Biotecnología es el conjunto de técnicas que utilizan organismos vivientes o sustancias provenientes de éstos para elaborar o modificar un producto, mejorar plantas o animales, o para desarrollar microrganismos para usos específicos. La biotecnología moderna cuenta con nuevas herramientas tales como ingeniería genética, fusión celular y otros bioprocesos.
Los orígenes de la biotecnología se pierden en el pasado prehistórico, cuando el hombre domesticó los primeros animales y dio comienzo a la agricultura: mediante cruzas y selecciones artificiales alteró la condición natural de plantas y animales. La elaboración de bebidas y alimentos como la cerveza, el vino, el vinagre, el pan con levadura, el queso, etc., fueron los conocimientos biotecnológicos empíricos iniciales.
Desde un punto de vista meramente científico la biotecnología basa su desarrollo en las aportaciones hechas por Charles Darwin y Gregor Mendel en los campos de la selección natural y la herencia, respectivamente, propuestas en la segunda mitad del siglo pasado. Louis Pasteur contribuyó en forma destacada con sus descubrimientos en medicina y microbiología industrial. Antes de ellos, en 1830, T. Schwamm y M. Schleiden habían encontrado que todo ser vivo está constituido por células, y en su interior se encuentran los cromosomas que contienen a su vez el material hereditario, como fue expuesto por Roux. Se descubrió que los cromosomas estaban compuestos principalmente de proteínas y ácidos nucléicos, dando paso a la inclusión de la bioquímica y la biología molecular como instrumentos para desentrañar el misterio de la vida.
Oswald Avery y otros investigadores sugirieron que el ADN (ácido desoxirribonucléico) podía ser la molécula portadora de la información genética y que ésta determina la estructura y función de un organismo. Dos jóvenes investigadores, James Watson y Francis Crick, que trabajaban en la universidad inglesa de Cambridge, descubrieron mediante métodos de cristalografía con rayos X la estructura del ADN: una molécula formada por dos cadenas individuales de nucleótidos que giran juntas en una doble hélice. Este diseño molecular del ADN ofrece una explicación de la conservación de la información genética y cómo se transmite a las generaciones futuras.
El inicio de la manipulación enzimática del material genético de los seres vivos y la aparición de la ingeniería genética molecular han permitido, a partir de 1970, el análisis bioquímico y molecular de los cromosomas, lo que ha dado lugar a una verdadera revolución biotecnológica que nos permite la manipulación de los seres vivos mediante la ingeniería genética en plantas (fijación biológica de nitrógeno, resistencia a parásitos o sequía, etc.) y animales (clonación, transferencia de embriones, etc.); diseñar estrategias racionales para el tratamiento y prevención de enfermedades (desarrollo de vacunas, uso de la técnica de ADN recombinante para diagnosis de enfermedades); obtención de células especializadas en la fabricación de productos de interés comercial y médico (producción de anticuerpos monoclonales, desarrollo de técnicas aplicadas a las industrias alimentaria, farmacéutica, química, etc.); mejoramiento de especies silvícolas y agrícolas (cultivo de tejidos vivos); recuperación y conservación de ecosistemas (bioinsecticidas y biodetergentes, control de contaminación ambiental y tratamiento de aguas residuales).
Lo estimulante y reconfortante de esto es que los científicos mexicanos participan en investigaciones de frontera y en forma competitiva respecto al resto del mundo en esas áreas del conocimiento.