Se reunió Labastida con el líder priísta en el Senado y ocho miembros del grupo Galileo
José Gil Olmos y Rosa Elvira Vargas Ť El secretario de Gobernación, Francisco Labastida Ochoa, insistió en acusar de ``parcial'' a la Conai, con cuyo presidente, el obispo Samuel Ruiz García, se reunirá previsiblemente este martes o a más tardar el miércoles, a fin de aclarar ese punto.
El funcionario también reiteró su posición frente al EZLN de quien, dijo, no se ha advertido ningún deseo para la reanudación del diálogo de paz suspendido hace 18 meses. No obstante, ratificó la posición de solucionar políticamente el conflicto chiapaneco. ``Vamos a seguir insistiendo por este camino'', aseguró.
Ayer, el secretario de Gobernación se reunió por la mañana con el líder de la bancada del PRI en el Senado, Genovevo Figueroa, y con ocho de los 18 senadores priístas del Grupo Galileo, para afinar la estrategia legislativa y aprobar la iniciativa presidencial sobre derechos indígenas en este periodo ordinario de sesiones del Congreso de la Unión, que concluye en abril. Según algunos de los asistentes, la reunión fue ``ríspida'' por momentos, porque los legisladores trataron de mantener la postura de aplazar la aprobación de la propuesta del presidente Ernesto Zedillo hasta el restablecimiento del diálogo con los zapatistas.
Al final de la reunión privada, Genovevo Figueroa aseguró que hubo ``muchas'' coincidencias con el secretario Labastida Ochoa, porque ``no tenemos puntos de vista contrarios a la iniciativa presidencial'', sin embargo, no explicó el contenido de dichas coincidencias con el funcionario.
El senador Melchor de los Santos, en nombre del Grupo Galileo, aclaró que la postura no es votar en contra de la iniciativa presidencial sino que el trabajo legislativo ``garantice lo más posible la reanudación del proceso del diálogo de paz en Chiapas''.
Negó que en la reunión con Labastida se les haya pedido cerrar filas en torno al PRI, para aprobar sin dificultades la propuesta gubernamental. Se trató, dijo el senador, ``de intercambiar puntos de vista con respecto a cuáles son las mejores condiciones para que el Poder Legislativo contribuya al proceso de paz que todos los mexicanos queremos''.
Quiso precisar que, desde el inicio, el Grupo Galileo ha sostenido que en ``términos sustantivos'' no difieren con el ánimo y los propósitos de la iniciativa presidencial. ``Nuestras aportaciones son al procedimiento'', atajó.
En la reunión, de cerca de tres horas, sólo se intercambiaron puntos de vista, aseguró De los Santos.
``Fue una plática muy amplia, muy directa y salimos con toda la información que nos va a permitir seguir caminando en el trabajo legislativo de esta importante iniciativa'', indicó a su vez Genovevo Figueroa.
En esta entrevista no se habló de la ``tregua'' legislativa planteada por el Grupo Galileo, aclaró el líder de la bancada priísta luego de explicar que fueron los integrantes de dicho grupo quienes le plantearon la necesidad de entrevistarse con Labastida.
Según Figueroa, en el interior de la fracción priísta en el Senado de la República permanecerá la intención de unir y cohesionar las fuerzas de su partido en torno a la iniciativa presidencial, y con ello ``mejorar las condiciones en las que viven hoy todas las comunidades y todos los pueblos indígenas del país''.
Por su parte, el secretario de Gobernación, después de asistir a la clausura del Congreso Nacional de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), realizada en Los Pinos, reiteró las críticas a la Conai y al EZLN.
``A la Conai le hemos advertido parcialidad y al EZLN no le hemos advertido ningún deseo de que se arregle el conflicto; pero las soluciones son atender lo que es prioritario, que es atender a los indígenas, y para eso es el proyecto de ley: para respetar y fomentar su cultura, mejorar su educación, y para eso son las estrategias adicionales de impulsar el crecimiento económico y el empleo y atender las demandas sociales'', argumentó Labastida.
Juan Balboa, corresponsal, San Andrés Larráinzar, Chis., 30 de marzo Ť Por aire y por tierra, el Ejército Mexicano aumentó en los últimos días la vigilancia alrededor de la comunidad de Oventic -el Aguascalientes II del EZLN- y los helicópteros han tirado bolsas sobre algunas comunidades que, según las autoridades del gobierno autónomo de este municipio, podrían contener ``culebras venenosas'' como las que han arrojado en algunas comunidades de la selva Lacandona.
En dos ocasiones, un helicóptero de la Procuraduría General de la República (PGR) ha intentado aterrizar en la comunidad de Tivó, lo que ``causó miedo y terror entre la población'', aseguran las autoridades del gobierno autónomo de San Andrés Larráinzar, que preside Marcos González González, y señalan que el presidente Ernesto Zedillo continúa enviando ``signos de guerra y no de paz''.
``Debido a los intensos sobrevuelos de aviones y helicópteros artillados, que no cesan de hostigar y atemorizar a nuestros pueblos de Los Altos de Chiapas, nos obliga una vez más a levantar nuestra voz para denunciar ante la opinión pública nacional e internacional que el gobierno mexicano no deja sus amenazas de muerte'', aseguran en una carta firmada y sellada por el gobierno autónomo y agentes municipales de San Andrés Larráinzar.
En una cronología de hechos, las autoridades señalan que desde que el presidente Ernesto Zedillo ``empezó a reiterar más su voluntad de paz y firmó su iniciativa de ley sobre derechos y cultura indígenas'', se incrementaron los sobrevuelos de helicópteros y aviones sobre el Aguascalientes zapatista de Oventic y otras cuatro comunidades.
El 29 de marzo pasado, agregan, intentó aterrizar en la comunidad de Tivó un helicóptero de la PGR. El mismo día, la misma nave sobrevoló el Aguascalientes y ``dejó caer cerca de la comunidad un objeto que no pudimos distinguir''.
``Dicho objeto no sabemos qué contiene, tal vez puede ser una bolsa que contenga culebras venenosas para que los habitantes sean mordidos'', dijeron.
En las tres zonas consideradas de conflicto volvieron a aparecer los retenes militares. Tres aviones y dos helicópteros realizan por lo menos unos 30 sobrevuelos diarios y el patrullaje terrestre es más intenso.
El Ejército Mexicano se apodera de cruceros estratégicos de la selva Lacandona, salidas naturales de los municipios de Ocosingo y Las Margaritas. Paralelamente, terrenos de las comunidades de Chucoljá, en el municipio de Palenque, y San Jerónimo Tulijá, en Chilón, fueron tomados por el 18 batallón de infantería del Ejército -perteneciente a la zona militar de Tabasco- para instalar nuevos campamentos.