Recientemente, el mercado de productos naturistas y aditivos alimenticios se ha llenado de novedosas maneras de mejorar la memoria. Indudablemente, ese aumento fue estimulado por los más recientes descubrimientos sobre el papel que la sustancia glutamato tiene en la formación y retención de la memoria. En resumen, todos los estudios apuntan a que el glutamato juega en el cerebro un papel central durante la adquisición de nuevos conocimientos y su retención. La lógica científica de los aditivos que dicen mejorar la memoria es que contienen grandes cantidades de glutamato.
El glutamato es un aminoácido, esto significa que es parte de las proteínas que consumimos diariamente y es utilizado por todas las células para mantenerse vivas. A diferencia de otros aminoácidos -no es el único-, las células del cerebro también lo utilizan para comunicarse entre sí, de tal manera que permite realizar un sin fin de funciones, incluida la memoria. Hasta aquí parece buena la lógica de agregarle glutamato al cuerpo para mejorar funciones.
Sin embargo, también se sabe que el glutamato es uno de los principales responsables del daño causado por embolias e infartos cerebrales, además de buen candidato como uno de los factores involucrados en la epilepsia. Es muy frecuente que los científicos que investigan el cerebro utilicen el glutamato y sustancias que actúan igual para inducir lesiones experimentales en animales.
Aunque todavía existe polémica al respecto, cada vez aparecen más estudios que muestran que los animales recién nacidos a los que se les administra glutamato tienen problemas de memoria. Si esto se comprueba, podría tener repercusiones importantes en la industria alimenticia, dado que una forma del glutamato, el monosódico, es un conservador muy utilizado.
A mediados de 97, el grupo del doctor Wong en Singapur encontró que esos problemas en memoria inducidos por glutamato monosódico podían deberse a que disminuyen las funciones de la sustancia cerebral acetilcolina, que paradójicamente también estuvo de moda hace más de una década y se vendió como ayudante de la memoria. Pareciera una mala idea tomar grandes dosis de este aminoácido.
La función del glutamato, como la de todaslas sustancias en el cerebro, sólo es entendible dentro del concierto eléctrico y químico que se lleva a cabo dentro de la cabeza. Si se descubre que una pieza sinfónica particular se basa principalmente en la sección de vientos, no significa que se mejoraría la melodía si se hacen retumbar trompetas y cornos hasta el máximo. De igual manera, en el cerebro se ha descubierto que una sustancia es muy importante en una función particular, pero ello radica en el perfecto balance de sus funciones con las demás secciones.
Esta visión puede ser frustrante para las personas que impacientemente esperan que la ciencia les mejore su situación. Pero en esta lógica aparece un problema de siglos, que tiene que ver con la diferencia entre lo que pretenden decir los científicos y lo que escucha la gente, incluyendo científicos de otras ramas. Es natural que se esperen resultados prácticos de la investigación, pero deben ser los investigadores los que decidan cuándo un conocimiento está listo para ser aplicado, y no dejarse a la ley de la oferta y la demanda.