de Estados Unidos a México para evitar las acciones ``verdaderamente agiotistas'' de las empresas del ramo, principalmente de Money Gram y Western Union, y reducir los cobros de comisiones en beneficio de los trabajadores migratorios. En el proyecto, denominado Giropost, participarán los servicios postales de ambos países.
La transferencia tendría un costo de 7.50 dólares y prácticamente no habría cobro de comisión por el tipo de cambio, como sucede con las empresas privadas. El Servicio Postal Mexicano utilizará el canje dólar-peso que publique diariamente el Banco de México para el pago de las obligaciones en el extranjero del día anterior al que reciba el archivo del correo de Estados Unidos, explica el proyecto de la dependencia.
``Actualmente existe un gran problema en el envío de dinero de los trabajadores mexicanos radicados en Estados Unidos a sus familias en territorio mexicano. De acuerdo con las cifras manejadas por el Banco de México, se estima que cerca de 6 mil millones de dólares se envían anualmente a México'', expone el documento de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
Las compañías Money Gram --vinculada a los negocios del banquero Roberto Hernández-- y Western Union obtienen 18 por ciento del total de las remesas de los migrantes mexicanos mediante engaños publicitarios y el manejo discrecional de las comisiones en el tipo de cambio. De esa forma, las empresas privadas están en posibilidades de ganar cerca de mil 200 millones de dólares de los 6 mil millones de dólares anuales que envían estos trabajadores a sus familias en México.
A manera de ejemplo, Western Union --relacionada con la empresa Elektra, del empresario Ricardo Salinas Pliego, y con otras 14 agencias mexicanas-- cobra de comisión más de 95 dólares por una transferencia de 500 dólares. La compañía Money Gram obtiene 47 dólares por un envío de 300 dólares. Ambas controlan 90 por ciento del mercado; cobran comisión por el traslado y obtienen ganancias por el tipo de cambio peso-dólar.
El problema no sólo radica en los porcentajes de las comisiones por las transferencias de dinero de Estados Unidos a México, sino en los manejos publicitarios de las empresas. En ninguno de sus anuncios detallan los montos que cobrarán por sus servicios, lo que viola leyes estatales y federales estadunidenses.
El abogado Fred Kumetz presentó el 3 de noviembre de 1997 una demanda ante una corte de California en contra de Money Gram y Western Union por los cobros excesivos y los engaños publicitarios de esas empresas. La primera asegura en sus anuncios que cobrará diez dólares por una remesa de 300. La segunda, con su filial Ralphs, promete cobrar 12 dólares por una transferencia de 300 dólares.
Ante esta situación, calificada por los propios funcionarios de la SRE de problema de agiotismo, la Cámara de Senadores solicitó la intervención del gobierno federal, principalmente para elaborar una iniciativa que reduzca los costos de las transferencias de dinero de los migrantes.
La Comisión de Asuntos Migratorios del Senado, a cargo del perredista Cristóbal Arias, y el Programa para las Comunidades Mexicanas en el Extranjero de la SRE, encabezado por Rodulfo Figueroa, han trabajado en proyectos de esta naturaleza.
Las partes también han considerado el problema que representa el tiempo de envío y los cobros fraudulentos. De esa forma, el Servicio Postal Mexicano y el Servicio Postal de Estados Unidos, con apoyo de la Unión Postal Universal, desarrollan un servicio de transferencias electrónicas de fondos, que tendrá el nombre de Giropost.
Entre los objetivos de este servicio, explica la SRE, está proporcionar a la población de origen mexicano radicada en Estados Unidos un medio que facilite el envío de dinero a México en una forma ágil, segura y económica. Adicionalmente, pretende modernizar el servicio tradicional de money order internacional con nuevas tecnologías; desalentar la transferencia de efectivo en la correspondencia y reducir el número de ilícitos y los cobros fraudulentos.
El proyecto detalla que con el Giropost el usuario podrá acudir a cualquiera de las 40 mil ventanillas del sistema de correo de Estados Unidos.
La información se concentrará diariamente en el centro del correo de Estados Unidos en San Luis Missouri. Los datos se enviarán a México, mediante la red postnet, al centro de operación y control del Servicio Postal Mexicano.
Una vez revisada la información, ésta se enviará a través de la red de comunicación privada de las gerencias postales estatales, donde imprimirán el acuse de recibo y el aviso para el beneficiario. Por medio del correo, la parte mexicana entregará el reporte a los familiares para que acudan a cobrar el giro.
La propuesta, enviada por la cancillería a la Comisión de Asuntos Migratorios de la Cámara de Senadores, agrega que las características principales del servicio de transferencia electrónica entre los servicios postales de México y Estados Unidos serán las siguientes:
``El servicio tendrá un precio al público de 7.50 dólares. El tiempo de respuesta ha sido estimado en cinco días hábiles, desde la adquisición del giro hasta el pago en territorio mexicano.
``El tipo de cambio que se utilizará para estas operaciones será el que publique diariamente el Banco de México para el pago de obligaciones en el extranjero del día anterior al que se reciba el archivo del correo estadunidense''.
La SRE ha planeado una prueba piloto antes de poner en marcha el Giropost. El nuevo mecanismo podría entrar en funciones en 1998 y hará posible que los migrantes mexicanos y en general la comunidad mexicana residente en Estados Unidos tengan un servicio mucho más barato en relación con el que ofrecen las empresas privadas, que ahora enfrentan una denuncia ante los tribunales estadunidenses.