La Jornada 3 de abril de 1998

Aprueba UNESCO su plan de acción cultural; guiar el desarrollo, la meta

Adriana Malvido, enviada, Estocolmo, 2 de abril Ť Terminó hoy aquí la conferencia mundial El poder de la cultura con la aprobación unánime de un plan de acción que para Federico Mayor Zaragoza, director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), significa ``una vuelta de tuerca'' en la concepción de la cultura, un ``paso histórico en la reivindicación de la dignidad y la identidad cultural de los pueblos y de cada ser humano'', porque por primera vez en la historia, representantes de los gobiernos, la sociedad civil, el sector privado y la comunidad artística, juntos, reconocen a la cultura como una dimensión fundamental del desarrollo.

Para Lourdes Arizpe, directora de Cultura del organismo y pieza clave en la elaboración de Nuestra diversidad creativa, el informe en el que se inspiró el plan de acción, ``Estocolmo es un llamado de atención al mundo que dice: la cultura, el corazón del asunto, es la que hará la diferencia en la manera en que el mundo se desarrollará en el siglo XXI''.

Estrategias para el nuevo milenio

¿Por qué necesitamos la movilización de gobiernos, sociedad civil y artistas?, preguntó a la plenaria la antropóloga mexicana. ``Para asegurar que no crezca la brecha entre quienes cuentan con recursos para recrear sus lenguajes y culturas y aquellos que no los tienen; que el mundo no se divida en ricos y pobres de la información y la salida es la democracia como objetivo cultural; que aquellos excluidos del presente desarrollo no sean dejados atrás en la ciberhistoria, especialmente las mujeres, las minorías y los indígenas; que los artistas y escritores sean capaces de concentrar su creatividad para producir los símbolos del mañana, especialmente en países en desarrollo; la creación de una cultura ciudadana que permita la resolución pacífica de los conflictos entre personas culturalmente distintas que comparten una misma nación y que la exploración de nuevas formas de comunicación y expresión se instalen en nuestras manos en este comienzo de nuevo milenio''.

La UNESCO espera que a partir de medidas concretas acordadas en el plan de acción los participantes de la reunión vuelvan a sus países para implantarlas y que, en palabras de Mayor, ``la cultura se considere el más alto nivel de la política''.

Estocolmo reunió a 750 delegados gubernamentales, 140 países, 73 ministros de Cultura, Educación y Relaciones Exteriores; a 100 organizaciones no gubernamentales, 23 intergubernamentales, asociaciones artísticas, fundaciones culturales, empresarios, 150 periodistas y mil participantes más. Quizá lo más inusual de la reunión consistió en que el plan de acción aprobado incluyó las propuestas presentadas por la sociedad civil que reunida en ágoras, foros, coloquios y talleres debatió a fondo los temas cruciales de la cultura de cara al fin de milenio.

En entrevista, Mayor Zaragoza aseguró que Estocolmo representa un nuevo punto de partida para las políticas culturales: ``Hasta ahora se hablaba de recursos humanos como factor de productividad, desde ahora hablaremos de seres humanos, de hombres y mujeres únicos con un rostro y una identidad propios''.

Dos fueron los temas en los que no hubo consenso: la ``excepción cultural'' en los tratados comerciales y, como siempre, la devolución del patrimonio cultural a sus países de origen (ver recuadro).

El plan aprobado incluye medidas concretas para conseguir cinco objetivos básicos. El primero consiste en ``hacer de la política cultural una de las piezas claves de las estrategias de desarrollo''.

El segundo, ``promover la creatividad y la participación en la vida cultural'', donde se establece la recomendación de un igual trato a los diferentes sectores de la población con el mismo respeto y ofrecerles las mismas oportunidades de desarrollo; estimular el conocimiento de la diversidad cultural y lingüística alentando el aprendizaje de una o más segundas lenguas; crear nuevos lazos entre la cultura y la educación para lograr el reconocimiento de la cultura y las artes como dimensión fundamental de la educación de cada persona; fortalecer la educación artística y promover la creatividad en la educación a todos los niveles, así como reconocer y asegurar el papel de la mujer en la cultura y su participación en la formación de nuevas políticas.

