Se orilla a aplicar la pena de muerte o la militarización, asegura psicólogo social
Bertha Teresa Ramírez Ť Hay grupos que pretenden capitalizar el miedo de la sociedad a la ola delictiva para que se apliquen en México medidas como la pena de muerte o la militarización, afirmó el psicólogo social Gabriel Araujo.
Expuso que el recién formado movimiento México unido contra la delincuencia representa a la ultraderecha y se ubica al lado de otras agrupaciones como Pro Vida, Desarrollo Humano e Integral (DHIAC), la Unión Nacional de Padres de Familia o a la elitista Asociación Mexicana de Malta, a la que pertenece José Barroso Chávez, todas ellas han impulsado en los últimos años diversas prohibiciones en el ámbito moral y que por cierto están relacionados con el PAN y el ala más reaccionaria de la Iglesia católica''.
Araujo, autor del ensayo El crimen político, y actualmente miembro del Proyecto de Investigación Interinstitucional sobre Violencia Social en México, coordinado por el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, señaló que ``todo parece indicar que dicho movimiento pretende capitalizar el miedo que enfrenta la sociedad ante la ola delictiva para endurecer las medidas de control social''.
Es verdad que ni la derecha, ni la izquierda, ni los pobres, ni los ricos escapan de la amenaza de la violencia, pero preocupa que a dicho movimiento --que según su vocero, Guillermo Velasco, es apoyado por miembros de la Coparmex-- ``utilice la condición de víctima para plantear que las medidas de corte fascista son las únicas que podrían resolver el problema de la inseguridad y que ante el miedo que siente la sociedad, ésta termine aceptando este tipo de salidas al problema''.
Agregó que si no se corrige la violencia estructural que origina la desigualdad social, no habría tregua para un verdugo que ejecutara la pena de muerte con el propósito de frenar los índices delictivos, en la ciudad de México y en el país.
Hay razones para considerar que sólo se busca el endurecimiento de las normas, agregó el académico, quien señaló que al vocero del Movimiento México Unido Contra la Delincuencia, Guillermo Velasco, se le olvida la crisis económica y el ambiente de marginación y racismo que enfrentan cientos de mexicanos en las zonas pobres y para los cuales ``es muy fácil involucrarse en acciones delictivas''.
No basta con pedir el endurecimiento de las sanciones contra los delincuentes y preocupa que ese movimiento pretenda descalificar y desconocer a las comisiones de derechos humanos civiles o gubernamentales.
El movimiento que representa Velasco enfoca el problema de la violencia de manera parcial, no plantea las causas y sin ningún estudio social sugiere medidas de control. El psicólogo dijo que este movimiento se aprovecha de las condiciones de temor que ``sentimos la mayoría de la población para respaldar el endurecimiento de las sanciones penales con propósitos que darían miedo''.
En México vivimos en el contexto de una violencia estructural, en un ambiente de pobreza y desigualdad ``muy grande frente a la riqueza extrema de unos cuantos y sobre esa esfera de desigualdad se nos pretende imponer la idea de que toda la gente de los sectores pobres es potencialmente delincuente''.
Indicó que las clases más desfavorecidas no sólo enfrentan la crisis económica sino también una cultural y educativa, lo cual también incide en el relajamiento de valores y limita las expectativas de desarrollo de estos sectores. ``¿De dónde podemos pensar que estos sectores van a tener valores para el trabajo o la honestidad, si parece que actualmente esos valores son propios de los idiotas?'' Concluyó que la eliminación del otro es un acto de venganza que le da el poder absoluto a un grupo que tiene el control político o económico para llevarlo a cabo.