La Jornada 30 de marzo de 1998

No participará el PRD en el debate legislativo sobre reforma indígena

Carlos Camacho, corresponsal, Pachuca, Hgo., 29 de marzo Ť Los legisladores del Partido de la Revolución Democrática (PRD) no van a participar en el debate parlamentario en materia de derechos y cultura indígenas, porque no están de acuerdo con la política gubernamental que pretende ``aniquilar'' al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), informó aquí Andrés Manuel López Obrador.

El PRD, dijo su presidente nacional, va a combatir una salida de fuerza en Chiapas, aunque pierda las elecciones presidenciales del año 2000. Por ello, la resolución del conflicto chiapaneco por la vía política y de la negociación es un asunto de principios para el perredismo nacional.

Incluso, el político tabasqueño propuso una reunión de los dirigentes de los partidos políticos con el presidente Ernesto Zedillo, para tratar de crear las condiciones básicas para el restablecimiento del proceso de diálogo. El gobierno y el EZLN, dijo, deben volver a la mesa porque ``es preferible la vía de la negociación a querer resolver el problema por la vía de la eliminación del adversario''.

Por otra parte, durante una entrevista en el programa de televisión Punto de Partida, de la cadena Multivisión, López Obrador aseguró que el PRD no es el brazo político del EZLN. ``Esa es una definición maniquea. El partido ha actuado con mucha rectitud y apego a la legalidad, y ha luchado pacíficamente por la transformación democrática de la nación''.

En Pachuca, Hidalgo, donde se realiza el Cuarto Congreso Estatal perredista, el dirigente señaló que el gobierno, ``con el aval de PRI y PAN, lo primero que hará es derogar la Ley de Diálogo, Concordia y Pacificación en Chiapas y desaparecer a Cocopa y Conai, que han evitado la guerra en el sureste mexicano''.

El partido no comparte la vía armada, pero está a favor de las causas que defienden los zapatistas, aclaró el dirigente, ``pero entendemos también por qué se levantaron en armas: por la situación de injusticia y opresión que prevalecen en Chiapas. Pero son dos cosas distintas''.

Abundó: ``Ahora, no estamos de acuerdo con la política del gobierno de querer aniquilar al zapatismo. Eso es otro asunto. Creemos que la política de choque, que la utilización de la política de fuerza en el caso de Chiapas, no va a conducir a nada bueno. Por eso no vamos a legislar en materia de derechos y cultura indígenas. Por eso no vamos a meter ni una iniciativa, porque no estamos de acuerdo con la decisión del gobierno y del PAN de tomar el camino de manera unilateral, sin tomar en consideración a la otra parte'', explicó.

De continuar las cosas así --expuso en Pachuca-- se pondría en serio peligro la transición democrática del país, por lo que reiteró la propuesta perredista de buscar la salida negociada, ya que de lo contrario la estrategia gubernamental del ``aniquilamiento se va a aplicar en todo el país y eso no es bueno para la democracia''.

López Obrador --quien se descartó como aspirante a la candidatura del PRD a la Presidencia de la República en las elecciones del año 2000-- consideró que el gobierno federal debe actuar con generosidad. De otra manera, los legisladores de PRI y PAN van a sacar adelante su proyecto de reformas constitucionales en materia indígena, para después atacar al EZLN.

``Y luego viene otro paso, que es la derogación de la ley del diálogo, la desaparición de la Cocopa y luego de la ley de amnistía; seguramente los paramilitares, apalabrados con anticipación, van a entregar las armas para acorralar al zapatismo. Esa vía no va a conducir a nada bueno. Nosotros lo que queremos es que se pare esa estrategia y que se vuelva a la mesa'', dijo López Obrador.

Por otro lado, durante la entrevista televisiva, el dirigente político recordó que el EZLN ha planteado cinco condiciones básicas para la reanudación del diálogo. ``Entonces, el gobierno debe cumplir con sus promesas. Así como el Presidente tuvo una reunión con su gabinete para dar a conocer una iniciativa de reformas, que haga lo mismo con los líderes de los partidos para crear las condiciones propicias para la reactivación del proceso de paz'', indicó.

--¿No quieres que te pregunten qué sucedió en Chiapas? --preguntó el conductor de Punto de Partida.

--No quiero que mis hijos, mis nietos, me pidan cuentas, como está pasando con el 68. Estamos queriendo saber la verdad cuando es evidente que hubo cerrazón de la autoridad, cuando algunos medios de comunicación de aquel tiempo se prestaron a una campaña para convalidar la política de fuerza, la que llevó a la matanza.

``Yo no quiero que esto suceda en México; que nunca más vuelva a pasar, y no quiero que esto se presente en el caso de Chiapas. Por eso, para nosotros es un asunto de principios, aunque perdamos la elección del 2000. Nosotros vamos a combatir siempre la salida de fuerza en Chiapas'', comentó.

En Pachuca, López Obrador llamó al perredismo nacional a participar el 4 de abril en una gran concentración en el Zócalo de la ciudad de México por la paz en el estado de Chiapas.

Por su parte, el nuevo dirigente estatal, el ex alcalde de Tezontepec de Aldama, Luciano Cornejo Barrera --quien tuvo que esperar casi cuatro meses para asumir formalmente la dirigencia por las impugnaciones que hicieran algunos militantes--, demandó la desmilitarización de la Huasteca y la liberación inmediata de Porfirio del Angel Contreras, encarcelado en Perote, Veracruz. Es, dijo, un ``luchador social'', a quien consideró ``preso político'' del gobierno veracruzano por ser el dirigente del Consejo Supremo Indígena de las Huastecas.