Promover industrias culturales

El objetivo tres persigue el reforzamiento en la salvaguarda del patrimonio tangible e intangible y la promoción de las industrias culturales. Una de las medidas involucra la capacitación de especialistas para la administración de la cultura. También se recomienda la renovación de la definición de patrimonio para que abarque elementos naturales y culturales tangibles o intangibles, la creación de inventarios y la movilización de ciudadanos y comunidades locales en las tareas de conservación; la asistencia a artistas, diseñadores y artesanos para actualizar y salvaguardar sus derechos de autor y consolidarlos en relación con el mercado a nivel local y global contra abusos comerciales. Por recomendación de Canadá, este punto incluyó la idea de que ``los bienes culturales no son como cualquier otra mercancía ni deben ser tratados como tales'' y de que se busque la cooperación del gobierno, el sector empresarial y la sociedad civil para realizar marcos regulatorios adecuados.

El cuarto objetivo consiste en ``la promoción de la diversidad cultural y lingüística para la sociedad de información'' en redes de radio y televisión así como en las nuevas tecnologías; proveer de medios (radio y televisión) y espacios de comunicación a minorías y comunidades locales; impulsar el conocimiento y el uso de las nuevas tecnologías sobre todo en la niñez así como el acceso a éstas mediante servicios públicos; promover en la educación un énfasis en el uso creativo de las nuevas herramientas tecnológicas para futuras generaciones de usuarios y productores de mensajes y contenidos; elaborar políticas de preservación de archivos, museos y bibliotecas y establecer mecanismos de acceso como la digitalización y reconocer el papel clave de la creación artística en la construcción de la sociedad de la información. Además, considera la cooperación en el campo de los medios audiovisuales y la capacitación en co-producciones y distribución de los productos.

El quinto punto se refiere a la búsqueda de más recursos para la cultura como el incremento en los presupuestos gubernamentales, el desarrollo de políticas fiscales y mecanismos de donación que alienten el apoyo del sector privado e invitar a la Organización de las Naciones Unidas a incrementar la asistencia financiera a proyectos culturales.

Federico Mayor retó con sus palabras a los ministros gubernamentales: ``ya veremos en dos años qué países han adoptado realmente estas medidas y cuáles sucumben al círculo vicioso del libre mercado; qué países logran en sus parlamentos el incremento de los presupuestos al sector; cuáles reordenan sus prioridades en favor de la vida de las personas''.

De eso depende, advirtió, que se lleve o no a cabo una Cumbre Global de Cultura para el inicio del próximo siglo; ``primero esperemos a ver, después de las semillas plantadas en Estocolmo, cuáles frutos recogemos''.

Reconocer a las ``inmensas minorías''

Durante una entrevista realizada por la mañana con diez reporteros de diferentes países, Mayor destacó que el solo hecho de reconocer a las minorías, el papel de los niños y jóvenes y las mujeres en el desarrollo ``hizo que la reunión valiera la pena''. Y comentó:

``Hablamos de minorías culturales cuando a veces son mayoría. Yo les llamo inmensas minorías. No podemos decir que la población maya en Guatemala, que integra a 8 de los 11 millones de habitantes, es una minoría.''

Habló sobre un tema crítico en la conferencia: la excepción o no de la cultura en los tratados comerciales: ``Yo creo firmemente en la libertad, no creo en proteccionismos ni en establecer una serie de dispositivos de restricción, lo que sí creo es que hay países que dejan todo a la oferta y la demanda del mercado sin un marco ético y en ese sentido la protección del autor y los derechos conexos es importantísima. Pero estamos en un mundo en el que circulan más de un trillón de dólares diarios por lo que se llama ahora dinero electrónico, la velocidad y la magnitud rebasan el control de los Estados, se trata de responsabilidades trasnacionales. Entonces, tanto para la banca, como para el medio ambiente o el tráfico de drogas, la propiedad intelectual requiere de normas trasnacionales, de una visión global''.

Un importante logro de la conferencia es que ahora se entiende la importancia del toque humano en el desarrollo, ``no del high tech sino del high touch''.

Paz para todos los hombres

En un discurso largamente ovacionado, Lourdes Arizpe resumió en cuatro palabras el mensaje de la conferencia: ``Necesitamos libertad para crear''.

Al dar por concluida la plenaria, los anfitriones suecos despidieron a los asistentes con música y poesía. Primero, el Coro Romeo y Julieta. Después, el actor sudafricano, Japan Mthembú quien citó un texto inédito hallado en Namibia:

El teatro es el espejo que detenemos frente la sociedad;/ la verdad puede no ser placentera,/ pero al presentarla;/ le damos poder a la gente para confrontar asuntos que preferirían no ver.

Del poeta Sipho Sepamla citó Un deseo que termina así: ``Soy ese tipo de hombre/ pero un deseo en mi mente permanece/ paz en todo tiempo para todos los hombres''.