La Jornada 1 de abril de 1998

Sigo de cerca lo que ocurre en México, señala alta comisionada de la ONU

Kyra Núñez, especial para La Jornada, Ginebra, 31 de marzo Ť Mary Robinson, alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, declaró que sigue ``de cerca la muy difícil situación en México, particularmente el incidente de diciembre pasado en Chiapas (Acteal)'', y afirmó que ``los temas políticos que se presenten -por ejemplo, la designación de un relator especial- serán abordados por la Comisión de Derechos Humanos, que es el organismo de la ONU al cual le compete'' hacer el análisis político y tomar las decisiones que los Estados miembros consideren convenientes.

Robinson, con medio año en el puesto y ``mucho más segura que nunca para hablar con la voz de las víctimas de violaciones y de sus familiares'', ha sostenido durante los presentes trabajos de la Comisión de Derechos Humanos un diálogo continuo sobre México, tanto con funcionarios del gobierno como con grupos indígenas. De ambos ha obtenido informaciones divergentes respecto a, por ejemplo, la iniciativa de ley sobre indígenas: mientras los representantes gubernamentales insisten en que se trata de un nuevo esfuerzo para el logro de la paz en Chiapas y se ha hecho con base en amplias consultas populares e indígenas, los grupos civiles lo niegan.

Se pronunció en favor de establecer instituciones nacionales eficaces que tomen en sus manos el respeto a todas las garantías individuales y promuevan la cultura de los derechos humanos, en vez de crear ``un imperio'' de la ONU en el mundo.

Respecto a México, resume: ``Me he reunido con funcionarios. Primero con el fiscal Jorge Madrazo, con quien discutimos la situación en Chiapas y la de otros grupos minoritarios en el país. Madrazo mencionó la legislación que el presidente Zedillo ha presentado ante el Congreso para promover la paz en Chiapas. Me entrevisté con representantes de grupos indígenas, a quienes interrogué sobre la citada iniciativa y respondieron que ésta carecía de una base de consulta popular y de los propios grupos involucrados. En reunión con la vicecanciller Carmen Moreno retomé este asunto y la subsecretaria de Relaciones Exteriores afirmó que sí han habido consultas''. La Comisión de Derechos Humanos de la ONU aún tiene cuatro semanas de trabajos y el diálogo continuará.

Acerca de las demandas de grupos civiles y ONG nacionales e internacionales para establecer una presencia permanente de su oficina en Chiapas y se designe a un relator especial para México, dijo: ``Estoy bajo una fuerte presión para que se establezcan oficinas por todas partes. Eso me preocupa porque, desde que asumí el puesto, me declaré contraria a los imperios. No quiero ni pretendo levantar uno de la alta comisionada. Pero ante tanta presión estamos pensando en crear oficinas por regiones, desde donde se seguirían las situaciones específicas. Estamos abiertos a esa posibilidad, que podría decidirse esta semana.

``Me interesa ver que -sobre México- hay una presión considerable para este tipo de representación, pero no quiero comentar directamente sobre temas políticos porque éstos vendrán a la propia comisión. Los temas políticos son de su competencia y a la alta comisionada queda el darle seguimiento a las decisiones que ahí se tomen''.