Apoyará la IP otro recorte fiscal, aunque ello implique sacrificar 200 mil empleos
Laura Gómez Flores y Miriam Posada García Ť Representantes del sector empresarial se manifestaron a favor de un tercer ajuste fiscal, ``si es necesario'', para evitar un mayor déficit en las finanzas públicas y ajustes económicos más severos y dañinos; sin embargo, advirtieron que no permitirán que la medida se refleje en incrementos de servicios y tarifas públicas.
El presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), Jorge Marín Santillán, consideró que si es necesario aplicar la medida debe hacerse a tiempo y no dejar que surja una crisis, aunque ello signifique no crear 200 mil empleos, un crecimiento económico de 4.5 por ciento y de 8 para la industria, contra los 11 estimados a principios de año.
En la ceremonia de elección del presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), Marín pugnó por una mayor fiscalización mediante la ampliación de la base contribuyente, y un equilibrio en el precio de las gasolinas, pues ``con la crisis petrolera no tiene ningún sentido que se aumente cada mes, sino que disminuya''.
Para José Alfredo Santos Asseo, presidente del Consejo Nacional de la Publicidad, la aplicación de un tercer ajuste es necesaria porque es ``peor autoengañarnos y pensar que no pasa nada, cuando los ingresos del sector público están bajando y esta situación es manejable''.
Desde su punto de vista, si el sector público recorta sus gastos por la disminución de esos ingresos, no afectará en forma significativa el crecimiento económico de 4.8 por ciento que ``sigue siendo muy factible'', las presiones inflacionarias disminuirán y habrá una reactivación del empleo, con lo que se pondrán generar alrededor de 800 mil plazas.
Sin embargo, el presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, Ricardo Platt García, disintió y advirtió que este sector podría estar ``en riesgo de no crecer, con lo que 1998 sería un año más de espera''.
Explicó que 66 por ciento de la construcción que realizan son obras para el gobierno, de ahí el impacto tan fuerte que esperan con la nueva medida. ``No estamos a favor, pero cuando se tiene que tomar, se hace y lo debemos aceptar como cuando se toma una medida amarga... pero no estamos de acuerdo'', agregó. En la medida que el gobierno deja de invertir en infraestructura, expuso, ``los mexicanos tenemos menos buenas condiciones de vida, lo cual no se puede soslayar además de que nuestro productos enfrentan problemas para ser competitivos en el extranjero''.
Existe una gran incertidumbre en el sector, ``pues estamos abajo de una recuperación de 10 mil empleos estimados y no se pueden planear inversiones, por lo que sería muy duro un tercer ajuste, cuando aún no sabemos cómo se va aplicar el segundo''.