La estrategia de fuerza del gobierno para enfrentar a los campesinos indígenas de Chiapas está fracasando por completo, pues sólo ha logrado generar una mayor miseria y dañar a la economía mexicana, ya que las comunidades han resistido a todo: de los vuelos rasantes a los intentos de comprar su dignidad. Aunque el único que no parece darse cuenta de esto es Ernesto Zedillo, que sigue pavoneándose sin la menor conciencia del daño que hace a México.
1. El principal problema del grupo salinista es que pretende modelar la realidad a sus proyectos de escritorio. La mayor derrota política a Zedillo y a su estrategia de fuerza no se la han propinado los partidos sino los indígenas de Chiapas, que no se han dejado intimidar por el mayor despliegue bélico en toda la historia de México.
2. El gobierno no podrá desde luego terminar con el EZLN ni con sus bases de apoyo, ni siquiera con la estrategia fascistoide de hacerlo abandonar sus comunidades, como propuso un grupo de irresponsables (31 de marzo), pero tampoco tiene la posibilidad de acabar con la mediación de la sociedad civil. La violencia verbal de Bucareli contra la Conai no ha conseguido más que hundir a sus funcionarios en el desprestigio, pues muestra que sólo se quiere una mediación sometida. ¿Cómo es posible que un individuo como Francisco Labastida, acusado de narco y de ``mapache electoral'' pueda conducir la política interior del gobierno?
3. El gobierno no quiere que se internacionalice la situación, declaró Labastida (2 de abril), pero no se da cuenta de la realidad. La violación masiva de derechos humanos que ha cometido el gobierno de Zedillo obliga a ello.
4. La ``nueva estrategia'' oficial está fracasando en todos los terrenos y uno fundamental es el legislativo. La iniciativa de reforma constitucional de Zedillo, como la del PAN, transgreden la ley para el diálogo y son ilegítimas (porque no corresponden a lo firmado en San Andrés) pero son también anticonstitucionales porque contravienen el Convenio 169 de la OIT, que es ``norma suprema de la Unión''.
5. En lo militar, el fracaso oficial es también rotundo, pues el Ejército Mexicano ha llegado a un descrédito absoluto, ya que los tecnócratas no sólo lo vincularon a la corrupción del narco sino que lo usaron ilegalmente para ocultar su ineptitud. La decisión de Zedillo de crear grupos paramilitares buscaba imponer sus políticas sin comprometer demasiado a los militares, pero todo se le ha revertido, y a cien días de Acteal las evidencias son apabullantes en el sentido de que varios oficiales entrenaron a estos grupos y tienen una abierta complicidad con él para protegerlos.
6. Zedillo no ha tenido justificación alguna para lanzar al Ejército contra su propio pueblo, violando la ley para el diálogo y todas las normas del mundo civilizado, por lo que no es de extrañarse que se multipliquen las voces de condena. El abogado Ramsey Clark (ex procurador general de Estados Unidos) le dijo a Elio Henríquez que la ocupación militar de Chiapas es mayor que la de Bosnia, en donde estuvo en días pasados, y sólo es equiparable a la de El Salvador o Nicaragua, cuando se planeaban grandes operaciones al inicio de la guerra (La Jornada, 2 de abril).
7. ¿Qué mayor condena al gobierno mexicano puede haber, sin embargo, que la de la mirada demudada de la escritora estadunidense Susan Sontag, asistiendo en silencio el 22 de marzo en los Altos de Chiapas al acto religioso que recordaba los tres meses del genocidio de Acteal?
8. El gobierno está fracasando en lo militar pero también en lo político, pues no tiene más arma que la desinformación. La política propagandística se le ha revertido a Ernesto Zedillo, pues en su obsesión por controlar la información ha llegado a todos los excesos, como los obstáculos a los periodistas extranjeros que desean viajar a Chiapas, exigiéndoles que presenten con exagerada antelación su solicitud ante el Instituto Nacional de Migración, junto con itinerario detallado, lo que ha determinado que este control sea comparado en Estados Unidos con el existente en regímenes totalitarios (Reforma, 25 de marzo). Alejandro Carrillo (comisionado del INM) negó que existan estas trabas fascistoides, pero las cadenas de televisión estadunidenses lo desmintieron de inmediato.
9. Ernesto Zedillo, sin embargo, se autofestina, pues de acuerdo con una encuesta de Los Pinos (probablemente hecha en Los Pinos), gracias a su estrategia de fuerza ``por vez primera desde 1994, el EZLN no tiene ventaja significativa sobre el gobierno'' (Milenio 31).
10. Los hechos sin embargo están ahí, y la historia mexicana muy difícilmente podrá recordar otro momento en el que la resistencia de los campesinos indígenas, al poner en jaque a un gobierno, le hayan dado un ejemplo más valioso a toda la sociedad civil.