La Jornada Semanal, 29 de marzo de 1998



DEL DIARIO DE POESIA


Gottfried Benn


Fragmentos 1930/1933



Esteras de junco en medio de pilares
sobrecubiertas con resina y barro
así era la casa del Este
en los orígenes

Un aroma de naranjas
se escapa por los cercados
oh, y el zumbar de las abejas
desde el origen de todo...

Cuánta lobreguez y dulces lágrimas
balbuceamos al morir

Las rosas yacen en la sombra
y son tan frías...

Cuando los días son
días de vendimia
protuberancias, dulce redondez

sólo la muerte que nos relaja
sólo el espanto que nos madura...

Se toman las guías de viaje entre las manos
la sección de inserciones de los balnearios
hay ahí tanto lugar soleado
y tanto bosque y cine en el salón, deporte en los pasillos
los balnearios de la presión arterial y las dolencias femeninas
plácidos se yerguen en Paso del Taunus

Ven, anda, toma el ecómetro behmiano
Qué tan distantes están aún los torrentes de la Estigia

Bañadas de sangre y de cadáveres
las antiguas puertas de las ciudades
Tilín-tilín y Paseo del Kheiber

la alfombra de los Sasánidas
que alcanzaba 100 m
topacios y jaspes
tejidos como un paraíso

Ven ya, surca las aguas mansas
y oscuras, alfombradas de hojas...
Por rojas sombras, por azules sombras
por dulces notas que al corazón agobian

lo tierno, íntimo, suave
lo que a la fe se entrega
No lo vemos, pero como
lo sentimos dentro,
acaso estará también
donde los dioses
decimos:

también tú eres Mahadeva
El Dios de las lágrimas, de la muerte...

Arcaicos son
el agua
los helados mares
los árboles huyen en bandadas
doblegados por la nieve y por el viento nuevala antigua siempre, siempre la dulce
por vientos de amor permeada, la simiente blanca

Lo que es de interés no me interesa
yo soy mi sola y única medida

Veo tu rostro como un sueño
asolada
moral de las Termópilas
como la ley la tuya
como la ley ordena...

¿Por qué ese débil resplandor?
cuando en casa las habitaciones
son ya tan ajenas
como los sueños
en otra parte...
¿Por qué desciende así la noche?
todo unido por el destino

por las heridas

Y nada más que nos descifre
nuestro mar es la noche...
somos botín uno del otro
el blanco lastre...

Y todo tan absurdo
y todo tan distante
final amenazante:
infinito.

Rosas negras
una canción finlandesa

las luctuosas horas
tú bien lo sabes.

Oh, no es poesía
el nivel de destrucción
en que se ven las cosas.

No hay más que el instante
que transcurre ahora

Quién ha acabado conmigo
Quién me ha vuelto
tan solitario
tan taciturno
tan devastado
la vida,
la sempiterna

El crédulo
es abandonado por Dios
no el malvado

Se segrega al indefenso
no al malvado

Noble sea el hombre
comedido y bueno
en tanto las condiciones lo permitan
y en tanto no ocurra un cambio repentino
pero eso es el hombre
32 crímenes pasionales
buen comer y buen beber
y un sueño apacible
por las noches.

La verborrea sobre la escoria
de la humanidad
es grotesca.
Se mancilla el hacha del verdugo
dicen los humanos
pero ¿cómo?

luego adelante con el
hocico alimentado con sangre
de los labios del bebedor
sed y amor
nuevas
desconocidas
esferas

"Ahí se consume la juventud"...
Echa nieve alrededor de la casa, campiñas sepultadas

Ábrete paso
Estrangula
Estrangula
Estrangula y

Tu hijo en lontananza
y una hojita que ondea en la casa
éstas son las estrellas vespertinas

Tu cabeza enmascarada

preservar en la noche
lo que nunca fue

Padre de nadie
hijo de nadie
saber
demasiado tarde ya
la causa del dolor

Empujar, sí, contigo
hasta la muerte, su escarlata, una chamela
cumbre abajo contigo
donde aún estremece el miedo


Fragmento 1939

Un imposible es tu redención
Con sol alguno con nada
Fuera estás de la luz
En lo malo en lo bueno
Puedes permanecer un instante
En el olor de las flores
En el hálito entrecortado
Que emana de las lilas.


Fragmentos 1951

También caminan nuestras propias cosas
no quiero decir: rumbo a la nada
pero antes pacieron ya en otros
y en los resplandores de distantes luces...

Todo renace perdido en el fondo
tan remoto pero absurdo
también lo que se acerca, excepto la hora
en que doblan las campanas -pero ¿hacia dónde?

Se sabe acaso para qué doblan las campanas
para cosas tan distantes, pasadas hace mucho
se siente aún el significado de la cruz y la corona
rosas, coronas, cálices, cualquier cosa
Qué fervor, qué consagrarse-a-Dios
¿Creó ƒl todo en oro y terciopelo
y en filas de labradas perlas
para el amo?, ¿para los que doblan la cerviz?

Versiones: Enrique Martínez Pérez