Continúan los disturbios en el Chapare y suburbios de La Paz
Afp, Dpa y Ap, La Paz, 8 de abril Ť En tanto continuaban los disturbios en Chapare como en los suburbios de esta capital, las negociaciones entre el gobierno de Hugo Bánzer Suárez y la Central Obrera Boliviana (COB) quedaron rotas a causa del veto oficial a la presencia del polémico líder campesino Evo Morales.
De entrada, las pláticas habían comenzado a trabarse al persistir los diferendos y al surgir agravios mutuos.
Pero la tensión fue llevada a la mesa de negociaciones en La Paz cuando apareció allí el diputado y líder de los cultivadores de la hoja de coca, Evo Morales, pues el ministro de Gobierno, Guido Nayar, se opuso tenazmente a que participara en la reunión, por lo que las pláticas --más tarde-- serían rotas por la dirigencia en pleno de la COB.
Trascendió que la oposición gubernamental a la participación de Morales se debe a que, en el pasado, el líder campesino ha acusado al presidente y ex dictador Bánzer Suárez de tener vinculaciones con el narcotráfico.
Al respecto, el líder sindical y parlamentario apuntó que estaba dispuesto a comprobar tales nexos del presidente y su familia con el narcotráfico.
Advertencia al dirigente campesino Evo Morales
En contrapartida el partido del mandatario, la conservadora Acción Democrática Nacionalista, en medio de una andanada de declaraciones de indignación de varios altos funcionarios del gobierno, aseveró que podría impulsar el desafuero del diputado de la Izquierda Popular, aunque el Congreso se encuentra en receso hasta el próximo agosto.
``Prefiero perder mi curul antes que ser un soldado más de Bánzar'', replicó Morales, el líder de unas 60 mil familias de labriegos cultivadores de la hoja de coca en la región tropical del Chapare, donde el gobierno se mantiene en conflicto con los campesinos porque quiere acabar con esos cultivos en un plazo de cinco años.
La COB, que apoya a los campesinos disconformes y comenzó una huelga general desde el primero de abril en demanda de incrementos salariales para los maestros y otros sectores públicos, indicó que estaba condicionando la continuación de las negociaciones a la presencia de Morales en la comisión mixta.
Por lo demás, persisten los diferendos ya que el gobierno rechaza la demanda de incremento salarial a los maestros superior a 6 por ciento y mantiene su postura de rebajar drásticamente las compensaciones económicas a los campesinos por cada hectárea de hoja de coca que sea eliminada, por lo que no se percibe por el momento un pronto arreglo.
Agravios mutuos
A lo anterior se suman los agravios mutuos entre autoridades y sindicalistas.
Así, por ejemplo el polémico ministro de Educación, Tito Hoz de Villa, fue calificado de ``torpe e ignorante'' por pretender que los maestros suscriban un compromiso de retornar a las clases y concluir la huelga como condición para cobrar sus salarios de marzo.
Entre tanto, se mantiene la cifra de cinco muertos y un centenar de heridos y numerosos detenidos desde que estalló la huelga de maestros y la movilización campesina en el Chapare, con choques esporádicos entre esos sectores y las fuerzas del ejército y la policía, que tratan de desbloquear los caminos y carreteras.
Mientras algunos informes indicaban que el gobierno parecía tener el control de la situación al desbloquear carreteras y arrestar dirigentes sindicales, al aprovechar el feriado de Semana Santa, en tanto que la Iglesia católica local llamó a las partes en conflicto a evitar la beligeracia y las confrontaciones con motivo de las celebraciones religiosas de estos días.
Continúa la represión
Al tiempo que cerca de mil docentes eran repelidos por la policía en el centro de La Paz, cinco policías se salvaron de ser linchados por otros manifestantes.
Mientras tanto, la Confederación Sindical Unica de Trabajadores de Bolivia amenazó con realizar un cerco a la capital del país en breve en apoyo a las demandas laborales de la COB no satisfechas por el gobierno.