ASTILLERO Ť Julio Hernández López
En los comicios internos del PRI para postular candidatos a cargos locales de Baja California se produjeron varios resultados que mostraron al doctor Ernesto Zedillo alejado de la tentación de intervenir, en la tierra de sus afectos, en favor de amigos y grupos que pudiesen en otra época haber obtenido las postulaciones con la mera invocación de relaciones o cercanías presidenciales.
Si en Chihuahua el primer experimento priísta de elección abierta dio el gane legítimo a un candidato a gobernador (Patricio Martínez, cercano a las preferencias políticas de Los Pinos) que parece encaminarse a la reconquista pacífica del poder que hoy tiene el PAN, el segundo ensayo democrático del tricolor, realizado en Baja California, ofreció ahora material para apuntalar la versión de que Zedillo, en su condición reasumida de máximo jefe del priísmo, estaría dispuesto a dejar a un lado afinidades y desacuerdos personales para dar paso a contiendas internas libres de su partido, en los casos donde las condiciones políticas lo permitiesen.
Faxes y candados
En Tijuana, por ejemplo, ganó con enorme amplitud el senador Amador Rodríguez Lozano, quien buscará la presidencia municipal con una enorme bandera que diga ``No a las concertacesiones''. El legislador tiene una amplia carrera en Baja California y encarna, además, al priísmo que considera que muchas de sus derrotas en la entidad obedecen no sólo a fallas internas de su partido, sino a arreglos cupulares en los que se ha sacrificado al tricolor en aras de intereses y alianzas signadas entre fuerzas nacionales, específicamente la Presidencia de la República y partidos como Acción Nacional.
Político cuidadoso, con más vocación por la ortodoxia que por las innovaciones, Rodríguez Lozano ha sido secretario de Acción Electoral en el comité nacional priísta y ha formado parte de grupos relacionados con Fernando Ortiz Arana, Santiago Oñate y César Augusto Santiago, tocados todos ellos, con distinta intensidad, por el látigo del enojo presidencial a causa de distintos episodios entre los que destacan el impulso, a golpe de promociones por medio de fax, del queretano para suplir la candidatura de Luis Donaldo Colosio, y de los dos últimos (Santiago, uno de nombre y otro de apellido) en la organización de la asamblea nacional priísta en la que se impusieron los candados tan mal vistos en Los Pinos.
Ahora, sin problemas, Rodríguez Lozano fue electo candidato a presidente municipal de Tijuana, con 2 mil 36 votos de delegados a su favor, contra 400 del empresario Gregorio Barreto Luna. Fernando Castro Trent, identificado en los medios locales como cercano al afecto del doctor Zedillo, y actual delegado de la Semarnap, prefirió abstenerse de participar en el proceso.
Dirigente, cónsul, amigo...
En Mexicali, mientras tanto, otro aspirante que hubiese parecido inevitable triunfador, Hugo Abel Castro, amigo personal del presidente Ernesto Zedillo, perdió la candidatura por una pequeña diferencia de votos de delegados, pues consiguió 3 mil 95 contra 3 mil 417 de Francisco Xavier Rivas Martínez, un empresario relacionado con maquiladoras y horticultura.
Castro fue presidente de los comités estatal y municipal en Mexicali del PRI. Además, durante la campaña presidencial del doctor Zedillo fue secretario de Organización del comité nacional priísta y, aun cuando no tuvo cargo relevante alguno en el aparato administrativo federal, fue nombrado cónsul de México en Seattle, Washington. Durante largo tiempo encabezó las batallas interpriístas (siempre apareciendo como punta de lanza del zedillismo) contra el grupo del líder campesino Rodolfo Fierro Márquez, quien ahora aparece como fuerza promotora o aliada de varios de los ganadores en los procesos internos del PRI.
Martínez Veloz
Por último, Jaime Martínez Veloz, cuya postura respecto al conflicto de Chiapas le ganó la animadversión de las más poderosas instancias directivas del sistema priísta, fue electo también candidato a diputado local por el distrito que comprende el sur de Tijuana y el recién formado municipio de Playas de Rosarito.
