Muchos son comerciantes que buscan ya no ser extorsionados por agentes, según estudio
José Galán Ť Quienes aspiran a ingresar a la policía capitalina lo hacen por dos razones que nada tienen que ver con la pobreza: son comerciantes que buscan proteger sus comercios de los propios guardianes, o bien tienen familiares en los cuerpos de seguridad, afirma Nelia Elena Tello Peón, directora de la Escuela Nacional de Trabajo Social.
``Hemos descubierto que los interesados en convertirse en policías provienen de una familia en la que el ingreso mensual ronda los 4 mil 500 pesos, así que no es la pobreza el principal motivo, como se ha especulado. Además, prácticamente la mayoría de los aspirantes cuenta con preparatoria. No son analfabetas ni mucho menos''.
Con base en una investigación realizada por esa escuela de la UNAM, las políticas públicas, ``como las anunciadas por el presidente Ernesto Zedillo para el combate a la delincuencia, fracasan porque su objetivo es liquidarla al incrementar los cuerpos de seguridad, sin que examine el tejido social.
``Cada cierto tiempo el Presidente anuncia el endurecimiento de las leyes y la procuración de justicia, mayor presupuesto para armas y más y mejores policías en las calles y que, ahora sí, habrá resultados.
``Pero la violencia persiste. La delincuencia se mueve con mayor impunidad. Ni una sola vez han mejorado las circunstancias, sino que han empeorado. Y es que insisten en aumentar el número de policías, pero sin realizar un estudio verdaderamente cierto y real del tejido social y su composición dentro de los cuerpos policiacos. Así nunca van a entender deveras el fenómeno'', dijo en entrevista.
Prácticamente nadie quiere entrar a la policía. ``En los tres años del gobierno de Oscar Espinosa Villarreal sólo se ocuparon 70 por ciento de las plazas disponibles, nunca se cumplieron las metas del 100 por ciento de reclutas y el porcentaje sigue en descenso''.
Agrega que esto no es extraño, ya que, además del desprestigio social que se ha vertido sobre los guardianes del orden, las condiciones de trabajo son abominables: abusos, corrupción, desmotivación, sueldos bajos y falta de capacitación.
``Las autoridades deben permitir la realización de estudios sociales y económicos de los policías, de cada uno de ellos. Es la única forma de conocer a fondo ese mundo y de erradicar la corrupción''.
Selección natural
El comerciante que ve agredida su pequeña tienda de abarrotes o su puesto del tianguis por uniformados que constantemente piden para el refresco, en un esquema de protección en el que ``si no pagas te jodes'', y que incluso arman su despensa cada quincena a costa de su inversión; esto influye para que parientes y familiares ingresen a los cuerpos de seguridad. Incluso, ya como policía, aumenta la garantía de que la delincuencia dejará en paz el pequeño negocio familiar.
``De esta forma es mejor entrar a la policía y, desde adentro, proteger el negocio o la inversión que se tenga'', mientras que para otros, el ingreso a la policía resulta de la influencia que provoca tener en la familia uno o más miembros en los cuerpos de seguridad, aseguró Tello. Sin embargo, subraya que en realidad el ingreso a la corporación --principalmente a la policía preventiva-- ``atraviesa por una selección natural'' que hace la misma sociedad.
``Y mucha gente no entra aunque esté desempleada. De allí que una vez más rechazo la tesis de que es por pobreza por lo que hombres y mujeres ingresan a las filas de los guardianes del orden'', concluyó la académica.