Vive Japón su peor crisis en 50 años, admite el primer ministro
Reuters, Ap, Dpa y Afp, Londres, 4 de abril Ť El presidente francés, Jacques Chirac, adoptó una posición contraria a la de su homólogo estadunidense, William Clinton, sobre el camino que debe seguir Japón para superar la peor crisis desde la posguerra al decir que hay que dejar a Tokio que supere por cuenta propia sus problemas económicos.
``No es asunto de otros decir a Japón lo que debe hacer ni darle consejos'', dijo Chirac al primer ministro nipón, Ryutaro Hashimoto, al concluir hoy aquí la segunda cumbre de 25 jefes de Estado y de gobierno de Europa y Asia (ASEM, por sus siglas en inglés). Mientras tanto, en Indonesia se anunciaba la congelación de licencias a siete bancos.
``Cuando un piloto está haciendo una navegación difícil es importante no molestarle'', reiteró Chirac a Hashimoto, según la portavoz del presidente francés, Catherine Colonna.
Las declaraciones de Chirac contrastaron significativamente con el nuevo exhorto realizado por Clinton en Washington referente a que Japón es ``la clave para la estabilidad y el crecimiento de Asia'', y lo instó a que adoptara urgentes medidas para resolver la crisis.
``Necesitamos ser respetuosos y firmes a la vez, al convocar a los japoneses a que tomen un curso atrevido'', dijo Clinton, y agregó que Tokio debe impulsar su economía después que sucesivos paquetes de medidas de estímulos puestas en marcha no han logrado los éxitos deseados.
A su vez, Hashimoto declaró ayer que la crisis económica de su país era la peor en 50 años, y que considerará ``una nueva serie de medidas'' para reactivar la economía cuando el Parlamento haya aprobado el presupuesto. El primer ministro no ofreció detalles sobre estas medidas.
Los estadunidenses y europeos presionan a Tokio desde hace años para que baje los impuestos a las personas físicas. Hashimoto indicó que sus colegas europeos y asiáticos, reunidos en la segunda cumbre euroasiática, ``no le preguntaron'' por la reducción de impuestos.
Cuando los periodistas lo interrogaron hoy acerca de la situación de la economía nipona, Hashimoto afirmó que Japón tiene en el exterior bienes por valor de 5 mil 900 millones de dólares, reservas por mil 500 millones y ninguna deuda externa. ``Creen ustedes que semejante país puede estar al borde del desplome'', reviró a su vez Hashimoto.
Los participantes emitieron un comunicado final de la cumbre que leyó el primer ministro británico, Tony Blair, donde expresaron su ``fe'' en la capacidad de los países asiáticos para salir de su crisis financiera, con la ayuda de una Europa decidida a permanecer abierta a los intercambios comerciales.
Asimismo, vaticinaron que el crecimiento económico asiático continuará a término medio, aunque reconocieron que hay nuevos signos de que la crisis de Japón estaba empeorando.
La reunión cumbre exhortó también a las naciones asiáticas, en el comunicado final de la reunión, a que cumplan con las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), a evitar el proteccionismo y establecer sistemas financieros abiertos y fidedignos. También las llamó a buscar formas de fortalecer el sistema financiero internacional para ayudar a los países a enfrentar embates económicos.
Por su parte, el canciller alemán, Helmut Kohl, destacó la importancia de la globalización económica y sostuvo que ``si las cosas van mal para Asia hoy, irán mal para Europa mañana''.
Simultáneamente a la clausura de la cumbre euroasiática en Londres, el gobierno de Indonesia anunció hoy en Yakarta el congelamiento de las licencias de siete bancos y puso otros siete bajo el control de la organización gubernamental para restructurar a esas instituciones crediticias.
Esta fue la última medida que asumió el gobierno indonesio que busca reformar al devastado sector bancario del país.
``Estas acciones representan pasos importantes para la Dirección de Restructuración de Bancos de Indonesia (IBRA), en su programa de reformas al sistema bancario'', dijo el ministro de Finanzas, Fuad Bawazier, en una conferencia de prensa.
Las reformas son parte de un plan radical acordado con el FMI a cambio de préstamos superiores a los 40 mil millones de dólares para apuntalar la ruinosa economía de Indonesia.
Bawazier dijo que la medida entraba en efecto de inmediato y que todos los ahorradores legítimos y los acreedores de estos bancos estarían protegidos por garantías gubernamentales. El funcionario añadió que la decisión es ``una parte vital de la estrategia general del gobierno hacia la recuperación económica''.