Traigo una piedra en el zapato y no es Marcos: Zedillo
Rosa Elvira Vargas, enviada, Apetatitlán, Tlaxcala, 1o. de abril Ť El monólogo al aire, apenas un comentario que no buscaba destinatario, ocurrió una vez que el presidente Ernesto Zedillo terminó de saludar a los asistentes a la presentación del programa de trabajo de la Semarnap y se dirigía, caminando sobre el tezontle, hacia el vehículo que lo trasladaría hacia otro punto de su gira: ``traigo una piedra en el zapato y no es el subcomandante Marcos... Y no es una, traigo como tres. Ando como pollo espinado''.
Cortó ahí. Su intención no era iniciar un diálogo con quienes lo acompañaban, el gobernador Antonio Alvarez Lima y la secretaria de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca, Julia Carabias Lillo, entre otros funcionarios, y por ello, cuando mucho, alguien alcanzó a recomendarle que para las giras mejor calzara botas.
El parque ecológico Diego Muñoz Camargo había sido el primer punto de una visita donde, además de atender cuestiones estatales, el presidente Zedillo ratificó la determinación de su gobierno de impulsar en 1998 acciones para contener el deterioro del ambiente y de los recursos naturales, fomentar la producción sustentable y contribuir al bienestar social.
Se trata de las líneas sobre las que la secretaria Carabias Lillo había dado detalles ahí mismo, y en cuyo texto ampliado -no el que leyó ante el Presidente- admite que los problemas ambientales acumulados ``rebasan la magnitud de los recursos que se movilizan para solucionarlos''.
Insistió en que los principales problemas del sector son la deforestación; la pérdida de la biodiversidad; la erosión del suelo; la contaminación del agua, del aire y del suelo, y la sobreexplotación de los recursos pesqueros. Así, por ejemplo, la Semarnap considera que la deforestación histórica acumulada en México desde 1996 podría representar 44.2 millones de hectáreas, de un total de 98 millones de hectáreas arboladas originales.
Los datos ilustran también que en México se ha perdido 45 por ciento de las superficies forestales y que, de continuar el retroceso de la frontera boscosa original, en el próximo siglo la riqueza natural del país habrá mermado significativamente en términos cuantitativos y cualitativos, agravándose la problemática ambiental, social y económica de las regiones donde hoy viven 12 millones de mexicanos, la mayoría de los cuales pertenecen a los grupos indígenas.
Además de escuchar ese programa sectorial, el titular del Ejecutivo estuvo en una fábrica, inauguró una unidad médica familiar del IMSS y encabezó una reunión con campesinos. Pero también escuchó en Apizaco el clamor de una multitud que reclama investigaciones serias sobre el robo -en febrero- de un bebé de dos meses y a obreros en huelga desde hace mil días, que demandaron una solución, porque ``nos estamos muriendo de hambre'', pero que recibieron como respuesta: ``que no los engañen; eso no depende del gobierno''.
Pero primero, aquí en Apetatitlán, el mandatario estableció que el cuidado del ambiente y el uso sustentable de los recursos naturales son cuestiones de fondo y de largo plazo que requieren una actualización permanente de los ordenamientos en la materia.
Refirió entonces que las comunidades indígenas poseen un entorno particularmente rico en biodiversidad y que gestiones adecuadas para aprovechar sobre todo las vertientes forestal y acuícolas ``pueden ayudarlos a superar una situación de marginalidad e indigencia''. Sobre ese punto había señalado también que los programas de Areas Naturales Protegidas y de Manejo de Vida Silvestre tendrán bajo control, a fines de este año, 21 millones de hectáreas.
Las reservas naturales no estarán sólo en el papel, afirmó, pues se destinarán a ellas personal e infraestructura. Además, la conservación debe complementarse con acciones de restauración ``de lo que ya se ha perdido'' y, por ello, la meta es recuperar para este año 140 mil hectáreas desmontadas, a través de la reforestación de especies nativas.
El Presidente también se congratuló de que hace cinco meses en el Valle de México no se presenten contingencias ambientales, en lo que si bien ha tenido mucho que ver el aire, se vio convencido de que las medidas incluidas en el Pronaire ``empiezan a dar resultados'' y, aunque el riesgo de ese fenómeno subsiste, pidió ``tocar madera'' para que no ocurra así en los próximos días.
Exististe capacidad para manejar sólo 26% de los residuos peligrosos
Además, abordó otros puntos de los programas ambientales, pero se detuvo especialmente en el relativo al manejo de los residuos peligrosos, donde apenas se tiene capacidad instalada para manejar 26 por ciento de los que se generan en el país. La cuestión, dijo Zedillo, es reducir la producción de esos desechos, reciclar los que se puedan y confinar aquellos que no admitan otro destino. Admitió, sin embargo, que ese tema genera controversias, pero que ante todo debe asumirse el peligro que significa almacenarlos en forma inadecuada.
Por ello, asentó, ``si se plantean con toda claridad, si se observan rigurosamente los criterios normativos y técnicos que garanticen la seguridad de la población y de los ecosistemas y se informa de ello con absoluta transparencia a todos los interesados, podremos superar las controversias y contar con la infraestructura que necesita México en este terreno''.
Más adelante planteó que, este año, 800 mil personas serán dotadas de agua potable, no obstante las restricciones presupuestales. El punto de los recurrentes incendios forestales también fue abordado por Zedillo y la propia maestra Carabias. Ella lamentó, además, la pérdida de tres soldados de la región de Tlaxcala, que el fin de semana murieron tratando de sofocar uno de los siniestros que, por cierto, son numerosos los que hoy existían en la región boscosa que abarca a Puebla y el estado de México.
El Presidente visitó luego, en San Benito Xaltocan, una fábrica de papel tissue, de la empresa Procter ú Gamble, en la que Luis Arturo Huerta, un joven ingeniero industrial en producción, egresado del Tecnológico Regional de Orizaba, hizo una interesante exposición sobre cómo se recicla el papel que después estará en servilletas y toallas faciales, entre otros productos que requieren esa materia prima. Muy orondo, después de haber sido ampliamente felicitado, el muchacho dijo que todos los técnicos de esa compañía son mexicanos y que, acaso, laboran en el área administrativa algunos empleados extranjeros traídos por la poderosa trasnacional.
Procter ú Gamble maneja 50 marcas en sus seis plantas industriales, con artículos que van desde detergentes hasta pañales desechables, jabones, cosméticos o papas fritas. Baste decir que sus ventas a nivel mundial rebasan los 35 mil millones de dólares anuales. En 1997, esta empresa compró Loreto y Peña Pobre en más de 170 millones de pesos, y utiliza en toda su producción, materia prima reciclada. Procesa 120 mil toneladas anuales de papel y, de esa manera, asegura que ahorra la tala de 2 millones de árboles, al tiempo que elimina más de 200 mil metros cúbicos de basura.
En Apizaco, también el Presidente asistió a la apertura de una unidad de Medicina Familiar. La instalación fue recorrida por el mandatario luego de preguntarle al director del IMSS, Genaro Borrego: ``¿Qué, está bonita? porque si no, no entro''.
Ahí también saludó a parte de los 6 mil tlaxcaltecas que fueron llevados por el gobierno de José Antonio Alvarez Lima para asistir al paso del Presidente. Pero muchos de ellos sólo acertaron a reclamar, con voz fuerte y mediante carteles, que se trabaje para que aparezca el bebé Efraín Báez Suárez, robado de su casa en febrero por unas ``supuestas enfermeras''. Y con el mismo énfasis, los obreros en huelga de Clemex, una fábrica de bienes de capital, demandaron solución a sus demandas