México, opuesto a xenofobias, dijo el Presidente en Venezuela
Rosa Elvira Vargas, enviada, Caracas, Venezuela, 15 de abril Ť El nacionalismo mexicano es abierto, nunca excluyente. Se mantiene ajeno a intolerancias y opuesto a aislamientos y xenofobias estableció hoy el presidente Ernesto Zedillo al hablar ante los miembros del Congreso venezolano.
En el Capitolio, sede del Poder Legislativo y donde pasó, como en todos los actos oficiales, por innumerables y complicados protocolos, añadió que el nacionalismo de México, ``nos obliga a defender invariablemente nuestra independencia, la integridad de nuestro territorio, la supremacía de nuestras leyes en él y la exclusividad que compete sólo a los mexicanos de determinar nuestra forma de gobierno, nuestra vida política interior y la solución a nuestras divergencias''.
Día primero de la visita de Estado a Venezuela. Ernesto Zedillo lo inició con la siempre conmovedora visita a la tumba del libertador Simón Bolívar en el Panteón Nacional. Más tarde fue recibido con los honores de rigor por el octogenario presidente Rafael Caldera, en el palacio de Miraflores. Luego de conversaciones privadas, declaratoria conjunta y firma de acuerdos, fue declarado huésped ilustre en la alcaldía de Caracas.
En todos los casos, el rebuscado ceremonial venezolano fue patente y la descoordinación de los cuerpos de seguridad y particularmente de la llamada Casa Militar -equivalente al Estado Mayor Presidencial- provocaron atropellos que incluso tuvieron a una de sus víctimas en la canciller Rosario Green.
No se superarán problemas ``rehuyendo del futuro para volver al pasado''
Pero fue ante los diputados y senadores que conforman el Congreso venezolano, y que es oposición a la fuerza política del presidente Caldera, (Convergencia), donde el mandatario planteó sus mayores definiciones políticas durante su estancia en este país. Planteó que los países latinoamericanos, no podrán remontar los problemas, ``rehuyendo del futuro para volver al pasado''.
Largamente disertó ahí mismo sobre la democracia, y en algo que localmente se consideró como pleno de significados en la turbulenta vida política de este país, habló de la responsabilidad de evitar las posturas demagógicas, las visiones fragmentarias y las promesas fáciles que buscan ganar apoyos pasajeros y popularidades vanas.
En la democracia moderna, puntualizó Zedillo, ``el Ejecutivo no puede gobernar sin el Congreso o contra el Congreso''. Ambas instancias deben mantener una relación madura, constructiva y útil, que se finque en el estricto cumplimiento de la ley, nutrida del diálogo respetuoso y alentada siempre por el interés superior de la nación.
Las instituciones parlamentarias, subrayó, deben vigorizarse y perfeccionarse para fortalecer la representación política, promover la reflexión plural, el debate serio, las propuestas realistas y los consensos que requieren las grandes decisiones nacionales.
Curiosamente mientras en el palco del Capitolio, periodistas mexicanos y venezolanos tenían roces por el uso de un minúsculo pasillo, en la tribuna del histórico edificio Zedillo hablaba de la convergencia de intereses de ambos países las cuales pueden lograrse en mucho a partir de sus extensas reservas petroleras y, como fue el punto constante en sus disertaciones ratificó la intención de construir ``una nueva amistad con Venezuela''.
Pasó luego a considerar la evolución de América Latina en lo económico y lo político y dijo que por fortuna, los países del área están dejando atrás el estatismo que desalentaba el crecimiento, y el paternalismo que inhibía la vida social.
``Muchos de nuestros problemas son todavía un lastre de ese estatismo; de un Estado omnipresente que con políticas fiscales irresponsables y con desdén por los efectos sociales de una inflación descontrolada no resolvió el desempleo y la pobreza, y nos dejó una enorme carga de rezagos que ahora debemos remontar'', subrayó Zedillo.
La ciudadanía, dijo más adelante, admite que los partidos son el eje de la democracia representativa y cumplen una función insustituible de acceso al poder, de articulación de los intereses colectivos y competencia por la representación política. Sabe además, que partidos débiles revelan una frágil organización de la ciudadanía y una endeble cultura política, mientras que, por el contrario, partidos fuertes son expresión de arraigada convicción democrática y de una participación social firme y decidida.
En el trecho final de su discurso, el Ejecutivo habló de la soberanía como valor supremo y dijo que aquella se concibe como la capacidad exclusiva de los mexicanos para tomar sus decisiones, de trazar y avanzar de manera libre y autónoma su destino. México es un país que se enorgullece de ser pluriétnico y pluricultural, cohesionado por valores e ideas, aspiraciones y símbolos que están ``por encima de diferencias de sangre, de origen regional, de condición social''.
Caldera habló sobre los compromisos comunes que deben ser cumplidos
Durante su encuentro en Miraflores con el presidente Caldera, este sostuvo que la cuestión petrolera ha demostrado que cuando México y Venezuela acuerdan sus procedimientos, el resultado no sólo se siente en el continente, ``sino en toda la humanidad''.
Inmerso de nuevo en los escándalos políticos, esta vez por la reciente orden de aprehensión contra el ex presidente Carlos Andrés Pérez, el mandatario venezolano apeló ante Ernesto Zedillo a toda suerte de expresiones sobre ideas y compromisos comunes para cumplir ``el papel que debemos representar en este hemisferio occidental''.
Por otro lado, Zedillo almorzó con los integrantes de la Cámara de Comercio Venezolana-Mexicana (Cavemex), ante quienes defendió la flexibilidad con la que se conduce la economía de México, lo cual ha permitido hacer ajustes presupuestales ante la volatilidad que han vivido en los meses recientes los mercados internacionales.
Al caer la tarde, al visitar la Corporación Andina de Fomento (CAF) donde atestiguó la firma de esta instancia con el Banco Nacional de Comercio Exterior, el presidente dijo tener elementos para suponer ``con bastante certeza'' que quizá mucho antes de llegar a la meta de tener un acuerdo de libre comercio en las Américas, México podrá tener comercio absolutamente libre con todos los países andinos.
Indicó que actualmente, la palabra ``integración'' ha dejado de tener sólo un valor retórico y que los países han comprometido hacia ella sus esfuerzos y quiso desterrar la impresión que pudiera tenerse en algunos momentos de que México da prioridad a sus relaciones con los países al norte de sus fronteras. Dio ejemplos de que no es así; entre ellos, que desde que el país suscribió un acuerdo comercial con Venezuela, los intercambios entre ambas naciones ha crecido 132 por ciento en sólo tres años.
El presidente Zedillo cenó esta noche en la cancillería venezolana con el presidente Caldera, sus respectivas esposas y comitivas. Este jueves, antes de partir por la tarde hacia Chile para participar en la Cumbre de las Américas, tiene programada una reunión con directores de medios locales de comunicación y atestiguará la firma de un convenio de cooperación energética entre México y Venezuela.
Además, en el centro de artes La Estancia, inaugurará la muestra pictórica Homenaje de México a Simón Bolívar. Su allegada a la capital Santiago de Chile está programado para después de las 21 horas.