Ortiz: no pretende el BdeM ser enclave de poder económico
Roberto González Amador Ť La iniciativa para transferir al Banco de México el control de la política cambiaria y la facultad de supervisar el sistema financiero no pretende convertir al instituto central en un ``enclave del poder económico'', afirmó ayer Guillermo Ortiz Martínez.
El gobernador del Banco de México sostuvo que aumentar las atribuciones de la institución, como propuso el Poder Ejecutivo en la iniciativa de ley enviada la semana pasada al Congreso, fortalecería la capacidad del instituto central para contribuir a reducir la inflación en forma sostenida y, con ello, favorecer el crecimiento de la economía.
Al participar en un seminario organizado por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), Ortiz Martínez aseguró que las iniciativas de reforma propuestas por el Ejecutivo pretenden otorgar facultades adicionales al Banco de México para que éste pueda cumplir de manera más eficaz con el mandato prioritario de abatir la inflación, además de fortalecer el arreglo institucional para hacer más efectiva la supervisión y la regulación del sistema financiero.
Sobre la propuesta de asignar al banco central la responsabilidad de manejar la política cambiaria, facultad actualmente compartida con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, señaló que la razón principal radica en que los asuntos cambiarios y la política monetaria no son instrumentos diferentes.
En una economía abierta como la mexicana, argumentó, el desarrollo de la inflación no puede entenderse sin relacionarlo con el comportamiento del tipo de cambio, que determina los precios de prácticamente todas las mercancías, ya que éstas son, por lo general, comerciables internacionalmente. De ahí que si la política monetaria tiene asignado el mandato de abatir la inflación, es imposible conceptualizarla sin la política cambiaria, señaló.
Ortiz Martínez, quien participó en un panel con la ex diputada perredista Ifigenia Martínez, el dirigente del Partido Acción Nacional, Felipe Calderón, y el diputado priísta Angel Aceves Saucedo, defendió la propuesta de fortalecer la autonomía del instituto central.
Después de que el líder panista pusiera en duda la autonomía del Banco de México con respecto al Ejecutivo y que planteara que el gobernador del instituto central fuera electo en un proceso más abierto en el que participaran los partidos políticos, Ortiz Martínez sostuvo que en ningún país del mundo los gobernadores de los bancos centrales son electos.
Los gobernadores, dijo, son designados por el Ejecutivo de manera directa, como sucedió en México hasta 1994, o son propuestos por los gobiernos para que el órgano legislativo los ratifique.
Ortiz Martínez escuchó las críticas de Calderón a la actuación del Banco de México en los últimos años. El panista insistió en que el ejercicio del banco central debe separarse de las influencias políticas transitorias o de grupo para actuar en beneficio de la colectividad.
Calderón Hinojosa calificó de ``preocupante'' que el Ejecutivo pretenda transferir al Banco de México las funciones de supervisión del sistema financiero, pues ello generaría un conflicto de intereses.
``El punto a debate no es si se busca una autonomía real del banco central, sino el carácter de quienes integran la autoridad del banco'', afirmó Calderón, tras recordar que hasta finales de 1997 Ortiz Martínez estuvo a cargo de la Secretaría de Hacienda. ``No se está reforzando la autonomía, sino que se fortalece la vinculación del banco con el gobierno y eso es ir por mal camino'', aseveró.
Por su parte, Ifigenia Martínez consideró que si el banco central es autónomo y cumple fielmente con el objetivo de controlar la inflación ello tendrá un efecto restrictivo y recesivo sobre la economía.
En este caso, apuntó, la autonomía sería un candado adicional a la política de contención del crecimiento para servir a los fines de la apertura económica, del pago del servicio de la deuda externa y de la continua inequidad en la distribución del ingreso.
En tanto, Angel Aceves rechazó que la propuesta de conceder mayores atribuciones al banco central esté relacionada con las elecciones del año 2000 y dijo no compartir la tesis de que el gobierno pretende garantizar la continuidad de la política económica ante la posibilidad de que el PRI pierda la próxima elección presidencial.
Refuta Bendesky la teoría del proyecto económico transexenal
León Bendesky, director de Economía Regional e Internacional (ERI-Consultores), afirmó que es ``insostenible'' el argumento de que fortalecer las funciones del Banco de México es una iniciativa del gobierno para garantizar la continuidad transexenal de la política económica.
En el seminario del ITAM, el economista sostuvo que si un partido de oposición (en alusión al PRD) supiera que va a ganar las elecciones presidenciales del 2000 lo primero que querría es tener un banco central autónomo.
La propuesta de reforma del Banco de México --al que se pretende transferir el manejo de la política cambiaria y la supervisión del sistema financiero-- ``es un asunto más serio'', consideró Bendesky.
En el fondo, dijo, se trata de fortalecer con instituciones serias a un país que ha carecido de ellas. ``La cuestión política es que, independientemente del partido que gobierne, debe tener instituciones que garanticen el crecimiento de la economía'', aseguró.