Martínez Veloz enfrentó, en la única candidatura a diputado local que se decidió mediante consulta a la base militante, la resistencia de algunos segmentos de poder que no necesariamente obedecen a lineamientos superiores nacionales sino a jaloneos locales e incluso a intereses panistas. El presidente del consejo municipal de Rosarito, Hugo Torres Chaubert, fue un nombre presente en el análisis de varios incidentes.
En otros municipios hubo también datos interesantes en las candidaturas a las presidencias, como en Playas de Rosarito, donde ganó la vicepresidenta de la cámara de restauranteros Norma Olivia Gutiérrez de Sánchez, quien venció a Martín Aguirre, cetemista hijo del dirigente de esta central en Tijuana, Salvador Aguirre, y a Sergio Brown, quien fue suplente de la diputación federal que ocupó Martínez Veloz. En Ensenada, mientras tanto, Daniel Quintero Peña, ex diputado federal y ex delegado del Capfce, ganó a Rogelio Appel Chacón, también ex diputado federal y actual diputado local. En Tecate, el banquero Constantino León Gutiérrez, que fue gerente de Banamex, propietario de una casa de cambio y presidente del Club Rotario y de la Cruz Roja, ganó la candidatura al profesor Alvaro Rodríguez Silva, militante priísta tradicional.
Con tales ánimos, y una actitud presuntamente más dispuesta al triunfo que en las ocasiones anteriores, en las que la sombra de la concertacesión se paseó por las urnas, los priístas esperan conservar Mexicali y Tijuana, recuperar Ensenada y Tecate y ganar la primera elección de Playas de Rosarito. La situación no es nada fácil, como lo muestran los datos de la elección del Congreso local, en el que hay mayoría panista, con 13 diputados locales contra 11 del PRI y uno del PRD. En las elecciones federales del año pasado, el PAN ganó cinco de las seis diputaciones federales y el PRI sólo una. En esta ocasión el intento priísta estará apuntalado por el hecho de que el hankismo (representado en la entidad por Jorge Hank Rhon y el galgódromo Aguacaliente) ya no fue dominante en la postulación de candidatos, como sucedió el año pasado, y que el gobierno panista de Héctor Terán Terán aparece como lento e ineficiente en varios rubros.
División perredista a causa de un dinosaurio priísta
Un punto emblemático de la supremacía panista, como es Tijuana, podría, sin embargo, seguir en poder de los blanquiazules, debido a la peculiar irrupción de Jesús Ruiz Barraza, un priísta dinosáurico, como candidato del PRD, en un episodio confuso y conflictivo en el que el consejo municipal perredista se manifestó en favor de otro candidato, Rodolfo Gallardo, pero el consejo estatal invalidó la decisión y apoyó a Ruiz Barraza.
Este lío ha sembrado una doble división: hoy entre los miembros del sol azteca y después, a la hora de los comicios constitucionales, entre los priístas, que repartirán así sus sufragios entre PRI y PRD, para beneplácito del panismo que tiene como candidato a Francisco de la Vega de la Madrid, ex secretario de Finanzas del gobierno de Terán Terán.
El episodio de la división en el sol azteca es, en realidad, un pretexto más para el enfrentamiento entre el dirigente estatal perredista, Abraham Correa, impulsor de Ruiz Barraza, y Edgardo Contreras, dirigente municipal de Tijuana, quien simpatizaba con Rodolfo Gallardo. Los ganadores, al menos en Tijuana, según se ven las cosas, serán los panistas, que podrán ganar la presidencia municipal y, además, sumar un ejemplo más para apoyar su tesis de que el PRD se ha convertido en la cuarta versión del PRI.
Astillas: El Club Primera Plana ha elegido como nuevo presidente a Mauricio Ortega Camberos, director de La Prensa. Mañana, la nueva directiva y los socios tendrán su primera sesión de trabajo, y su invitado será el secretario de Gobernación, Francisco Labastida Ochoa.
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