OCDE: bajará la inflación, pero también el crecimiento de México
Ap, Afp, Pl, Notimex, Dpa y Reuters, París, 8 de abril Ť Tanto el crecimiento como la inflación se reducirán en México durante 1998, pero una política monetaria más estricta no evitará un ensanchamiento del déficit en cuenta corriente, dijo la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) en su más reciente informe sobre la economía mundial.
La OCDE, que agrupa a 29 países, indicó en su pronóstico mundial semestral que prevé que el crecimiento mexicano disminuirá este año a entre 5 y 5.5 por ciento, desde el 7 por ciento del año pasado.
``El crecimiento del producto interno bruto (PIB) real perderá impulso para situarse en torno a 5 por ciento en 1998, dado que el proceso de recuperación tras la recesión de 1995 llegó a su término'', apunta. Explicó el importante aumento del crecimiento mexicano en los últimos años por la recuperación del consumo privado y el vigor persistente de las inversiones y las exportaciones de las empresas.
No obstante, el periodo de expansión toca a su fin, aseguró la OCDE al precisar: ``Las reducciones programadas de los gastos públicos para 1998 frenarán la demanda interior, lo que contribuirá a limitar la degradación de la balanza por cuenta corriente este año, pese a la baja de los ingresos petroleros'' por la caída de precios.
El estudio sostiene que la demanda interna privada impulsará el crecimiento, pero esto a su vez alimentará las importaciones, lo que ampliará el déficit en cuenta corriente hasta unos 20 mil millones de dólares, equivalente a 3.09 por ciento del PIB. Ese déficit finalizó 1997 en 1.8 por ciento del PIB y el gobierno mexicano pronosticó que para este año aumentará a entre 2.7 y 2.9 por ciento del PIB.
Pronosticó que la inflación continuará su trayectoria descendente y alcanzará cifras de un solo dígito para 1999, y destacó que las proyecciones de inflación, cuenta corriente y crecimiento toman como supuesto que el peso se mantendrá estable el resto del año, tras deslizarse 7 por ciento en el primer trimestre, a 8.60 unidades por dólar.
El documento aplaudió la decisión del gobierno mexicano de reducir los gastos públicos respecto a las previsiones presupuestarias de 1998, dada la pérdida de valor de los ingresos petroleros. Por otro lado, subrayó la necesidad de acelerar las reformas estructurales y aumentar la eficacia de los gastos públicos para concretar objetivos de política social y mejorar las infraestructuras básicas.
En todo caso, concluyó el capítulo sobre México del informe de primavera de la OCDE, las previsiones dependen de la evolución en el extranjero. Recordó que la economía mexicana sigue siendo vulnerable, aunque en menor medida que en el pasado, a las fluctuaciones de las cotizaciones internacionales del petróleo, por lo que las perspectivas de crecimiento mejorarán de forma paralela a la evolución en los demás socios del TLC de América del Norte, en particular de Estados Unidos.
Resto del mundo
La crisis financiera en Asia ha costado a los países industrializados 0.5 por ciento de su crecimiento, estimó la OCDE, al precisar que la crisis asiática está llegando a su fin, pero la inseguridad en el sector financiero japonés conlleva el riesgo de otra desestabilización.
A pesar del persistente desempleo masivo, las perspectivas coyunturales de los países industrializados no asiáticos para 1998 y 1999 son, en general, favorables. Junto a los bajos índices de inflación, contribuyen a este optimismo el refortalecimiento de la demanda interna, los tipos de interés más bajos, los moderados ajustes salariales así como las crecientes inversiones de capital.
Si bien la crisis asiática está cediendo, la economía de Japón está en el umbral de una recesión con una prevista caída de 0.3 por ciento en su PIB para 1998, lo que golpeará el crecimiento mundial. Sin embargo, el panorama de crecimiento económico sigue siendo brillante en general para el club de países industrializados.
La crisis que ha sacudido a muchos países asiáticos fue una bendición disfrazada para Estados Unidos, ya que limitó el acelerado ritmo de expansión de la economía más grande del mundo. En cuanto a los países de la Unión Europea, la OCDE pronosticó un crecimiento de 2.7 por ciento este año y de 2.8 por ciento en 1999, pero advirtió que sigue siendo necesario que los Estados implicados en la Unión Monetaria y Económica continúen con su consolidación fiscal.
Para Estados Unidos, los expertos de la OCDE previeron un curso económico favorable, con 2.7 por ciento de crecimiento, que será frenado a 2.1 por ciento el año próximo por las pérdidas en las exportaciones, a consecuencia de la crisis asiática.