La Jornada 1 de abril de 1998

Agresiones priístas en el Congreso morelense

Francisco Guerrero Garro, corresponsal, Cuernavaca, Mor., 31 de marzo Ť Durante una sesión en la que hubo diversas trifulcas originadas por militantes priístas, el Congreso local comenzó un segundo periodo extraordinario para dar entrada a la recomendación 25/98 del ombdusman nacional, que documenta violaciones a derechos humanos de morelenses y corrupción e ineficiencia en la impartición de justicia por parte de funcionarios del gobierno que encabeza Jorge Carrillo Olea.

La recomendación fue aceptada por los 12 diputados del PRD, cinco del PAN y uno del Partido Civilista Morelense (PCM); sin embargo, los 12 legisladores del PRI abandonaron la sesión al considerarla ``ilegal'' y ``anticonstitucional''.

Los legisladores de la oposición nombraron mesa directiva para el tiempo que dure el periodo extraordinario e indicaron que éste se extenderá el tiempo que sea necesario. Además, dieron lectura al dictamen de la recomendación, la discutieron y votaron a favor de la aceptación por unanimidad.

Durante la instalación del periodo extraordinario, un grupo de militantes priístas protagonizó un primer enfrentamiento contra diputados de oposición y seguidores de la Coordinadora Morelense de Movimientos Ciudadanos (CMMC), al oponerse a que el Congreso local aceptara la recomendación de la CNDH, y trataron sin éxito de impedir la sesión convocada por las diputaciones de PAN, PRD y PCM, lo cual obligó a la presidencia en turno a decretar un receso.

Por la tarde, una vez reanudada la sesión, los priístas provocaron otra trifulca al tratar de agredir a los diputados opositores, los cuales tuvieron que salir rápidamente del salón de sesiones; sin embargo, fueron perseguidos hasta sus oficinas por los inconformes, que rompieron puertas y causaron destrozos en su afán de atrapar a los legisladores, quienes lograron ponerse a salvo.

El periodo extraordinario fue instalado a pesar de las protestas de cientos de militantes priístas, que con gritos e insultos exigían que se rechazara la recomendación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos por ser ``anticonstitucional'', e intercambiaban consignas con los seguidores de la Coordinadora Morelense de Movimientos Ciudadanos, quienes ocupaban la parte alta de las tribunas del Congreso local.

Los priístas, encabezados por Armando Ramírez Saldívar, fueron subiendo de tono a sus protestas y adquiriendo más agresividad en el momento en que se pasó lista de presente y se dio comienzo a la sesión, que presidió el perredista Fernando Gracia Gómez.

Minutos más tarde, los militantes del tricolor se apoderaron de la tribuna para desplegar mantas en contra de los diputados de oposición, impidiendo a los legisladores continuar con los trabajos, lo cual obligó al presidente de la mesa a decretar otro receso.

Ante la actitud agresiva de los priístas, que a golpes bajaron del presídium a integrantes de la CMMC que intentaban, a su vez, desplegar una manta, los miembros de esta última agrupación abandonaron el salón para evitar un enfrentamiento mayor.

Reportera agredida

Durante esos acontecimientos, Guillermo García González, que aparentemente trabaja con el coordinador de la fracción perredista Hugo Carbajal, golpeó a la reportera de La Unión, Tlaolli Preciado, lo cual provocó una reacción de ira en más de 50 informadores, los cuales tomaron las oficinas de Carbajal para exigir el cese inmediato del agresor.

Una vez reanudada la sesión, los priístas volvieron a agredir a los diputados opositores con gritos, insultos y empujones; éstos salieron del salón de sesiones perseguidos por los enardecidos priístas que los corretearon por todo el edificio legislativo e inclusive derribaron puertas de algunos salones donde los legisladores querían refugiarse.

Asimismo, los militantes del PRI buscaron por todo el recinto del Congreso al diputado Ricardo Dorantes San Martín, que recientemente se paso del PRI al PRD, ``para darle en la madre'', pero no pudieron encontrarlo.

La actitud agresiva de los priístas provocó encuentros a golpes entre éstos y personal de seguridad del Congreso, hasta que finalmente se restauró la calma y los diputados de oposición regresaron a sus oficinas, aún con el temor de volver a ser agredidos, para integrarse a la sesión privada en la cual se aprobó la aceptación de la recomendación de la CNDH.